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El Canal de Isabel II pagó a la trama Púnica por mejorar la imagen de Ignacio González en internet

EFE

El Canal de Isabel de Isabel II pagó la “facturación ficticia” a las empresas del imputado en la trama Púnica Alejandro de Pedro (Eico y Madiva) por sus trabajos de reputación en internet para mejorar la imagen de cargos de la Comunidad de Madrid como su expresidente Ignacio González. De estas prácticas también se beneficiaron los exconsejeros de González Salvador Victoria y Lucía Figar, ambos imputados en la causa.

Así se desprende de la declaración que prestó en octubre de 2014 ante la Guardia Civil el hermano de Alejandro de Pedro, Adrián de Pedro, quien señaló que “la facturación ficticia que se está pagando de Eico y Madiva se está haciendo a través del Canal de Isabel II”, según consta en los tomos del sumario sobre la trama Púnica a los que se ha levantado el secreto de sumario.

El propio instructor del caso Púnica, Eloy Velasco, señaló en un auto del pasado 25 de junio (que se conoce ahora) que los pagos ordenados por el entonces consejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid Salvador Victoria con dinero en efectivo por parte de las empresas Canal de Isabel II, Indra o el empresario Sergio Ortega, lo eran “sin aparente contraprestación, pero en función al cargo público que ostentaba en la Comunidad de Madrid”

El pasado febrero declaró como testigo una empleada de De Pedro, Guadalupe Carrascosa, quien señaló que Alejandro de Pedro le pidió que anotara a la cuenta con la Comunidad de Madrid que se habían abonado 14.000 euros y que le indicaron que esa deuda la iba a pagar el Canal de Isabel II.

Cuando De Pedro fue detenido se le intervinieron 82.500 euros, de los que 10.000 dijo que eran de Indra por sus trabajos para la Comunidad de Madrid y el resto eran ahorros.

Sin embargo, Adrián de Pedro y Guadalupe Caballero “afirman que esa deuda se la iba a pagar el canal de Isabel II y ni uno ni otro saben absolutamente nada de Indra o de Santiago Roura”, exconsejero delegado de Indra, lo que levantó las sospechas de que “se le quiera atribuir a Indras pagos que no hizo” y que fueron hechos por otros.

Por su parte, en su declaración como imputado, el ex consejero delegado de la Agencia Informática y de Comunicaciones (ICM) José Martínez Nicolás, reconoció que Salvador Victoria le había utilizado como “mensajero” para que solicitara pagos a otras empresas y que a De Pedro le tenía que pagar Indra 10.000 euros, 20.000 a Miguel Ángel de la Fuente y 90.000 a un tal Juanjo.

El pasado 8 de julio, De la Fuente declaró al juez que su empresa tiene una deuda con el PP de Madrid, pero negó que se la fuera a pagar Indra y afirmó no haber contactado nunca con Martínez Nicolás.

Cabezas de toro disecadas como regalo a Granados

Empresarios investigados en la trama Púnica regalaron al exconsejero y ex secretario general del PP de Madrid Francisco Granados cabezas de toro disecadas que agentes de la Guardia Civil hallaron en la finca del supuesto cabecilla de la trama en su finca de Valdemoro.

Según un atestado de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, la trama habría regalado a Granados y a otro investigado cabezas de toros disecados, así como estancias hoteleras en Sevilla.

Fue un trabajador el que relató a la Guardia Civil que había tenido conocimientos de los hechos ilícitos, de acuerdo a la diligencia de exposición de hechos incluida en el sumario. Los agentes argumentan en el atestado que las primeras “indagaciones” parecen confirmar los extremos apuntados.

El suegro de Granados y el maletín con un millón de euros

Los suegros de Francisco Granados aseguraron al juez no haber visto “en su vida” el maletín con casi un millón de euros que la Guardia Civil encontró durante un registro en un altillo del armario de su habitación y cuya procedencia desconocían.

Según consta en el sumario, los dos parientes de Granados, acusados de colaboración en ocultación y blanqueo de capitales, insistieron en que no tenían conocimiento del maletín hallado en su domicilio por los agentes de la Guardia Civil.

En su relato ante el juez, el suegro, Juan Alarcón Domenech, afirma desconocer quién lo había colocado en su habitación. “En mi dormitorio entra tal cantidad de gente (...) Fontaneros, de Ikea a poner un armario... Yo no puedo estar todo el día”, asegura el acusado.

El familiar de Granados supone que éste “alguna vez también entraría” en el cuarto, así como su hija y “un montón de gente” por tener cuarto de baño. “Como está el cuarto de baño, todo el mundo tiene la manía de entrar ahí”, relató.

Alarcón asegura que no puede responder si ese dinero procedía de actividades de corrupción, e insiste en que el día del registro “es la primera vez” que vio el bolso.

“Soy jubilado, si yo hubiera sabido que hay ese dinero, usted cree que yo llegaría a fin de mes sin una perra gorda teniendo el dinero?”, argumenta. El hombre niega además haber guardado el maletín “a nadie”, ni a su hija Nieves, ni a su yerno.

Además, considera que no cree que sean “tan retorcidos” como para habérselo colocado allí: “Yo no pienso que ni mi yerno ni mi hija sean capaces de hacerse esa faena”. “No creo que tengan tan mal gusto de meternos en un lío”, añade más tarde en respuesta a una pregunta del fiscal.