Juan Lobato (Madrid, 1984) es técnico de Hacienda del Estado, exalcalde de Soto del Real con mayoría absoluta y ahora candidato del PSOE a la Presidencia de la Comunidad de Madrid el próximo 28 de mayo. Una trayectoria con la que Lobato se reivindica como un candidato “solvente” y con propuestas claras para la región con las que lograr el cambio tras tres décadas de gobiernos del PP. “No quiero insultar, sino explicar que hay un modelo real para Madrid”, dice sobre la polarización en la política y la estrategia de la candidata 'popular', Isabel Díaz Ayuso.
El líder de los socialistas madrileños se presenta a las elecciones con una batería de iniciativas sobre sanidad, educación y fiscalidad, entre las que destaca la propuesta de abrir los colegios públicos hasta las siete de la tarde para actividades extraescolares gratuitas. Uno de sus objetivos el 28M es que el PSOE vuelva a ser el partido líder de la izquierda en la región, una posición que perdió en 2021 frente a Más Madrid. “Aspiro a representar a la mayoría de demócratas con convicciones sociales, no a ganar al comunismo”, asegura. Lobato defiende además que es el único candidato que ha propuesto una fiscalidad clara para Madrid, basada en subir impuestos a las grandes rentas. “Ni el PP ni Más Madrid proponen eso, sino dejar el sistema de IRPF como está”, dice sobre sus dos grandes contrincantes en esta cita electoral.
¿Por qué una candidata como Ayuso, que en muchos asuntos es indistinguible de la extrema derecha, encabeza todas las encuestas?
Creo que hace dos años supo leer una circunstancia única con la pandemia. Ese agobio psicológico que tenía toda la población. Y eso lo supo enfocar, de una forma a mi modo frívola, y que yo desde luego nunca hubiera hecho, pero que le supuso un éxito electoral. Estamos en otro momento totalmente distinto. Las encuestas son lo que son, yo las leo todas, creo que hay que ser serios y responsables, pero lo importante es el resultado electoral y yo espero que avancemos con fuerza y que ella no tenga el apoyo que tuvo, sino bastante menos.
¿Qué ha hecho mal la izquierda para que el PP gobierne desde hace 28 años en la comunidad? ¿Y qué está haciendo distinto el PSOE esta vez?
Los datos nos dicen que hemos estado muy cerca. Las últimas elecciones generales las ganó el PSOE. Gobernamos ocho de las diez grandes ciudades de Madrid para dos millones de madrileños. Las últimas autonómicas ordinarias las ganó el PSOE. Hubo una alcaldesa progresista hasta hace cuatro años en la capital. Pero eso no quita que no hayamos cometido errores.
Siempre digo que el PSOE no ha tenido la capacidad de adaptarse a la velocidad, al dinamismo, al vanguardismo que ha sido Madrid, y no sólo de no adaptarnos, sino de no liderar, de no decir 'oye, que creemos que el camino por el que hay que ir es por este'. Y eso, contestando a la pregunta, es lo que creo que estamos haciendo ahora, con iniciativas como ese nuevo servicio público que consiste en abrir todos los colegios públicos de 7 de la mañana a 19 de la tarde todo el año, con actividades de robótica, de arte y creatividad y de deporte y actividad física, para que cada familia, en función de sus necesidades, pueda disfrutar con su peque de esas actividades.
El PSOE fue el partido más votado en 2019 con Ángel Gabilondo. ¿A qué atribuye ese logro? ¿Cómo el PSOE podría volver a repetir ese resultado?
Creo que ese resultado se repetirá si somos capaces, como estamos haciendo, de tener la iniciativa y de explicar que el Madrid que queremos es real y está ahí. Lo que ilusiona a la gente no es que gritemos más o insultemos más. Si quiero puedo insultar todos los días, pero es que no quiero. No quiero insultar, lo que quiero es explicar que hay un modelo real en Madrid. Lo que ilusiona a la gente son las certezas. Creo que ahí es donde está la clave.
¿El debate que se ha impuesto desde la derecha y también Isabel Díaz Ayuso sobre ETA le perjudica?
