La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, y la alcaldesa de la capital, Manuela Carmena, han homenajeado este sábado a las 193 víctimas del 11-M en el decimotercer aniversario de los atentados. Ante la fachada de la Real Casa de Correos, el primer acto de la jornada en recuerdo de las víctimas ha comenzado puntualmente a las nueve de la mañana con el repique de las campanas de la Puerta del Sol, mientras Cifuentes y Carmena colocaban una corona de laurel ante la placa que recuerda a los fallecidos.
En declaraciones a los periodistas, Cifuentes ha asegurado que es un día “muy emotivo” para todos los madrileños porque “los recuerdos son muchos”. Por su parte, la alcaldesa ha señalado que Madrid está “toda unida” con las víctimas y ha insistido en que este tipo de actos es “imprescindible”
A este acto también han asistido los presidentes de la Asociación Víctimas del Terrorismo, Alfonso Sánchez; de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M, Ángeles Domínguez; de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Mª del Mar Blanco; y de la Asociación 11-M Afectados del Terrorismo, Eulogio Paz.
Mas tarde, en el acto de recuerdo a las víctimas organizado en la estación de Atocha por los sindicatos, la Unión de Actores y la Asociación 11-M, Carmena ha explicado que las instituciones quieren ser “como un gran lazo que una a todas las expresiones de dolor legítimas, todas justificadas”. “Queremos englobarlas, unirlas, respetando también la individualidad e iniciativa de cada uno de los colectivos que se vieron afectados”, ha añadido.
La presidenta de la Comunidad de Madrid ha destacado la importancia de visibilizar la “unidad” de instituciones y partidos políticos en torno a la solidaridad con las víctimas.
En total, 193 personas de 17 nacionalidades distintas (la española la más numerosa, con 143 víctimas) perdieron la vida en los atentados perpetrados por Al Qaeda: 34 en el tren que explotó en la estación de Atocha; 63 frente a su paso por la calle Téllez; 65 en el de la estación del Pozo; 14 en el que estaba en la estación de Santa Eugenia y 16 en diferentes hospitales, además del agente de los GEO fallecido en el piso de Leganés donde se encontraban los terroristas dos semanas después. La última víctima murió en 2014 tras permanecer en coma diez años.