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Ir al médico... y que no haya médico en Madrid: el Gobierno de Ayuso asume la realidad en un documento oficial

Profesionales sanitarios colocan maniquíes con carteles sobre la precariedad que denuncian como signo de protesta durante el inicio de una huelga indefinida, el 10 de marzo de 2021

David Noriega

11 de junio de 2022 21:25 h

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La Comunidad de Madrid pasa a la siguiente pantalla de la atención primaria: que no haya médicos en los centros de salud. Hace tiempo que sucede en algunas épocas del año, pero por primera vez el Gobierno de Ayuso, el que presume de gestionar la locomotora de España y promete rebajas generalizadas de impuestos, lo asume en un documento oficial.

Figura por escrito en el procedimiento de la Consejería de Sanidad, que ordena a las enfermeras decidir sobre los pacientes y que ha encendido a profesionales, sindicatos y asociaciones en defensa de los usuarios de la sanidad pública madrileña. En realidad es solo plasmar en un papel oficial lo que venían denunciando desde hace mucho tiempo los colectivos sanitarios. “No nos extraña, es como llevamos funcionando durante un tiempo”, indica una enfermera en Villaverde que prefiere ocultar su nombre real por miedo a represalias.

El procedimiento de la Comunidad, conocido este lunes, da al personal de enfermería capacidad para decidir si la atención de un paciente que llega a consulta es “demorable”, si debe ser derivado a un dispositivo cercano o solicitar al Summa “asistencia urgente”. Unas atribuciones que, dicen, escapan a sus competencias. “Este documento carece de valor práctico, porque establece un triaje en primaria que no está protocolarizado, por lo que estamos desprotegidas en el tema jurídico. Nuestra competencia llega hasta un punto y luego es competencia de otro profesional”, indica la adjunta de Atención Primaria de acción sindical del Sindicato de Enfermería (Satse), Carmen del Moral.

“Este documento carece de valor práctico, porque establece un triaje en primaria que no está protocolarizado, por lo que estamos desprotegidas en el tema jurídico. Nuestra competencia llega hasta un punto y luego es competencia de otro profesional”

Carmen del Moral portavoz del Sindicato de Enfermería

Por ejemplo, si un paciente llega a su médico de familia con un dolor torácico, pero no hay médico, es el personal de enfermería quien debe decidir los siguientes pasos. “Eso se puede concretar en algo más serio, porque es un diagnóstico que tiene que dar un médico y nosotras nos quedamos fuera de la cobertura legal”, explica Del Moral. Ocurre lo mismo con la prescripción de antibióticos o una baja laboral. “Si no puedo hacer eso, no puedo atender al paciente”, denuncia.

Con el procedimiento, la Consejería trata de anticiparse a una situación que ya prevé en algunos centros de salud de cara al verano. Plantillas mermadas, con pocos profesionales que tendrán que irse de vacaciones próximamente. Pero hay otros factores, como bajas médicas o casos de coronavirus. En el centro de salud de Los Naranjos, en Fuenlabrada, hay seis médicos en turno de tarde. Sobre el papel. Uno corresponde a un traslado que no se cubrió; dos están de baja; otro se ha ido a un programa de cooperación internacional; el quinto dio positivo en COVID el viernes. Solo queda uno, de 11.00 de la mañana a 6.00 de la tarde. La solución pasa por que los compañeros de la mañana doblen turnos, pero ante la carga asistencial de los centros de salud en ocasiones resulta complicado encontrar voluntarios.

Reyes Hernández es pediatra en ese centro. El viernes recibieron el documento de la Consejería en el que indicaba las nuevas funciones de las enfermeras en ese último tramo del turno de tarde sin médico. Este martes se reunieron con la Dirección Asistencial para denunciar la situación. Un encuentro en el que, explica, hubo una crisis de ansiedad y dos enfermeras terminaron llorando por la presión ante esa nueva responsabilidad, que se suma a la que ya tienen: su propia consulta, con hasta 40 o 50 pacientes al día, atención a crónicos y agudos, curas, visitas a domicilios, revisión de informes de especialistas o tareas de prevención y formación en salud, entre otras. “Nos dijeron que se habían equivocado y que el médico volvería al turno de tarde, pero que, si le pasaba algo, se aplica el protocolo”, cuenta la pediatra. En realidad, les confirmaron lo que ya sabían: si no hay médico, que atienda la enfermera.

“Rezar para que no llegue una urgencia vital”

“Si llega un señor con síntomas de infarto o una fibrilación o algo que, de entrada, parece muy grave, tienen que hacerle un electro, que no tienen por qué saber leer, y con eso decidir si se le manda a casa; si llama al 112, que a saber lo que tarda; o si lo deriva a otro centro de salud, que también está saturado”, desarrolla Hernández. En el caso de un infarto, por ejemplo, “con el nuevo protocolo tienes que llamar directamente al Summa, pero no puedes poner una medicación, aunque sepas, ni tomar ninguna medida”, recalca Del Moral. ¿Qué hacer en estos casos? “Rezar para que no llegue una urgencia vital, en la que los primeros minutos son muy valiosos, y no haya un profesional para diagnosticarlo”, advierte María, que desde enero ha vivido esta situación en su centro en más de una ocasión.

Precisamente, desde Comisiones Obreras señalan los distritos de Villaverde y Vallecas como algunos de los más afectados por la falta de médicos. Pero hay otros centros en situación crítica. En Algete, por ejemplo, han colgado el cartel de “sin médico en turno de mañana” los días 8, 9 y 10 de junio para atender a los pacientes de Alalpardo, un pequeño pueblo cercano. Al centro de salud Los Ángeles, en Villaverde, está adscrito el padre de Concepción. Tiene 99 años y el 4 de mayo le dio un infarto. Estuvo ingresado hasta el 24 de ese mes y su hija relata a elDiario.es que no ha conseguido que le atiendan en su centro hasta este martes, catorce días después. “Se quejan de que no hay médicos, que lo tienen todo saturado. Y debe de ser, pero si la Atención Primaria estuviera como tiene que estar, no estarían tan saturados los hospitales”, reclama.