No diría que perjudica en términos cuantitativos, pero sí que distrae sobre los temas importantes de verdad. Me da mucha rabia. Estamos haciendo propuestas concretas de vivienda, de cómo reducir 300 euros el alquiler desde el primer día a todos los jóvenes y familias de hasta 35.000 euros de Madrid. La propuesta de coles abiertos, grandes iniciativas que por culpa de este tema de Bildu no se están discutiendo al nivel que se deberían. Lo vimos en el debate. A Ayuso le hubiera encantado que los bloques fueran Venezuela, Bildu, ETA. Pero claro, los bloques son economía, empleo, infraestructuras, deporte, transportes. Eso es de lo que va Madrid y eso es en lo que tenemos que estar.
En el PP repiten que estas elecciones son la primera vuelta de las generales y allí se está haciendo una campaña en la que solo se dirige a Pedro Sánchez. Y ahora, en esta última semana, a Bildu. Al PP le resultó bien hace dos años. ¿Hay fórmulas para que la campaña hable de los problemas de los madrileños?
Claro que hay fórmulas, hacer propuestas de verdad innovadoras y concretas respecto a lo que es Madrid. Ayuso va a hacer esto siempre. Presentó la semana pasada su programa que era España. Así se llama. Tiene que ser más coherente. Es verdad que ve, como todos, la debilidad de Feijóo, pero si quiere ser coherente, que se presente a presidente del Gobierno de España, que a Feijóo no se le va a echar de menos. Pero si no, yo creo que es una falta de respeto a la inteligencia de los madrileños, que entienden que el transporte, la educación, la sanidad pública, esas deberían ser las prioridades para un presidente de la Comunidad de Madrid.
¿Cuál diría que es el primer problema de la Comunidad de Madrid y cuál es la receta del PSOE?
El primer problema diría que es la sanidad pública. Pero la receta de futuro clave para mí es la educación. La prioridad tiene que ser la educación y desde luego va a ser la prioridad de mi Gobierno. Es verdad que estos servicios públicos también necesitan de financiación y ahí el PSOE es el único partido que propone de verdad que en Madrid quienes tienen grandes patrimonios, grandes rentas, paguen más. Ni el PP ni Más Madrid proponen eso. Proponen dejar el sistema de IRPF como está.
Dice que la educación es el eje angular. ¿Hay que reducir la educación concertada en Madrid en beneficio de la pública?
No hay que reducir nada. Al revés, lo que hay que hacer es mejorar la educación pública para que sea de máxima calidad. ¿Cómo? Con varias líneas. Primero, la rehabilitación de edificios. Tenemos coles de los años 60 o 70 en Madrid. Tenemos que hacer una reforma de tal manera que los colegios públicos sean los mejores edificios de cada municipio y de cada barrio. Segundo, una atención mucho más personalizada, reduciendo los ratios de alumno-profesor y reduciendo las horas lectivas de los profesores para que puedan dedicarse más a la atención personalizada. Y tercero, introducir servicios de psicología y de enfermería en todos los coles públicos de la Comunidad de Madrid, para que de verdad la educación pública sea de excelencia en Madrid.
¿Entonces mantendría la concertada?
Sí. La concertada tiene su modo de funcionamiento, tiene sus módulos, que por cierto, hay que actualizar. Lo que hay que hacer con la concertada es exigir que cumpla la ley. Esto significa que no se puede cobrar a ninguna familia ni un euro por ir a la educación concertada. Y de eso nos vamos a encargar que se cumpla en la Comunidad de Madrid.
Dice que la sanidad es uno de los problemas más urgentes. ¿Cómo lo solucionaría?
Hace año y medio que presentamos nuestro pacto por la salud, hecho de la mano de los profesionales sanitarios de esta comunidad y de otras que también nos ayudaron. Y tiene dos ejes estratégicos claros. Uno, la atención primaria, que es lo que luego justo colapsó durante 2022, ojalá nos hubieran hecho caso. Y dos, la prevención y promoción de la salud, que es clave para la calidad de vida de las personas y para la sostenibilidad económica y presupuestaria del sistema. Mi objetivo es que en Madrid, en vez de tener 900.000 personas en lista de espera, haya un millón de personas, pero en una espera al revés. Que la sanidad pública esté esperando a un millón de personas a las que ha citado para hacerse un screening, una prueba diagnóstica, una analítica para detectar antes enfermedades, atajar y evitar el dolor. Por lo tanto, prevención y promoción de la salud como eje absolutamente estratégico.
