Los datos de Madrid sobre las UCI indican que están al borde de su capacidad: el 85% están ocupadas por enfermos de COVID-19

Los unidades críticas de los hospitales se asoman al colapso en muchos territorios pese a que las comunidades han doblado de media las últimas semanas sus camas para los pacientes más graves. En el caso de Madrid, la región más castigada por la crisis sanitaria del coronavirus, se han multiplicado por tres según el Gobierno regional. Pero pese a este esfuerzo por incrementar nuevas camas, los datos sobre los ingresos hospitalarios en las unidades de cuidados intensivos demuestran que las UCIs madrileñas ya están al borde de su capacidad: de las 1.761 camas ahora disponibles 1.502 (a fecha de 31 de marzo) están ocupadas por pacientes de COVID-19. El 85,3%.

La cifra es inferior a la que registraban los hospitales 24 horas antes cuando había 1.514 ingresados críticos en la región. Esto no significa que no haya habido nuevos ingresos, aclaran desde la administración autonómica, sino que hubo más altas de pacientes en estas unidades de los que entraron. Sin embargo, desde el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso no cuantifican a eldiario.es estas cantidades de entradas y salidas.

Pero lo que podría parecer una buena noticia, no refleja la realidad del día a día de los hospitales madrileños, aseguran los sanitarios. Como apunta el propio dato absoluto de ingresos de pacientes por COVID-19, las UCIs se encuentran “desbordadas”. Muchos de los hospitales consultados se asombran con el dato de este miércoles ya que apuntan a que sus unidades (las que había antes de la emergencia y las nuevas), “ya están llenas”.

En el caso del Gregorio Marañón, el hospital público más grande de la región, este martes “había seis pacientes en lista de espera para ingresar en cuidados intensivos, cuando solo teníamos previsto dar dos altas”, explica una médico que atiende a este tipo de pacientes. “Eso sin contar a los que ya no les damos la oportunidad”, añade. Solo en este hospital las camas UCI ascienden a 116, mientras que antes de la emergencia sanitaria eran 30. Se han multiplicado por cuatro. “La realidad ahora es que tenemos listas de espera”, lamenta.

En el Ramón y Cajal pasa algo parecido, aunque desde este hospital aseguran que el martes quedaron libres unas cuatro camas. “Es mucho para los tiempos que corren”, apunta una enfermera intensivista, que reconoce sin embargo que esas camas pueden llenarse al día siguiente y que de repente sean insuficientes.

Tampoco en La Paz quedan camas, señala un intensivista de este hospital. “Está todo lleno”, asegura, para un hospital que tiene ingresados a 133 pacientes críticos. Desde este centro también recuerdan que “se están desestimando pacientes” desde hace días. “Revisad las muertes por edades, ahí está la clave. Hay pacientes de 40 años con otras patologías y esperanzas de vida de uno o dos años a los que no se les está derivando cuando antes sí se hacía”, afirma.

También en el Príncipe de Asturias, en Alcalá de Henares, se encuentran desde hace días al borde del colapso. “La información sobre las camas críticas es muy contradictoria porque es todo horrible, hay enfermos que se mueren y no y ni siquiera podemos desconectarlos y conviven durante horas con otros pacientes”, lamenta un sanitario en conversación con eldiario.es.

Desde todos los hospitales consultados denuncian que no saben cuántas camas disponibles en el resto de la red y que eso limita la toma de las “mejores decisiones”. En estos momento si quedan camas libres en un hospital no se derivan a pacientes graves de otro. “No nos están cogiendo traslados desde la semana pasada, cuando antes podíamos hacerlos. Estamos viendo personas con 20 años de esperanza de vida para los que no hay intubación ni respiradores”, contaba a este periódico una médica del Hospital de Alcalá.

Los traslados entre hospitales apenas se dan, reconocen estos facultativos, porque la gravedad de los pacientes y los medios de los que dispone la sanidad madrileña en estos momentos lo impide. Para trasladar a un paciente haría falta una ambulancia, un respirador, un médico intensivista y un enfermero también especializado. “Eso ahora es un lujo, no hay medios para los hospitales que estamos atendiendo a decenas de pacientes como para que se destine un médico a un solo paciente”, señalan que también reconocen que a veces el estado de los enfermos tampoco lo permite.

