La línea 76 (Plaza de la Beata-Villaverde Alto) será desde finales de enero la primera de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) cien por cien eléctrica con carga por inducción, esto es, se convertirá en la primera ruta convencional cero emisiones tanto acústicas como atmosféricas.
Con este sistema se pueden recargar rápidamente las baterías de los autobuses varias veces al día en las cabeceras de la ruta durante la prestación del servicio. De este modo los autobuses no necesitan llevar a bordo la totalidad de la energía necesaria para tener autonomía para toda su jornada de trabajo, lo que permite incorporar baterías de menor tamaño.
Tras el periodo de pruebas, el Ayuntamiento de Madrid prevé que la línea 76 empiece a operar íntegramente con estos autobuses eléctricos el próximo 22 de enero.
Sistema pionero en España
Este sistema pionero en España en una línea de autobuses urbanos explotada íntegramente con autobuses eléctricos con sistema de recarga de oportunidad por inducción tiene el valor añadido de ser también el primero implementado por empresas españolas, ha avanzado el Consistorio. A eso se suma que se ha logrado una homologación completa por primera vez en España para el conjunto del sistema, tanto vehículos como cargadores.
Esta iniciativa de la EMT se incardina en el Plan A de Calidad del Aire y Cambio Climático del Ayuntamiento, que destaca que la puesta en marcha de una línea que funciona íntegramente con autobuses eléctricos equipados con sistema de recarga inductiva forma parte del plan estratégico de EMT y supone la consecución de un hito único a nivel tecnológico y operativo en España y muy relevante en Europa, donde sólo algunas ciudades, como Berlín, han llevado a cabo una experiencia similar.
La EMT ha optado por la recarga de oportunidad inductiva (sin contacto) por eficiencia, sostenibilidad, seguridad y versatilidad del sistema, además de por razones urbanísticas al ser un sistema que no tiene ningún impacto visual en la ciudad pues no necesita catenarias ni pantógrafos.
Así funciona la recarga por inducción
La recarga por inducción se efectúa mediante un sistema de dos bobinas magnéticas, situadas una en la parte inferior del autobús y otra empotrada en la calzada. La estación de recarga se activa eléctricamente solo cuando el sistema de control reconoce que un autobús con bobina inductiva se ha detenido encima. El sistema es totalmente seguro porque en caso de que no haya un autobús con bobina, la estación de carga no funciona de modo que no hay ningún riesgo.
La bobina empotrada en el suelo está cubierta con una capa de hormigón y las conducciones eléctricas están enterradas por lo que no hay afección a los viandantes ni a otros vehículos, que pueden circular sobre ella. Para garantizar la seguridad de los viajeros, el habitáculo del autobús está aislado para evitar radiaciones magnéticas al interior del vehículo.
La carga completa de las baterías se realiza en horario nocturno en la cochera mediante un sistema conductivo, de modo que los autobuses inician su servicio con las baterías completamente cargadas. Una vez que ha transcurrido parte del servicio, las baterías deben ser recargadas.
Estas recargas se realizan en menos de ocho minutos en las cabeceras de los itinerarios donde se abastece al autobús de la energía necesaria para continuar su recorrido. La ventaja de este sistema es que permite usar autobuses eléctricos durante toda la jornada de trabajo con plena autonomía.
Cinco autobuses
Dado que aún no se comercializan autobuses con sistema inductivo, la EMT ha optado por llevar a cabo una transformación de cinco autobuses híbridos enchufables Castrosua Tempus ya disponibles en la flota. Son
autobuses cien por cien eléctricos a los que se les ha añadido la recarga por inducción.
La ruta de la línea 76 atraviesa los distritos de Usera y Villaverde con un itinerario de 14 kilómetros entre ida y vuelta y 42 paradas. Funcionará diariamente con cinco autobuses, que pondrán su granito de arena para mejorar la calidad del aire en los distritos que atraviesa esta línea.
Además a la línea de inducción se unirán en enero los quince autobuses eléctricos adquiridos por EMT este año y a lo largo de 2018 otros tantos autobuses y 18 minibuses. Entre 2019 y 2020 se prevé incorporar otros 40 autobuses eléctricos, de modo que a finales de 2020, la flota de la EMT alcance los 78 vehículos de propulsión eléctrica.
La EMT también está remodelando y modernizando completamente la cochera de La Elipa para convertirla en el Centro de Operaciones eléctrico de la empresa municipal.