¿Qué opina de que haya más población con seguros privados? ¿Es un fracaso?
En Madrid hay un 40% de población pagando dos veces por la sanidad, por la pública y la privada, y no teniendo ninguna. El colapso en la pública está provocando un colapso en la privada. Donde menos seguros sanitarios hay es en Navarra, que es una región muy rica y de rentas altas, solo hay un 10%. ¿Por qué? Porque allí funciona la sanidad pública y eso es lo que queremos hacer en Madrid, dar la seguridad y la tranquilidad a la población de que la sanidad pública es absolutamente excelente y que cubre todas sus necesidades con una calidad y una atención y sin listas de espera.
¿Y de los conciertos de los hospitales privados con la sanidad pública?
De los 34 hospitales que tenemos en la Comunidad de Madrid hay diferentes modelos: unos que son públicos 100%, otros tienen concesión administrativa y otros como la Fundación Jiménez Díaz, que tiene otro régimen particular. Ahora mismo tenemos esos hospitales de concesión pública que tienen una gestión a un montón de años y lo que hay que hacer es exigir el cumplimiento milimétrico. En Madrid se ha estado pagando por el doble de camas de las que se estaban ofreciendo en los hospitales públicos durante años. No puede ser, lo que tenemos es que dedicarnos a inspeccionar milimétricamente y aplicar el régimen sancionador cuando se produzca cualquier incumplimiento por parte de esas empresas que explotan este servicio.
Apuesta por mantenerlos entonces.
Lo que no se puede es tomar decisiones que supongan el rescate de estas concesiones porque son absolutamente millonarias. Sería la quiebra del Gobierno de la Comunidad de Madrid. Lo que hay que hacer es controlar que cumplan con ese servicio, con esa prestación que necesitan las familias. Y cuando acabe la concesión, dentro de 20 años, lo que le quede a cada uno en función de sus contratos, estudiar otras posibilidades, como la gestión directa por parte de la Comunidad de Madrid.
¿Qué impuestos subiría? ¿Cuáles bajaría y cuáles no tocaría si tuviese la mayoría para ello?
Nosotros presentamos una reforma fiscal hace un año, no ahora porque hay elecciones, que sirve para financiar los 900 millones que necesitamos para servicios públicos de excelencia. Y lo hacemos con claridad. Lo que proponemos es que no puede ser que en Madrid quien gana 55.000 euros pague lo mismo que el que gana 300.000 euros, que es lo que propone Ayuso y lo que propone Mónica García. Nosotros creemos que esto no es justo ni lógico y que debe haber un nuevo tramo a partir de 78.000 euros en el que se pague medio punto más y a partir de 150.000 euros un punto más adicional. La progresividad que establece la Constitución, y ojalá, en este caso, Más Madrid se adhiera a esa propuesta fiscal que hacemos y no establezca un modelo en el que pague lo mismo alguien que gana 50.000 que alguien que gana 300.000.
¿Cómo es posible que la ciudadanía haya aceptado que cada año se le perdonen 1.000 millones en impuestos a una minoría que no representa el 1% de los madrileños?
Lo expliqué en el debate el pasado martes. Cada año 992 millones se perdonan al 0,2% de la población. Y mientras tanto, la deuda en estos últimos doce años ha crecido en 18.000 millones. Es decir, crecemos la deuda en 18.000 millones y 12.000 se los hemos regalado a ese 0,2% de grandes fortunas de la comunidad. Es un disparate. Ahí es donde tenemos un margen muy amplio para que la ciudadanía progresista, esa mayoría de demócratas con convicciones sociales, confíe en una propuesta fiscal seria que se moja de verdad, no grandes frases de que aporten los que más tienen. Oiga, ¿usted qué impuestos quiere cobrar y cómo? Yo creo que hay que ser muy francos con los progresistas de la Comunidad de Madrid y decir las cosas claras.