“Hay centros que vienen cojeando ya desde antes del año pasado, porque los turnos de tarde no los quiere nadie. Han intentado reorganizar la asistencia, pero este año ni los residentes se han querido quedar”, señala Isabel Sanz, responsable de Atención Primaria de CCOO. Se refiere al proceso extraordinario que la consejería de Sanidad abrió en mayo para incorporar a nuevos pediatras y médicos de familia que terminan ahora la residencia a los centros de salud. De 128 plazas ofertadas, solo se cubrieron 21. Una para pediatría y 20 para primaria. Desde la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) elevan la cifra: en los últimos cuatro años, el 89% de los 892 médicos de familia Medicina Familiar y Comunitaria que terminaron su residencia en Madrid se fueron a trabajar a otra comunidad. En el caso de los pediatras, entre 2021 y 2022 solo se quedaron seis de 155 profesionales.

“Ahora se hace un protocolo para cuando no hay médico; luego se hará para cuando no haya médico ni enfermera; después, para cuando no haya médico, ni enfermera, ni administrativo; y al final se hará un protocolo para cuando esté solo el de seguridad”

Marciano Sánchez Bayle presidente de la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Madrid

“Todas las medidas que han publicado no han tenido ningún efecto, porque lo que nos falta es un presupuesto adecuado, tanto material como profesional. Los médicos se están yendo a otras comunidades donde las condiciones son mejores y esto nos va a pasar también con las enfermeras”, lamenta Sanz. Desde el sindicato médico Amyts, han mostrado también su “profunda indignación ante lo que podría suponer el fin definitivo de la Atención Primaria”. “Del texto se desprende que los médicos de familia son prescindibles y que tan solo un ”obstáculo legislativo“ hace necesaria su presencia para la atención sanitaria de la población”, denuncian.

En la misma línea se ha pronunciado el presidente de la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Madrid, el doctor Marciano Sánchez Bayle. “Un centro de salud donde no hay médicos de familia no es un centro de salud, no tiene Atención Primaria para desarrollar la labor asistencial”, asegura antes de advertir de que es un movimiento “peligroso”. “Ahora se hace un protocolo para cuando no hay médico; luego se hará un protocolo para cuando no haya médico ni enfermera; después se hará para cuando no haya médico, ni enfermera, ni administrativo; y al final se hará un protocolo para cuando esté solo el de seguridad”, denuncia Sánchez Bayle, que señala un intento de la Comunidad por “privatizar la Atención Primaria”.

“El objetivo es disminuir la atención primaria”

“El objetivo es disminuir la atención primaria. Ya hay demoras muy importantes y, en ocasiones, las únicas citas disponibles son las telefónicas. La única opción es ir a urgencias hospitalarias, que no es la fórmula para eso, o aguantar a ver si te curas solo o, si tienes dinero, ir a la privada”, señala este médico. Hernández coincide en el análisis: el deterioro de la pública deja a los usuarios a la deriva de los hospitales, con urgencias cada vez más saturadas por una carga asistencial que antes asumían los centros de salud. En el año 2019, el último que estuvieron operativos los Servicios de Urgencias (SUAP), fueron 753.000 atenciones. “Cada vez que se bajan impuestos, se disminuyen los servicios públicos. La Comunidad de Madrid lleva haciéndolo muchísimos años y este es un paso más en esa misma línea”, apunta Sánchez Boyle.

Mientras tanto, los pacientes notan en sus centros de salud la situación de precariedad que denuncian sindicatos y asociaciones. “Cerraron las urgencias durante la pandemia y cada vez que tengo que pedir cita, tiene que ser por teléfono, porque presencial es imposible”, lamenta Sonia, que vive en Rivas y acude al centro de salud de Santa Mónica. O acudía. “Como no puedo pedir cita en los siguientes 15 días mínimo, hace mucho que no voy”, señala.

La plataforma Salvemos la Atención Primaria, que agrupa a 115 organizaciones sociales, sindicales y profesionales, denunció este mismo lunes que acudir a un centro de salud es “una carrera de obstáculos”. Según sus datos, los pacientes tardan casi 11 días en conseguir una consulta, el doble que en 2019, mientras las teleconsultas han aumentado un 600%, independientemente de que los usuarios quisieran o no ser atendidos por teléfono.

El nuevo procedimiento de la Consejería se ha difundido sin apenas publicidad. El portavoz del Ejecutivo madrileño, Enrique Ossorio, aseguró este martes que quieren “dar el mejor servicio”. “La población lo tiene que saber”, reclama Hernández. En la misma línea se pronuncias desde CSIF, que en una nota de prensa han reclamado que la administración “informe correctamente a los pacientes” de cuál va a ser la situación en su centro.

Desde Satse señalan también a las tardes como causa del problema. Es un turno que los médicos evitan, dicen, mientras la administración no plantea soluciones que repercutan en una buena atención de los ciudadanos en la sanidad pública. “No se puede desatender a la población, con una primaria desvalida, desvalijada y sin médicos por las tardes. A nivel de enfermería no hay ningún problema, vamos a estar ahí, pero si quieren que asumamos más competencias, que nos den el respaldo jurídico”, pide Del Moral, “entonces las enfermeras asumirán el liderazgo de los centros de salud”.

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