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Operación Chamartín: Seis meses para desatascar un proyecto paralizado durante 23 años

“Si sigue la buena voluntad, en seis meses es un buen plazo para que esté la firma del acuerdo”. Esta afirmación resume el optimismo con el que el Gobierno de Ahora Madrid está afrontando las negociaciones para desbloquear Madrid Puerta Norte, el proyecto del Ayuntamiento de Madrid sobre el nudo norte de la capital que entierra al anterior conocido como Operación Chamartín.

La llegada de la nueva dirección de Fomento ha cambiado el panorama de las negociaciones, después de que el equipo anterior rechazara de plano el diseño del consistorio que preside Manuela Carmena. Si la exministra Ana Pastor se mostró impasible en la defensa de un proyecto que ha estado paralizado durante 23 años, Iñigo Gómez de la Serna ha dado un giro de 180 grados desbloqueando las negociaciones. De la Serna salió de su primera reunión con la alcaldesa con un mensaje completamente contrario al de su antecesora: mientras Pastor presionaba a Carmena para que volviera al proyecto de DNC; el nuevo ministro reconocía al Ayuntamiento de Ahora Madrid como el competente para liderar un nuevo proyecto consensuado entre todas las partes.

Con el horizonte puesto a finales de verano también por parte de Fomento, cada quince días la mesa de técnica compuesta por Adif, DNC (el consorcio de empresas BBVA y la constructora San José) y el Ayuntamiento se reúne para trabajar en el acuerdo. La última vez fue el pasado 27 de enero y la próxima será el 16 de febrero, después de que por cuestiones de agenda se haya tenido que retrasar la reunión prevista para el nueve. Se espera también a falta de concretar fecha, un encuentro entre la mesa política en el que se podrían concretar algunos acuerdos que ya se han ido alcanzando entre los técnicos.

Pero el camino no está del todo allanado. Las tensiones en las negociaciones vienen por parte de consistorio y DNC, formada por BBVA y la contructora San José. Desde DNC no son tan optimistas a la hora de ponerle fecha al acuerdo, aunque se muestran con “disposición” para desbloquear el proyecto. Lo que dejan claro es que solo firmarán un acuerdo “rentable desde el punto de vista económico”. Manuela Carmena dijo tras su reunión con De la Serna del pasado mes de diciembre que el proyecto 'Madrid Puerta Norte' era la base con la que se trabajaría el acuerdo. No hay imposiciones, excepto en su propuesta de reducir la edificabilidad a la mitad y las viviendas a 4.600 -1.000 de ellas sociales-, según precisan a eldiario.es.

Este viernes El Confidencial ha publicado que uno de los primeros acuerdos está encaminado en volver a los 3,1 millones de metros cuadrados de edificabilidad en los que DNC pensaba construir 16.000 viviendas. El Consistorio desmiente que se estén planteando estas dimensiones: “No se puede hacer una operación a base de inflar la edificabilidad”. “Ese retroceso no se va a producir”, defiende. 

'Madrid Puerta Norte' reduce los más de tres millones de metros cuadrados de suelo sobre el que realizar la operación a la mitad. En el proyecto impulsado por el consistorio, el coeficiente de edificabilidad sería del 1,05 metros cuadrados, así que edificables serían finalmente 1.750.197 metros cuadrados.

A través de la prensa se han podido conocer algunos de los acuerdos a los que ha llegado el equipo técnico. El diario El Mundo los adelantó: se dividirá el proyecto en tres fases con planteamientos y gestiones independientes. El norte, se destinará a un uso residencial con actividad económica mixta y la altura máxima de los edificios en esta zona será de seis plantas, con excepciones. En el sur, el uso estará encaminado a ser “una nueva ciudad financiera” bajo la denominación Central Business District, situada en el entorno de Chamartín y teniendo en cuenta para su construcción la reforma de la estación. Se trabaja también en dotar la superficie de zonas verdes. 

Dos décadas paralizado

La urbanización del norte de Madrid es un asunto que arrancó hace ya 23 años. El plan consistía en soterrar las vías de tren de de la zona norte de Madrid –los que salen de la estación de Chamartín– y urbanizar esos terrenos con zonas de viviendas, oficinas y una nueva zona financiera con un rascacielos de 70 plantas, que sería el más grande de Europa. Con las plusvalías generadas con los terrenos, estaba previsto pagar gran parte de los gastos de la ampliación del metro, el soterramiento del tren y dos nuevos nudos de tráfico.

El Ayuntamiento de Manuela Carmena decidió bloquear el proyecto y presentar una alternativa: Madrid puerta Norte. Pero tanto las empresas afectadas como la Comunidad de Madrid y el Ministerio de Fomento han llevado esta decisión a los tribunales. Fomento reclama al Ayuntamiento 700 millones de euros por la paralización, por “obras ya ejecutadas o en vías de ejecución”, como el tunel que conecta la estación de Chamartín con la de Atocha el tren de cercanías hacia el aeropuerto. Pese a que la sintonía entre Ministerio y Ayuntamiento parece ser mejor, la demanda sigue en vigor. Desde el consistorio esperan que el acuerdo ponga fin al pleito legal.