Hace ya tiempo que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, mostró muchísimo interés por que el vetusto e histórico circuito del Jarama inaugurado por Franco en 1967, recupere todo su esplendor para acoger un gran premio de Fórmula1, casi medio siglo después de la última carrera, en 1981. El plan de Ayuso es reformar la infraestructura para que el Mundial pueda acoger una prueba en 2026, justo cuando expira el contrato que la Federación Internacional del Automovilismo (FIA) cerró con Montmeló, el circuito de Barcelona que ahora acoge el Gran Premio de Fórmula1 y el Gran Premio Mundial de Motociclismo. El plan de la presidenta madrileña es arrebatarle a Catalunya una de la citas deportivas más importantes del mundo.
Pero el proyecto nace con dificultades: la principal, que el circuito, perteneciente al RACE, carece de licencia desde su inauguración en época franquista, y ahora se exige que la tenga conforme a las leyes actuales. A esto hay que añadir el preceptivo informe de impacto medioambiental para la zona, que tampoco se ha llegado a realizar.
El Jarama está situado en San Sebastián de los Reyes, un municipio del norte de la Comunidad de Madrid gobernando por el PSOE y Ciudadanos. En la actualidad cuenta con 3.850 metros de longitud tras haberse ampliado su trazado inicial. Para acceder al circuito hay que hacerlo a través de la autopista A-1, pero al llegar al kilómetro 28 hay que cruzar por un puente que obliga a los visitantes a atravesar las calles de una urbanización privada de alto standing –Ciudalcampo– de casas unifamiliares.
Estos vecinos han presentado a lo largo de estos años numerosas quejas ante el Ayuntamiento y el Defensor del Pueblo por las molestias que les suponen los ruidos y el tráfico cuando hay eventos en el circuito, un problema que se intensificará si finalmente el Jarama acoge la Fórmula1. Según datos recogidos por la comunidad de propietarios, solo en este último año han detectado más de 300 episodios de exceso de ruido.
El pasado julio, la Junta de Gobierno de este Ayuntamiento decidió iniciar un procedimiento “para conocer la legalidad urbanística del circuito”. Para ello avocó para sí las competencias que corresponden al responsable de Urbanismo, Miguel Ángel Martín Perdiguero. Durante aquella reunión y “después de examinar el archivo municipal y leer todos los expedientes”, los técnicos municipales realizaron un informe en el que se refleja que “el Circuito del Jarama tiene la licencia de actividad y funcionamiento a la actividad por silencio administrativo positivo”, en base al “proyecto de instalación del circuito de competición del Jarama del año 1973”, según explican a esta redacción fuentes de la alcaldía.
Además, en esta Junta de Gobierno también se acordó “solicitar formalmente la colaboración de la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, que es la Administración que tiene las competencias, para determinar las medidas correctoras que se hayan de aplicar a la actividad desarrollada en el circuito”, es decir, la realización del preceptivo informe de impacto medioambiental. Con ello consideraron subsanados los dos principales hándicaps con los que que se iba a topar el proyecto.
Los grupos de la oposición, PP (6), Vox (2), Más Madrid-IU-Equo (1), y Podemos (1) y el único edil no adscrito –escindido del PP– , han guardado silencio. Pero los dos concejales de Izquierda Independiente presentaron entonces un recurso de reposición al no estar en absoluto de acuerdo con las resoluciones tomadas. “Nos extrañó que todos estos trámites se realizaran en pleno verano cuando hasta ahora no se había movido un dedo. Pero parece que había prisa”, afirma Juan Torres García, portavoz del grupo.
Desde el consistorio no ven nada raro en que se tratara ese tema en esas fechas y aseguran que “era una sesión ordinaria con más de 20 asuntos dentro del orden del día”. “Las Juntas de Gobierno habitualmente se realizan los martes, como es el caso. Estaba dentro del orden del día y es público. Esta administración atiende y funciona conforme al calendario laboral y no se regula atendiendo a periodos vacacionales o circunstancias estacionales”, justifican. También aseguran que la iniciativa de abordar ese procedimiento partió de ellos y que “al Ayuntamiento no ha llegado ninguna petición ni información al respecto por parte de las administraciones regionales ni de responsables del propio circuito”.
Izquierda Independiente pidió entonces el expediente y “aunque al principio el gobierno se resistió, al final lo enviaron”, explica Torres. Su sorpresa, dice, fue comprobar que seguía sin aparecer la licencia y el informe medioambiental preceptivo. “Seguimos sin encontrar esos permisos en los archivos municipales ni en el Ayuntamiento”, asegura. En el recurso, al que ha tenido acceso esta redacción, se señala que “la decisión de la Junta de Gobierno de entender otorgada la licencia de actividad al circuito del Jarama (RACE) por silencio administrativo positivo no se ajusta a derecho, carece de justificación jurídica y legal”.
