El año pasado la bandera arcoíris, símbolo de la comunidad LGTBI, no ondeó en el Ayuntamiento de Madrid durante las fiestas del Orgullo que se celebran en la capital por todo lo alto durante las dos primeras semanas de julio. El alcalde, José Luis Martínez-Almeida, puso como excusa que no había ninguna modificación de la sentencia del Tribunal Supremo que en junio de 2020 había dictaminado que la colocación de enseñas no oficiales en el exterior de edificios públicos “no resulta compatible ni con el marco constitucional y legal vigente”, ni con el “deber de neutralidad y objetividad de las Administraciones Públicas”. Almeida manifestó entonces que tras consultar a los servicos jurídicos y a su equipo de Gobierno, “nos asesoraron y nos dijeron que no debía colgarse la bandera”, a pesar de que la vicealcaldesa, Begoña Villacís, de Ciudadanos, había anunciado que había “posibilidad” de hacerlo y que a ella le haría “mucha ilusión” verla ondear en esas fiestas. Al final, el Consistorio se limitó a iluminar la sede y la fuente de la Diosa Cibeles con los colores del arcoíris. Pero la bandera no se colgó.
Tampoco se desplegó en la Gran Vía como pretendió la organización de MADO 2021 como un gesto de la comunidad LGTBI madrileña para mostrar su repulsa a las políticas homófobas del Gobierno húngaro de Viktor Orbán. Se trataba de una enseña de 700 metros de largo, desde Callao hasta el edificio Metrópolis. La idea partió del citado colectivo y en un principio iba a ser apoyada económicamente por el área de Vicealcaldía, liderada por Begoña Villacís, con 15.000 euros ante la negativa del PP a colocarla en la fachada del Palacio de Cibeles. Sin embargo, la subvención se confirmó tarde y no pudieron pedir a tiempo los permisos a Delegación del Gobierno. La normativa marca que debe comunicarse con diez días de antelación y no pudieron acogerse al permiso de urgencia. De modo que tampoco hubo bandera en la Gran Vía.
Primer mandato y la polémica con Vox
Ya durante su primer año de mandato de Almeida, la colocación de esta enseña se vio envuelta en polémica dado que Vox, los socios en los que el PP se apoyó para lograr hacerse con la alcaldía, se opuso a ello tajantemente.
Sin embargo, la bandera finalmente apareció... pero en un lateral de la fachada del edificio de Cibeles, no en el centro, como era costumbre. La excusa aquella vez fue que el edificio acababa de ser restaurado y no procedía, a pesar de que el día anterior el Ayuntamiento había desplegado en el centro de la sede una gran bandera de España. Ese gesto motivó que al acto no asistieran ningún colectivos LGTBI ni tampoco los miembros de los grupos de izquierda de la oposición, que le acusaron de LGTBIFobia.
Ante la posibilidad de que vuelva a ocurrir lo mismo, y para forzar al alcalde a retratarse, Más Madrid se ha adelantado a las fechas de la celebración del Orgullo 2022 y ha presentado una proposición, a la que ha tenido acceso esta redacción, que será debatida este martes en el Pleno de Ayuntamiento. En ella exigen al regidor “un mayor compromiso con los derechos humanos de las personas LGBTI+ y con la lucha contra la LGTBIfobia”. Para demostrarlo, piden al Ayuntamiento de Madrid que este año no haya más excusas y se “despliegue la bandera arcoíris en la fachada del Palacio de Cibeles como muestra del apoyo de la ciudad de Madrid a las reivindicaciones de igualdad y derechos” de estos colectivos.
Además, en su primer punto, la propuesta del grupo que lidera Rita Maestre pide que el Pleno del Ayuntamiento de Madrid “inste al Gobierno de España a agilizar la tramitación, a la mayor brevedad posible, de la Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI”.
Una Red de ciudades hermanadas en la defensa de los derechos LGTBI+
También sugiere que el Ayuntamiento de Madrid “lidere la creación de una Red de ciudades hermanadas en la defensa de los derechos de las personas LGTBI+ con los siguientes objetivos generales: ”Explicitar el compromiso de las ciudades miembro de la red con la protección, la defensa y la garantía de los derechos humanos de las personas LGBTI+ y con la lucha contra la LGTBIfobia“; ”Promover entre las ciudades miembro de la red la colaboración y el intercambio de conocimiento, datos, experiencias y buenas prácticas en la implementación de políticas públicas en favor de la igualdad y para la erradicación y prevención de la LGTBIfobia“; ”Favorecer la colaboración entre las ciudades miembros de la red para la elaboración de campañas públicas para la visibilidad de las personas LGTBI+ y para la erradicación y prevención de la LGTBIfobia“; y, por último, ”Promover la celebración de un encuentro bienal sobre ciudades abiertas en el que participen las ciudades miembro y entidades y organizaciones que promuevan los derechos de las personas LGTBI+ en el que se compartan estrategias y políticas públicas de ámbito municipal que mejoren la inclusión de las personas LGBTI+ en las ciudades“.
Los preparativos para la fiesta que tendrá lugar entre el 1 y el 10 de julio, y arrancarán en el madrileño barrio de Chueca, ya han comenzado. La gran manifestación, acto central del Orgullo, tendrá lugar el sábado, día 9. En este acto han participado otros años dirigentes del PP y Ciudadanos, aunque sin mezclarse con los demás grupos de la oposición. Los dirigentes de ambos grupos han sufrido el rechazo de algunos asistentes a la marcha como señal de protesta por las políticas del Ayuntamiento que en los presupuestos del año pasado ya recortó las subvenciones que recibían alguno de estos colectivos, como MADO Madrid Orgullo, para la preparación de este importante evento anual que atrae a Madrid a miles de personas de todas las nacionalidades.