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ENTREVISTA
Alcalde de Fuenlabrada

Javier Ayala: “Entrar dentro de las restricciones del Gobierno no es un castigo, sino una manera de salir cuanto antes de la situación de contagios”

El alcalde de Fuenlabrada, Javier Ayala.

Sofía Pérez Mendoza

3 de octubre de 2020 21:26 h

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Javier Ayala (Córboba, 1972) es alcalde de Fuenlabrada, uno de los diez municipios afectados por la orden del Ministerio de Sanidad que ha entrado en vigor este viernes por la noche. La localidad tiene casi 200.000 habitantes y ya tenía tres zonas básicas de salud con restricciones a la movilidad. Ahora prácticamente esas mismas medidas se extienden a todo el municipio, del que no se podrá entrar ni salir salvo para ir a trabajar, a estudiar o a cuidar a menores o dependientes.

Su municipio se cierra. ¿Cómo lo afronta como alcalde?

Nosotros llevamos parcialmente confinados 15 días. Vamos a establecer unas medidas que parecen de más fácil aplicación y cumplimiento. Los vecinos saben si son de Fuenlabrada o no.

¿Se pueden controlar los movimientos de casi 200.000 habitantes?

Venimos con la experiencia del confinamiento anterior. Estableceremos controles rutinarios, procuraremos restringir la movilidad según marque la normativa. En definitiva, hacer cumplir la norma. Lo hemos hecho con el decreto de Madrid, pero era muy complicado porque tratábamos de intentar paralizar barrios dentro de una ciudad de 200.000 habitantes. Hay vecinos que no sabían si pertenecían a un área o a otra.

Las nuevas medidas limitan la movilidad en municipios completos, lo que permite transitar por zonas más amplias y además se mantienen excepciones que mueven a mucha gente, como salir a trabajar. ¿Considera que son de mínimos? 

Antes se podía salir también a trabajar. Hay poca variación respecto a la aplicación anterior. La medida que se ha tomado es más clara y permite, si no logramos pararlo, que se siga restringiendo la movilidad. Hay margen de maniobra para seguir haciéndolo.

¿Habría propuesto restricciones más duras?

Las habría hecho antes. Hay contagio comunitario. Tenía que haberse controlado antes. Cuanto más tarde, más duras o más largas serán las medidas.

Da por hecho que se endurecerán. 

Tengo la esperanza de que no porque la situación mejore. Pero es a lo que estamos abocados si no hay mejoría.  

A la Comunidad de Madrid le parece, sin embargo, que el Gobierno ha sembrado el “caos”.

No entiendo esa afirmación. Las restricciones son más claras, lo cual no quiere decir que sean eficientes. Estamos en ensayo y error. Todo lo que gira alrededor de la pandemia está por descubrir. 

Los alcaldes socialistas del sur de Madrid fueron muy críticos con las restricciones a la movilidad decretadas por Ayuso. Ahora salen juntos a defender las que ha tomado el Gobierno. ¿Hay algo de partidismo en esto?

No defendemos las medidas del Gobierno, defendemos medidas sensatas de fácil aplicación. Necesitamos certezas y rapidez, que era lo que no teníamos en el anterior decreto. Llevamos meses de retraso. En el mes de julio ya tenía datos diciéndome que esto iba mal, los centros de salud me decían que se incrementaban los casos. Cada día que pasa es peor a la hora de recuperarse. Hemos estado 15 días intentando cumplir un decreto cuya la efectividad ha sido prácticamente nula. Necesitamos poner en marcha las medidas rápidamente. Esto no va defender al Gobierno o sino a mis vecinos de Fuenlabrada.

¿El Ministerio de Sanidad tenía que haber actuado antes?

Hemos estado viviendo un escenario político en el que unas veces se le decía al Gobierno que se retirara y otras se le pedía ayuda. Ante la incapacidad, ante la falta de reflejos para contener el contagio de Madrid, el ministerio ha hecho desde mi punto de vista lo que ha podido sin tomar medidas drásticas de confrontación entre administraciones. La orden sale de un órgano colegiado, de una votación y no de una imposición.

Las nuevas restricciones son más claras, lo cual no quiere decir que sean eficientes. Estamos en ensayo y error

El alcalde de Madrid, cuyo municipio está afectado por la orden, asegura que ha sido el Gobierno de Sánchez quien ha roto unilateralmente con la Comunidad de Madrid “para intervenirla sanitariamente”. ¿Lo considera una intervención?

