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La historia de cómo IU y Podemos salvaron la confluencia en Madrid a cuatro minutos del límite

En el centro: Raúl Camargo (Anticapitalistas) Isa Serra (candidata Unidas Podemos IU a la Comunidad de Madrid), Sol Sánchez (IU Madrid) y Álvaro Aguilera (PCM).

Fátima Caballero

El límite legal eran las doce de la noche del viernes y el acuerdo se cerró a las 23:56. Fue en el último momento, cuando ya parecía imposible, al filo de la media noche y tras una dura negociación de semanas que en el tiempo de descuento doblegó la mano de los líderes más duros del Partido Comunista de Madrid (PCM), que se negaban a esa alianza con Podemos.

A pesar de la ley electoral –que exige un mínimo del 5% para lograr representación–, a pesar de las encuestas –que daban a una lista de IU con Anticapitalistas unas expectativas mínimas–, a pesar de los precedentes –la candidatura de Luis García Montero de 2015 que se quedó por debajo del 5% y entregó la presidencia de Madrid al PP–, a pesar de la fragmentación que ya vive la izquierda con la lista de Iñigo Errejón, la negociación fue dura y convulsa.

Los mayores detractores en IU Madrid al acuerdo con Podemos tienen nombres propios. El secretario general del PCM, Álvaro Aguilera, y el responsable de Área Interna de IU Madrid, Javier Viondi, han sido los principales opositores a una alianza con el partido de Pablo Iglesias. Este viernes, hasta el final, remaron en esa dirección. Fuentes del partido explican así su cerrazón: “Tienen una visión equivocada de Podemos, piensan que ha implosionado y que va a dejar de existir y a partir de esa teoría piensan que hay que construir otro espacio, una alternativa que es casi marginal”.

Mientras los líderes de Madrid no querían el acuerdo, la dirección federal seguía apostando por ello. El hombre designado desde la cúpula del partido para lograrlo era el edil Carlos Sánchez Mato, ya nombrado candidato de Madrid en Pie al Ayuntamiento, tras la renuncia a la candidatura de Mauricio Valiente, que dimitió después de que la militancia de IU en Madrid respaldara mayoritariamente en una consulta las tesis contrarias a un acuerdo con Podemos.

Valiente, dirigente de IU en Madrid, forma parte de las escasas personas que en la dirección de la federación madrileña querían la coalición electoral. Tanto él como Sánchez Mato han sido los principales valedores del acuerdo con Podemos.

A las 23:30 horas de la noche todo parecía perdido. Apenas media hora antes del límite para registrar la coalición ante la Junta Electoral, fuentes de ambos partidos daban por imposible la confluencia, aunque seguían intentándolo con conversaciones informales a varias bandas. “Todavía quedan minutos”, respondía un dirigente a este diario a la pregunta de si, como decían todos sus compañeros, el acuerdo era imposible. El motivo de que la coalición se retrasara ni siquiera era un desencuentro sin solución con Podemos, sino una fractura interna en el seno de IU. Los principales negociadores fueron los líderes de IU... con los líderes de IU.

“Se firmó a ciegas”, asegura un dirigente de Izquierda Unida a eldiario.es. Los puestos en la lista y otros detalles se negociaron después, a altas horas de la madrugada. Pero a las 23:56, la izquierda se salvó en Madrid de una nueva fractura electoral, que habría aumentado las posibilidades de la derecha de volver a ganar la presidencia del gobierno regional.

Las presiones y desencuentros en el seno de IU han sido constantes durante toda la semana. Álvaro Aguilera llegó a dimitir este martes de un órgano interno del Partido Comunista, según confirmaron la noche de ese mismo día varias fuentes a este diario, después de que el secretario general del Partido Comunista, Enrique Santiago, le presionara para que abandonara su oposición a la coalición. Al día siguiente, esa renuncia nunca había existido: desde la formación informaron a Aguilera de que suponía también una dimisión de su cargo como secretario general del Partido Comunista de Madrid y nunca la hizo efectiva.

Las últimas 48 horas son claves para entender unas negociaciones que se llevaron al límite. Solo dos días antes, el miércoles por la mañana, en una reunión secreta en la que estaba la propia Isa Serra, que encabezará la coalición a la Comunidad de Madrid, Podemos garantizaba algunas de las exigencias de Izquierda Unida Madrid: un programa común y participativo, y autonomía y peso del espacio creado con Anticapitalistas, Madrid en Pie, en el futuro grupo parlamentario. Podemos cedió también un lugar en la lista, respecto a la oferta que había hecho semanas atrás, y ofreció mover el puesto 12 al 11, aseguran a eldiario.es fuentes de la formación de Serra. “A nosotros nos habían dicho que con ese movimiento ya iba a valer pero no fue así”, añaden fuentes de Podemos.

