Mariano de Paco, el fichaje de Ayuso para dirigir la política cultural con el ahorro en su punto de mira
El sustituto de Marta Rivera de la Cruz al frente de la política cultural madrileña es un veterano director de escena. Isabel Díaz Ayuso ha renovado su gabinete con nueve consejeros –solo tres mujeres– ascendiendo a cargos intermedios. Es el caso del nuevo consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Mariano de Paco, hasta ahora gerente de los Teatros del Canal.
Pero antes de dar el salto al Gobierno autonómico, De Paco no solo gestionaba el presupuesto del principal espacio escénico de la Comunidad, sino también el Teatro Auditorio de San Lorenzo de El Escorial –el segundo espacio de los Teatros del Canal– y, además, dirigía el festival Clásicos en Alcalá, una muestra de teatro iberoamericano del Siglo de Oro que se realiza en Alcalá de Henares. Porque De Paco es un experto en el teatro de Lope y de Calderón pero también en el de otros autores del siglo XX como Enrique Jardiel Poncela, Ignacio Amestoy o Jerónimo López Mozo.
Hijo de dos respetados investigadores teatrales, Mariano de Paco y Virtudes Serrano, este murciano de 51 años dejó de ser el director de teatro, afable, simpático, con don de gentes y ambicioso, como así le recuerda la profesión, para dar un vuelco a su vida en 2019 como un gestor definido por la profesión como “implacable”.
El nuevo consejero entró al Gobierno de la Comunidad de Madrid en ese año, al mismo tiempo que Blanca Li fue nombrada directora artística de los Teatros del Canal, como director de Gestión y Asesor de Artes Escénicas. Desde 2009 era la empresa de servicios Clece (perteneciente al grupo ACS, presidido por Florentino Pérez), la que venía realizando la gestión y explotación de los espacios de El Escorial y Canal, bajo la dirección artística de Albert Boadella. El sector teatral criticó que una empresa de este tipo pudiera llevar la gestión de un espacio escénico. El retraso en la resolución de un nuevo concurso supuso para las arcas públicas un desembolso extraordinario, y finalmente una UTE consiguió el nuevo contrato en 2021, que Clece intentó impugnar sin éxito. De las dos empresas de esta unión temporal, imesAPI y Salzillo Servicios Integrales, una de ellas se dedica a la señalética de tráfico.
Según fuentes cercanas al espacio, fue la mano de De Paco la que sacó a Clece de los Teatros del Canal y la que consiguió separar la gestión de los edificios de la gestión artística en la licitación que ganó esta UTE. El movimiento propició que él pudiera llevar la gestión económica en solitario, y motivó más de 20 despidos improcedentes de trabajadores que llevaban más de 10 años bajo el paraguas de Clece. Ejemplo de ello fue el desmantelamiento del equipo de comunicación de los Teatros del Canal, un servicio que se decidió externalizar.
Gestor ahorrador, programador generoso
En ese momento, coincidente con la segunda victoria electoral de Ayuso que le permitió gobernar en solitario, en junio de 2021, el título del cargo de Mariano de Paco perdió la parte de “asesor de artes escénicas” pero su salario bruto anual se incrementó en 8.500 euros. Además consiguió, a dedo, la dirección de Clásicos en Alcalá. Antes había ejercido como gestor de la Academia de las Artes Escénicas bajo mandato de Jesús Cimarro y como gerente del Festival de Teatro Clásico de Almagro.
De Paco, en tres años de gestión del festival Clásicos de Alcalá, instaló varios cambios significativos. Rebautizó el festival denominándolo Festival Iberoamericano del Siglo de Oro y comenzó a producir obras de teatro, producciones que en su segundo año de mandato se extendieron a Latinoamérica y recurrió a la red de teatros de la propia Comunidad para que estas obra girasen, aunque no lo hicieran fuera de Madrid.