Se han tomado medidas para paralizar los contagios. Hemos vivido desde el mes de junio sin tomarlas. Tengo tres centros de salud cerrados en Fuenlabrada y no teníamos rastreadores. Cuando tenía que haber 1.200, había escasamente 200. El rastreo se ha pedido y ha habido contagio comunitario. Me da igual que intervenga el Gobierno de Pedro Sánchez, el Gobierno de Ayuso o quien tenga que hacerlo pero esto hay que pararlo. Al usar la palabra intervención se intenta dejar entrever una injerencia del Gobierno. Y para nada. Se han establecido unas pautas objetivas. En los criterios de la Comunidad, había un criterio objetivo y dos subjetivos que hacían que otras ciudades en misma situación de contagios no tuviera confinamientos zonales. La decisión del Gobierno de España son medidas efectivas, eficientes y justas. Si cumples esos parámetros objetivos estás dentro. Y para bien, no para mal. No es un castigo sino una acción que se debe valorar positivamente para salir cuanto antes de esta situación.

¿Ha hablado con el Ministerio?

No he tenido relaciones con el Ministerio. Lo hemos hecho a través del cauce de la Federación Madrileña de Municipios.

Aunque es pronto, ¿cuánto cree que durarán estas medidas?

Estamos en una situación de ver la aplicación y la puesta en marcha. Mi horizonte es que cuanto antes se pongan, mejor, porque antes saldremos. Ha habido una primera ola, una segunda y puede hacer una tercera. No me preocupa tanto cuándo salgamos del confinamiento, sino que se pongan medidas para tener esa primera línea de batalla cubierta con rastreadores y médicos.

¿El choque político pone en riesgo que los ciudadanos cumplan las medidas?

Yo creo que ha habido un espectáculo político poco constructivo, pero no se ha podido evitar. La gente nos está pidiendo soluciones rápidas. Nadie tiene la fórmula secreta para aplicar medidas con efecto inmediato. No tenemos que asustarnos de que haya diferencias políticas. Al final esto se arregla a través del acuerdo, votación o imposición. Esta última es la medida que menos me habría parecido a mí. Pero la gente está deseando saber qué hacer para pararlo.

¿El Gobierno de España tiene que entonar el mea culpa en algo? 

Cuando dos discuten, la culpa es de ambos. Pero si el Gobierno de España ha hecho de forma reiterada gestos de acercamiento para buscar puntos en común poniendo por encima la salud de las personas. Si haces acercamiento y la otra parte no te responde, la sensación es que nos hemos peleado todos. Se podría haber hecho mejor, seguro. Pero nadie tiene el secreto de cómo solucionar esto.

¿Cuándo fue la última vez que habló con Ayuso? 

No he hablado con Ayuso. No he tenido la oportunidad de tener una reunión con ella en todo lo que llevamos de legislatura. La última vez nos convocó a una reunión virtual hasta con seis alcaldes de la zona sur. Gobernar es tomar decisiones, unas veces errar y otras no. Pero este gobierno no ha tomado decisiones. Nos ha dejado a la deriva a la Comunidad de Madrid y no ha tenido una actitud de diálogo con los responsables municipales. Me da cierto rubor. 

¿Qué opina de que la Comunidad de Madrid recurra la orden de Sanidad? 

Está en su derecho pero me parece un error. Deberían poner todos sus esfuerzos en la aplicación de esta normativa. Mientras eso no paralice la puesta en marcha de los confinamientos...

Su Gobierno recurrió la orden de la Comunidad de Madrid que cerraba parcialmente tres áreas básicas de salud del municipio.

Ejercí mi derecho. Yo no recurrí la no aplicación de los confinamientos parciales. Estaba conforme con proteger a mi ciudad. El problema era en base a qué mi ciudad sí y otras del norte gobernadas por el PP, no, cuando la única diferencia que había era el sello político. Teníamos los mismos parámetros. Jugábamos en desventaja. Lo hice no porque me molestara en mi municipio, sino para proteger a los vecinos de los municipios que cumplían con los contagios pero no se hizo nada, como Torrejón de Ardoz. A nosotros nos cerraron un área con 600 casos y Torrejón tenía 1.200.

Ahora que se cumplen dos semanas de la aplicación de las primeras medidas, ¿cree que han sido efectivas?

El problema es que no nos han dado datos de evolución. Estamos jugando con datos y son preocupantes por lo que yo veo. No hemos frenado el nivel de contagios. Me da la sensación de que no han sido efectivas las medidas. Llevamos 15 días perdidos. Con muchos esfuerzos municipales y muchos vecinos cumpliendo los requisitos, pero no todos. Es muy difícil que a un señor de 75 años le preguntes a qué zona sanitaria pertenece su calle. No son límites territoriales que tengamos en mente. 