Pero con los resultados que ha sacado el PP históricamente y que parece que puede repetir hoy en estas elecciones, parece que hay un apoyo de la ciudadanía a esta cuestión.
Se vota por muchas razones. En las últimas elecciones se votó por la cuestión de la pandemia, por ese colapso psicológico que teníamos y esa necesidad de coger aire para mucha gente que supuso el voto a Ayuso. Pero es que dos años antes, Ayuso con estas políticas sacó el peor resultado de la historia del Partido Popular. Es decir, los precedentes que tenemos son esos. Veremos ahora.
Madrid se ha convertido en una de las zonas con la vivienda más cara del país. ¿Si presidiera la comunidad aplicaría la ley de vivienda para regular los precios en algunos barrios?
Estamos justo igual que Barcelona y la ley de la vivienda es una gran noticia. Por primera vez en 40 años de democracia, hay un parlamento que da un paso al frente para regularla. Claro que hay que aplicarla a Madrid. Y además con el carácter que tiene, que es un carácter transitorio, en tanto que seamos capaces de construir ese parque público que hace falta, en Madrid hay un 1% de vivienda pública frente al 20% que hay en las regiones líderes de Europa, mientras tanto hay medidas transitorias. Una es esta ley, que permite controlar un máximo de subida de precios en tanto somos capaces de construir esa oferta pública.
En el programa especial que hizo Telemadrid en el postdebate del martes, fue para que los comentaristas dijeran lo bien que había estado la presidenta y hubo muchos ataques a la oposición. A usted le llamaron vendedor de biblias.
No sé si es la peor cosa que le pueden llamar a uno, creo que no, pero en fin. No vi el postdebate, pero sí que han hecho algún comentario. No comento comentaristas, pero el debate sí lo puedo comentar. La presidenta demostró lo que siempre hemos pensado: que ni le interesa Madrid ni tiene una visión de lo que debe ser Madrid en la cabeza. Yo no sé si me llamaban eso porque fui el único que hice propuestas, la verdad es que estoy muy sorprendido porque ya llevo muchos debates electorales a mis espaldas en los ámbitos municipales. Y claro, llámame innovador por ir a un debate a explicar el modelo de región al que aspiro y las propuestas concretas que tengo, lo que había que hacer. Pero allí todo el mundo con frases huecas, con grandes eslóganes de diseño, pero nadie se mojaba. A mí me parece una falta de respeto a la inteligencia de la gente, que piensa y analiza mucho más de lo que algunos se creen.
¿Qué piensa cuando ve Telemadrid? ¿Le parece un modelo de televisión pública?
No. Hay que recuperarla como servicio público y para ser un servicio público tiene que tener un carácter informativo, de opinión plural, porque no hay otra manera si no de ser un servicio público y tener utilidad, por ejemplo, en el desarrollo del ámbito audiovisual. Telemadrid debería ser un aliado de los jóvenes creadores, de aquellos que quieren desarrollarse en ese ámbito. Mientras no sea eso, será tirar el dinero en un instrumento que no está sirviendo como servicio público.
En el debate electoral se reivindicó como la persona que puede llegar a grandes acuerdos, ¿también con el PP? ¿Cree que podría pactar con Ayuso?
Me reivindiqué como el único candidato, que eso sí que quedó cristalino en todos los comentaristas, que tiene un modelo de región en la cabeza y que habla de cosas concretas, no de frases vagas y eslóganes. Y eso significa que mi presidencia en la comunidad de Madrid será dialogante. Quiero presidir la Comunidad de Madrid para todos. Evidentemente, con Isabel Díaz Ayuso es muy difícil llegar a ningún acuerdo. Primero, por la mentalidad que tiene, que parece más candidata de Vox que del PP. Y segundo, porque no tiene ningún interés en Madrid. Yo le he mandado 24 cartas con propuestas concretas, con planes específicos, y no ha habido manera. Por eso yo me reivindico como el único con la capacidad de tener la sensibilidad para entender los problemas que tiene Madrid. Y con la solvencia y la capacidad para llevarlos a cabo.