Así, se pudieron ver obras con Pedro Mari Sanchez como La palabra de oro, producida íntegramente por el festival, o montajes con el Teatro de la UNAM de México como La culpa busca la pena, o Amo y criado de Rojas Zorrilla que se coprodujo con Teatro Julio Mario Santo Domingo de Colombia y dirigió el español Eduardo Vasco. Este año el festival ha inaugurado su edición con un montaje producido por el festival junto con La Chapelle Harmonique (Francia) y el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo de Bogotá, La vida es sueño. Es resaltable que este teatro colombiano está dirigido por uno de los grandes gestores latinoamericanos, Ramiro Osorio, que fue ministro de cultura de su país y es padre de la persona que está al cargo de la coordinación del Festival Iberoamericano del Siglo de Oro, la dramaturga Amaranta Osorio. El montaje tan solo ha tenido dos funciones en el festival, no se ha anunciado ninguna otra representación en nuestro país.
Para poder realizar estos proyectos, De Paco tuvo que hacer crecer el presupuesto del festival. Desde el año 2019 hasta este, el evento ha tenido un incremento de más del 70%, pasando de un presupuesto de 200.000 euros a 520.000 euros este año. Fuentes cercanas al festival explican que estas acciones le han servido a De Paco para posicionarse en América Latina.
El 'caso Bezerra'
El nuevo consejero fue uno de los responsables de la cancelación de Muero porque no muero, el montaje sobre Santa Teresa del dramaturgo Paco Bezerra. El autor y la oposición política consideraron que se trataba de un tema de censura ideológica, mientras que la Comunidad de Madrid adujo que se trataba de un asunto presupuestario. Dado que esa era la excusa, Mariano de Paco salió a dar explicaciones en rueda de prensa junto a Blanca Li, pero seis meses después.
El siguiente paso de Mariano de Paco fue intervenir el Teatro de la Abadía, un espacio regido por una fundación cuyo patronato está habitado en gran medida por la Comunidad y en el que esta inyecta una subvención anual de 1,7 millones de euros. El Patronato de la fundación del teatro cesó a su antiguo director, Carlos Aladro, en febrero de 2022, en mitad de la temporada y sin aviso previo. Mariano de Paco ocupó la gerencia en funciones. Se nombró como director artístico a Juan Mayorga pero el cargo de gerente quedaba vacante, ya que Mayorga no quería esa responsabilidad.
La primera acción de De Paco fue reestructurar el departamento de comunicación y a los técnicos de la casa. Una fuente cercana al Teatro de la Abadía explica que esta decisión “precarizó” a los trabajadores y algunos técnicos y empleados que no quisieron aceptarlo, dimitieron. Con De Paco como gestor se nombró a una nueva directora de comunicación, experta en marketing pero con poco contacto con las artes escénicas. Duró unos pocos meses. Tras lo cual se nombró un nuevo gerente, Juan Jiménez, proveniente de los Teatros Luchana quien poco a poco ha ido reestructurando los departamentos.
Próximas renovaciones de escenarios
En su gestión, el objetivo de De Paco siempre ha sido la rentabilidad y el ahorro: menos cargos, menos sueldos. Y ahí coincide con la línea que Ayuso ha planteado en esta nueva legislatura, donde se han reducido cargos como el de la vicepresidencia. Gracias a esta coincidencia, De Paco ha conseguido pasar por delante de los dos otros hombres de confianza de Marta Rivera de la Cruz que parecían mejor posicionados: Daniel Martínez y Gonzalo Cabrera, viceconsejero y director general de Promoción Cultural de la CAM, respectivamente.
Lejos queda el director de teatro. Desde ya recae sobre sus hombros la gestión no solo de la cultura sino también del turismo y los deportes en la Comunidad de Madrid. En las artes escénicas afronta el relevo de dos de las piezas nucleares de teatro en la Comunidad, la dirección del Festival de Otoño de Madrid, ahora a cargo de Alberto Conejero, y la dirección de los Teatros del Canal de Blanca Li, que tan bien conoce. Ambos contratos finalizan este año.
Además, tendrá que dar respuesta desde su Consejería a una de las principales obsesiones de la presidenta, como ya hizo Rivera de la Cruz, convertir a Madrid en un referente del turismo cultural. Una política que la Comunidad viene realizando con su apoyo económico a festivales, espectáculos y puesta en valor del patrimonio.
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