Los optimistas que apostaban por el acuerdo en Izquierda Unida se presentaron la tarde del mismo miércoles en la Asamblea Político y Social de IU Madrid, el máximo órgano de decisión de la federación madrileña, con un documento por la alianza. Por otra parte, los detractores llevaban otro escrito en el que el acuerdo se presentaba como inviable. De esa reunión que duró casi cinco horas debía salir la decisión final. Una vez más, el acuerdo no se cerró.

De este encuentro, en el que más de cuarenta personas pidieron la palabra, se elaboró un documento de consenso, después de que Aguilera expusiera su escrito contrario al acuerdo. “Tanto él como la mayoría de la delegación que habló esa tarde fue muy despectiva con Podemos y vinieron a decir que se acababa con el acuerdo”, explica uno de los participantes. Del lado de los que apoyaban la coalición estaban Sánchez Mato y Valiente, que se encontraron en minoría pero que lograron salir de la reunión con el compromiso de seguir intentándolo.

Apenas minutos después de que se colgase en la página web la resolución de consenso, desde la dirección de IU Madrid informaron a la prensa de que pedirían una mejora en la lista que consistiría en añadir un lugar más a la oferta de Podemos. Izquierda Unida Madrid quería ahora los puestos 2, 6, 9, 11 y 12 (la oferta de Podemos era la segunda posición, la sexta, la 11 y la 13), después de que la dirección regional de IU en Madrid pusiera el grito en el cielo semanas antes cuando las direcciones federales de IU y Podemos cerraron un acuerdo en el que “centraron todo en una cuestión de sillones y eso no era lo importante”, decían.

“Estoy seguro de que los puestos no son lo más importante para mi organización a la hora de llegar a un acuerdo en la Comunidad de Madrid que tanto reclama la gente”, defendió Sánchez Mato en su cuenta de Twitter, unas palabras que fueron también difundidas por el coordinador federal, Alberto Garzón. Era un mensaje interno.

Esta nueva exigencia de IU trascendió a la opinión pública ese mismo miércoles por la noche. La filtración fue interpretada por algunos de los asistentes a la reunión como una manera “de intentar reventar el acuerdo”. “Se llegó al compromiso de que eso no saldría de la asamblea”, explican fuentes de IU. No se cumplió.

Podemos no recibió esta nueva propuesta con agrado, según reconocieron fuentes de la formación de Iglesias, “que ya no tenía que ver con programas o estatus en el grupo parlamentario”, y se negaron a sentarse oficialmente con la dirección de IU Madrid durante toda la jornada del jueves. No estaban dispuestos a ceder en eso. “El jueves la desesperación es grande porque nos estaban diciendo constantemente que cuando hubiera un movimiento aceptarían, ya habíamos hecho y al final estuvimos hasta el último minuto dando movimientos”, aseguran fuentes de Podemos.

El viernes, Aguilera y Viondi seguían esperando una respuesta de Podemos para cerrar una encuentro que no llegaba. No hubo reuniones formales pero las conversaciones telefónicas no pararon. Las negociaciones estuvieron “bloqueadas” durante prácticamente toda la tarde del viernes. “Lo que pasa el viernes es que les movemos otro puesto, del 17 al 16, y eso se hace a las once de la noche porque parece que no van a decir que sí de ninguna manera”, aseguran fuentes de Podemos.

“A última hora desde el Partido Comunista de Madrid seguían empeñados en que no debía haber acuerdo y pusieron como excusa que el puesto del 16 bajara al 15”, explican fuentes conocedoras de las negociaciones. El acuerdo definitivo ha sido que los candidatos de Madrid en Pie ocuparán el lugar 2, 6, 11, 13, 16 y 20 de la lista.

La confluencia finalmente llegó, pero en el último momento. Aguilera y Viondi dieron su brazo a torcer. Y a las 23:56 horas salió el fax hasta la Junta Electoral.

Poco después de registrarse la alianza, Javier Viondi, mano derecha de Álvaro Aguilera en la oposición al acuerdo, envió un mensaje de voz por teléfono a un grupo de la dirección de IU en Madrid. Esta es la transcripción literal del audio, al que ha tenido acceso eldiario.es: “Acabamos de registrar la coalición con hora 11:56. Se ha registrado una coalición a ciegas. Quiero que se sepa. Y espero que todas y todas arrimemos y trabajemos para que se haga cumplir la mierda de coalición que hemos firmado por las putas presiones que hemos tenido que recibir. Espero que todos nos pongamos a trabajar y no nos entreguemos de esta manera como lo hemos hecho, firmando a estas horas”.

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