En plena guerra del PP, Casado se preguntó si en el peor momento de la pandemia se puede adjudicar un contrato a dedo a una empresa que pagó una comisión de casi 300.000 euros al hermano de la presidenta. ¿Esa pregunta sigue siendo pertinente?
Sí, es una reflexión ética muy importante. Yo en el pacto que quiero ofrecer a los demócratas con convicciones sociales que hay en Madrid, el primer punto es la ética. La ética personal, que cada uno en las decisiones que tomemos, seamos coherentes y seamos serios. Y evidentemente, la ética en Madrid, en un lado y en otro, ha faltado durante estos últimos años.
¿Cómo afronta la recta final de esta campaña?
A seguir disfrutando. Ya he pasado por muchas campañas y en las primeras no era consciente de lo que suponen. Es un tema absolutamente trascendental para millones de familias, hay que saber disfrutarlo y entenderlo, es clave. Así que así lo afronto.
¿Quedar tercero por detrás de Mónica García y Más Madrid, como vaticinan algunas encuestas, sería un fracaso para usted?
Nosotros aspiramos a representar a la mayoría de demócratas con convicciones sociales, que es muy amplia. Yo no me presento para ganar a otros partidos de la izquierda del ámbito del comunismo, Podemos o Más Madrid, me presento para representar a una mayoría de gente que tiene la ilusión de que esto avanza en serio, de verdad, con proyectos coherentes y sensatos y con propuestas claras. Por lo tanto, no tenemos ningún horizonte que no sea ese.
¿Pero podría volver a darse ese escenario que se dio hace dos años?
La verdad es que no lo contemplamos. Las encuestas es verdad que dicen algunas cosas. Las encuestas de mayo, casi todas, nos dan claramente que somos el primer partido en el ámbito de la izquierda y nuestra confianza es no sólo eso, sino que hay una mayoría de progreso en Madrid.
¿Pactaría con Más Madrid y Podemos una alternativa de Gobierno si dan los votos para ello?
Todo el mundo tiene claro que soy una persona que habla y que dialoga sin ningún problema y que entiendo que la democracia es eso, es compartir, es ser generoso, ser flexible, entender todos los puntos de vista y, por lo tanto, por supuesto que hablaré con Más Madrid, con Podemos y también con el resto de partidos, que seguro que tienen que aportar para Madrid. Lo que sí que pido es que subamos el nivel. No puede ser que haya gente que aspire a ser presidente o presidenta de la Comunidad de Madrid y no tenga un modelo claro en la cabeza y no se moje con propuestas concretas. A mí me da mucha rabia. Madrid no puede ser la región número 32 de Europa.
Dice que faltan propuestas. Si logra ser presidente, ¿cómo se imagina Madrid dentro de cuatro años tras una presidencia de Juan Lobato?
La región que yo tengo en la cabeza es una región que apueste por los sectores estratégicos de futuro: que la innovación, el emprendimiento, la tecnología, la biotecnología sean los sectores tractores de creación de empleo, especialmente para jóvenes y para el desarrollo de la economía. La apuesta verde, una apuesta estratégica en Madrid, con el cambio de los vehículos de combustión clásica por vehículos eléctricos. Una apuesta industrial clave que supone la sustitución del motor de esos vehículos por un motor eléctrico.
Y a la vez una región que no solo en el fondo, sino que en las formas, sea una región agradable, en la que haya convivencia, en la que haya diálogo, en la que en vez de insultos, crispación, ataques permanentes, lo que haya sea gente que se entienda, que comparte proyecto de vida, que disfruta de su región.
Si el PSOE no logra el resultado que esperan, ¿seguirá dentro de cuatro años como candidato?
Nosotros vamos con todo. Esto va en serio. Yo no he dejado de ser alcalde con un 60% de apoyo, triplicando en votos al PP, para venir aquí a perder un ratito a entretenerme. Vamos con un equipo de profesionales, muchos de fuera de la política que han dado un paso al frente para ayudarnos, y vamos a por todas. Todo el mundo entiende que el PSOE en Madrid ha tomado una decisión estratégica muy clara y es cambiar Madrid en estos próximos diez años.
Entrevista completa a Juan Lobato:
Vídeo: Irene González y Nando Ochando