- La reacción de Cifuentes: es un “disparate” de “un grupo de radicales”
Los disturbios de las Marchas de la Dignidad del 22 de marzo de 2014 pueden terminar en una investigación por presunta prevaricación administrativa a Cristina Cifuentes. Un juzgado ha preguntado en un escrito a la Asamblea de Madrid por la condición de aforada de la presidenta madrileña, el trámite a seguir para intentar una imputación, después de que una plataforma haya presentado una querella contra ella por diversos delitos supuestamente cometidos aquel día. Dichas protestas terminaron con más de 100 heridos entre policías y manifestantes. Por el momento, esta denuncia contra Cifuentes no ha sido admitida a trámite, según ha podido confirmar eldiario.es.
Según publica El Mundo, esta plataforma acusa de “delitos de lesiones, amenazas, coacciones, contra la integridad moral, falsedad en documento público, prevaricación, delitos contra los derechos constitucionales y cívicos, así como todos aquellos otros delitos que resulten en el curso de la investigación”. Así, hace responsable a Cifuentes y al director de la Policía, Ignacio Cosidó, así como a otros mando de la UIP, de los incidentes de aquel día.
Los denunciantes aseguran que fueron policías infiltrados los que motivaron los disturbios tras recibir una orden de sus superiores. Según su versión, fue cuando un grupo empezó a encararse con la policía. En lugar de contra éstos, los agentes antidisturbios reaccionaron contra los manifestantes antes de la hora comunicada de la finalización del evento y mientras se leía el manifiesto de cierre a las marchas.
“Se cargó contra los manifestantes pacíficos con la excusa de que un pequeño grupo no identificado y de menos de 50 personas estaba generando un incidente. Se cargó de forma expansiva disolviendo de facto la manifestación pese a los requerimientos de los organizadores, provocando un peligro real sobre la integridad de miles de personas”, mantiene la denuncia que publica El Mundo.
Entre los heridos de las protestas hubo decenas de policías. Por el lado de los manifestantes, un chico perdió un testículo y otro la visión de un ojo. Cristina Cifuentes también tiene muy presente lo que ocurrió aquel día. Tanto que en el que era su despacho cuando desempeñaba el cargo de Delegada del Gobierno hizo un centro de mesa con una de las piedras que se lanzaron en los choques entre policía y manifestantes.
El mismo diario revela que en el PP esperan que este proceso no termine con la imputación de Cifuentes. Especialmente tras la más que segura investigación a Daniel Ortiz, uno de los diputados del partido en Madrid, por su relación con la trama Púnica.