Los alcaldes del PP en la Comunidad de Madrid les piden que arrimen el hombro y no pongan palos en las ruedas. Aseguran que el “enemigo es el virus, no la Comunidad de Madrid”. 

Estoy de acuerdo. No hablo en nombre de nadie. Nunca he arremetido contra la Comunidad de Madrid sino contra medidas que perjudicaban a mi municipio y considero insuficientes. La gente era consciente de que estábamos disparados en el nivel de contagios en julio y que había que hacer algo. Esto pasa porque no ha habido previsión y no se ha trabajado en contener el virus. Es el reproche que le hago a la Comunidad de Madrid. Hemos trabajado con el decreto aunque no me gustase para ajustarnos a los parámetros. 

¿Ayuso tenía que haber pedido el estado de alarma? 

En política estamos para hacer cosas. Uno hace y se puede equivocar, o no. Pero la Comunidad de Madrid ha dejado de hacer. Unas veces ha reclamado que el Estado le diera competencias y otras que se hiciera cargo el Estado. Me parece que el PP a nivel nacional tomó el criterio de que el estado de alarma no era garantía de la aplicación de las medidas. Cuando la gente se moría, el PP no accedía a votar el estado de alarma. Esa bandera la ha tomado el partido en la Comunidad de Madrid y le ha llevado a dejar esto a la deriva. Probablemente tenía que haberlo pedido. Es una situación jurídica que permite aplicar medidas, no un deterioro de los derechos de las ciudadanía. Se han estado conteniendo por ponerlo como contraposición a cómo actuó el Gobierno de España. 

Incluso con un candidato de Ciudadanos, el PSOE debía apoyar una moción de censura. Hago un llamamiento a Inés Arrimadas para que intervenga

¿Ángel Gabilondo debe presentar una moción de censura? 

Tenemos la obligación como partido que ganó la Comunidad de Madrid de buscar una salida a esta situación. Dije que, incluso que con un candidato de Ciudadanos, el PSOE debería apoyarla. Ahora más que nunca Madrid necesita una salida política. No se está actuando con lealtad a los ciudadanos sino con lealtad al partido. Ciudadanos se está quedando con un mero espectador cuando venían a tener influencia en la política. Hago un llamamiento a Inés Arrimadas para tome cartas en el asunto e intervenga en Madrid. Debe preguntarse qué es lo que quiere Ciudadanos. Ir a la deriva con una presidenta que piensa en términos políticos o con un sostén democrático claro de cómo tenemos que salir de esta situación. Nunca es tarde para presentar una moción de censura.

¿Llama a Inés Arrimadas a sentarse a negociar con el PSOE una moción de censura contra Ayuso?

No sé si tanto que negocie con el PSOE, sino que baje a la arena, que ponga orden a este desaguisado. A partir de hoy hablaré en esos términos. Inés Arrimadas tiene que salir. Es lo suficientemente importante y hay mucho en juego para la credibilidad de todo el país. Es la comunidad autónoma más importante de España. Arrimadas y el partido algo tendría que decir. Aguado no puede anunciar un acuerdo con el Gobierno y a las 24 horas quedarse con cara de qué ha pasado aquí. Me parece bien que quiera mandar un mensaje pacificador, pero es sostenedor de un gobierno que le está haciendo la oposición a Pedro Sánchez.

Pero su partido no termina de dar el paso.

Eso habrá que preguntárselo a mi organización. No soy portavoz del PSOE en Madrid. Esto solo se soluciona aplicando el sentido común. Con todo lo recorrido, sabemos que el sentido común no lo tiene o brilla por su ausencia. Alguien tiene que enderezar este asunto y solo cabe una moción de censura. El secretario general de PSM ha dicho que no es el momento, pero precisamente es el momento de dar un paso adelante. Habría que pactarlo con Ciudadanos o con quien fuere. No es para asegurar sillones del PSOE. No es partidista, sino por necesidad de los vecinos y vecinas de Madrid.

¿Ve a Ciudadanos accediendo a un pacto así?

Veo a Ciudadanos perdido. Me los imagino como pollo sin cabeza en la Puerta del Sol. No saben ni hacia dónde va el Gobierno. Forman parte de cara a la galería pero no participan de la estrategia del Ayuso, que probablemente la marcan en Génova. Son cómplices de esa estrategia. No se atreven a mover pieza. Por eso hacía un llamamieneto a Arrimadas. No puede ser que un partido político que forma parte de la coalición del Gobierno sea un espectador. Van a pasar sin pena ni gloria, ni para arreglar ni para hacerlo mal. Son insignificantes en la vida política madrileña. En política hemos venido a hacer cosas.

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