A día de hoy, es imposible conocer el estado real de las UCIs madrileñas porque la Comunidad de Madrid no facilita esos datos. De las 1.761 camas (16 en Ifema) de hospitales públicos y privados ahora disponibles en la región desde que empezase la emergencia sanitaria, 1.502 estaban ocupadas este martes por pacientes de COVID-19. En el Gobierno de Ayuso aseguran que hay más pacientes de otras patologías ingresados en estas unidades pero no especifican el dato de cuántas camas habría libres en la región.

Baile de cifras

La alarma de que algo pasaba con los ingresos en las UCIs saltaba este miércoles después de que el Ministerio de Sanidad remitiera su informe diario del estado de las comunidades autónomas. La cifra que ofrecía la Comunidad de Madrid difiere de los datos facilitados por Sanidad. Según el departamento que dirige Salvador Illa, el número de enfermos críticos en las últimas 24 horas no había variado: se mantenía en los 1.514. La cifra no concuerda ya que, según el Ministerio, es acumulada desde el comienzo de la crisis. Es decir, “el número de pacientes que han precisado UCI” hasta el momento.

Sin embargo, desde la Consejería de Sanidad de Madrid aseguran que la información que ofrece su administración a diario no es acumulada (ni nunca lo ha sido): “La que publica el Ministerio cada día es la nuestra de ocupación diaria”, apuntan desde el Gobierno regional que cuantificaban los ingresos de este martes en críticos en 1.502. Esto supone que a día de hoy se desconocen los pacientes que realmente han precisado UCI en Madrid desde que comenzó la crisis del coronavirus y demuestra que los diferentes criterios con los que se recogen los datos cada comunidad impiden conocer la dimensión de la epidemia en España.

La explicación del Ejecutivo madrileño se aproximaba a la que ofrecía después el ministro de Sanidad, que no reconocía el error en el dato. Salvador Illa explicó que hubo personas que salieron de la UCI “porque se han recuperado o fallecieron”. “Este número de personas dejaron vacantes un número de plazas que fueron ocupadas por otros pacientes que lo requerían. Más de 60 personas salieron de las UCI porque se habían recuperado”. “Es un dato que hay que tomar con muchísima precaución, pero que indicaría una evolución favorable y que se añadiría a otros que ya conocemos de evolución favorable en la Comunidad de Madrid”.

Los sanitarios apuntan a que la presión en las urgencias madrileñas ha disminuido, sobre todo, desde la puesta en marcha del hospital de campaña de Ifema. También que la curva de nuevos positivos por COVID-19 se está “aplanando” gracias a las medidas de confinamiento.

Sin embargo, estas cifras que celebran como positivas, todavía no se reflejan para los pacientes más críticos, explican. “Entiendo que intenten dar buenas noticias pero de momento no las hay”, lamenta una sanitaria. Desde los hospitales reclaman más unidades intensivas porque las actuales están ya colapsadas.

El vicepresidente de la Comunidad, Ignacio Aguado, descartaba este miércoles que “a día de hoy” se vayan a trasladar pacientes afectados por el coronavirus a otras autonomías. “A día de hoy no está sobre la mesa ese escenario, la Comunidad sigue siendo capaz de gestionar el sistema sanitario y sobre todo las plazas que se ofrecen a los pacientes sin necesidad de recurrir a otros sistemas sanitarios autonómicos”, defendía Aguado en un vídeo, en el que ha respondido a las preguntas formuladas de antemano por los medios de comunicación, aunque tampoco ha descartado “ningún escenario ni ninguna posibilidad”.

La solución que dan los organismos especializaos para el desborde de las UCIs, sin embargo, pasa por movilizar recursos de otras comunidades autónomas a los territorios más afectados como es el caso de Madrid, debido a que el traslado de pacientes es prácticamente inviable.

La sociedad española de enfermería intensiva emitió este lunes un comunicado en el que reclamaba ante la situación excepcional “la necesidad de movilizar recursos tanto de equipos (especialmente ventiladores), como de profesionales desde las comunidades autónomas menos afectadas a aquellas en las que ya en estos momentos no tienen más capacidad de ampliar sus recursos”.

Lo cierto es que, haciendo un repaso a varios hospitales y con las cifras de ingresados que ofrece el Gobierno regional en la mano, todo apunta a que estas unidades están ya desbordadas. El director del Centro de Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ya alertaba el fin de semana de que “seguimos teniendo problema con la saturación de las UCI porque los infectados hoy las necesitarán en 7 a 10 días”. El reto ahora está en tratar de evitar un mayor colapso para mantener la atención sanitaria y controlar la letalidad de la enfermedad.