El recurso relata las alegaciones al Decreto 2022/1697 que presentaron los dueños del autódromo, en las que principalmente planteaban “que el RACE es una entidad sin ánimo de lucro, que el circuito fue inaugurado en 1967 por el entonces Jefe del Estado, que funciona con normalidad desde entonces y que está recogido en el PGOU de San Sebastián de los Reyes, albergando en este tiempo multitud de eventos”. También señalaban que, “al haber concedido el Ayuntamiento licencias parciales para determinadas instalaciones y servicios que conforman las instalaciones, se debe de considerar debidamente autorizado tanto el Circuito como su actividad”.
Precisamente esos argumentos expuestos en las alegaciones por los representantes del RACE fueron asumidos en su totalidad por la Concejalía Delegada de Urbanismo y llevadas a la Junta de Gobierno “como propuesta para entender como otorgada la correspondiente Licencia de Actividad y Funcionamiento a la actividad del circuito del Jarama por silencio administrativo positivo”, tal y como viene reflejada en el acta de la Junta de Gobierno del pasado 19 de julio. Izquierda Independiente, sin embargo, insiste en su recurso que “no consta ni en el archivo ni en ningún otro departamento o dependencia del Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes solicitud alguna de licencia de actividad, funcionamiento u obra del Circuito del Jarama (RACE) que ampare la actividad ni del circuito ni de la entidad RACE”, y solo las hay para cosas puntuales, “como pueden ser el abastecimiento de agua a las edificaciones del chalet social, el poblado obrero, construcciones del circuito, boca de riego del campo de Golf, instalación de tanque propano, funcionamiento de la depuradora, etc.” Además, el grupo considera que “la solicitud de licencia es un acto rogado. Es decir, debe de ser el interesado el que haga efectiva la solicitud, no pudiendo ser realizada de oficio por parte del Ayuntamiento”.
El portavoz de este grupo insiste en que el Gobierno local del PSOE y Ciudadanos “está burlando las normas y legislación actual”. Al mismo tiempo, denuncia que es sorprendente, tal como exponen en su recurso, que “el RACE, como máximo interesado en este asunto, no ha acreditado ni aportado, en las alegaciones presentadas al requerimiento que se le realizó, la solicitud de la licencia”. “Tampoco ha aportado ninguna otra documentación que pudiera demostrar que la licencia se solicitó en su momento. Es difícil entender que una entidad tan importante como El Real Automóvil Club de España no guarde a buen recaudo la solicitud de licencia ni la resolución municipal de concesión, tampoco informe técnico alguno”, concluye el grupo de la oposición.
Por todo ello, ahora quieren que se anule el acuerdo de la Junta de Gobierno y “se continúe con el procedimiento y expedientes de restablecimiento de la legalidad urbanística” porque no ven por ningún lado que haya “informe jurídico emitido por la asesoría jurídica del Ayuntamiento, pese a que nosotros lo hemos solicitado y exigido”. Las fuentes consultadas del Consistorio, por su parte, señalan que el recurso “será contestado en tiempo y forma, como se hace habitualmente”. Pero el grupo de Torres teme que se dejen pasar los plazos con el fin de que acudan a la vía contencioso-administrativa, algo que a un grupo pequeño como el suyo le resultaría inviable “por el coste que supone”. “Nosotros no estamos en contra de que vuelvan las carreras al Jarama, pero queremos que se cumpla con la legalidad y todos los requisitos medioambientales”, zanja Juan Torres, que entiende que detrás del proyecto, que se ha cifrado entre los 40 y los 50 millones de euros que sufragaría en su totalidad el Gobierno autonómico madrileño, “hay muchos intereses económicos”. Además, asegura que “no consta que el Ayuntamiento haya pedido opinión ni haya trasladado el asunto a los vecinos de las urbanizaciones afectadas como Ciudalcampo y Club de Campo, algo que es obligatorio en estos casos”.
Desde el Gobierno municipal no ocultan que les gustaría que se materializara la operación, ya que consideran que “cualquier actividad, cultural, deportiva o de otra índole que llegue al municipio supone siempre generar actividad económica”. Pero quienes más interés han demostrado han sido la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, que este jueves animaba a que la Fórmula 1 vuelva a Madrid. “La Fórmula 1 es un evento deportivo extraordinario y uno de los pocos eventos deportivos que nos faltan en la ciudad de Madrid. Estamos dispuestos a hacer todos los esfuerzos necesarios para traerla a la capital”, afirmaba.
En una reciente Junta de Gobierno celebrada en Móstoles, Ayuso reconoció: “la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) está interesada y estamos trabajando precisamente con ella para analizar cómo debemos comenzar esta importante aventura”. La presidenta madrileña, que insistió en que “España puede tener dos grandes premios o puede no tener ninguno”, pero desmintiendo así que quiera “competir con nadie en este sentido”, en velada alusión a Catalunya.