Decenas de médicos de familia de Madrid se han congregado este sábado ante las puertas de la presidencia de la Comunidad para denunciar lo que consideran un “maltrato médico”. Un maltrato relacionado, dicen, con sus condiciones laborales, la falta de recursos, la no renovación de las plantillas y la carga asistencial, que repercute en el derecho de los ciudadanos a una atención primaria de calidad.
El secretario general del sindicato médico AMYTS, Julián Ezquerdo, ha lamentado el “abandono sistemático de la atención primaria en toda España, pero sobre todo en Madrid”. “Este tipo de actos de reivindicación profesional por los profesionales y para los pacientes, para su beneficio y calidad asistencial, es lo que tenemos que seguir haciendo”, ha afirmado.
En la Puerta del Sol, donde se han visto decenas de batas blancas, la reivindicación era unánime: “Madrid se queda sin médicos”. Una situación que provocan unas condiciones laborales deficientes. Una de las asistentes, Cristina Ciria levanta una pancarta que advierte que “la vocación no puede ser la eterna solución”.
Esta doctora alerta de una saturación en los centros de salud públicos, donde los profesionales deben atender a sus pacientes en unos tres minutos, con agendas en ocasiones duplicadas a las que se suman quienes llegan sin cita previa, porque las esperas para obtener una superan los 10 días. “Tener dos o tres minutos por paciente no es compatible con hacer las cosas bien. No son condiciones dignas ni para ellos ni para nosotros”, denuncia.
El 41% de los médicos de familia en España tenían cupos superiores a los 1.500 pacientes antes de la pandemia, el máximo que marca Sanidad para una atención adecuada. Uno de ellos, con los que habló este diario en un reportaje y que trabaja en el centro de salud de Ibiza, en Madrid, contaba que en días “malos” puede ver a 40 pacientes en una sola mañana: “En el sur, los días buenos ven a 50”. A pesar de ello, el proyecto de presupuestos de la Comunidad de Madrid trabaja con una previsión asistencial alejada de estas cifras reales: 28 pacientes por turno. “Cada médico atiende el trabajo de tres. Eso no es posible”, coincide la doctora Ana Ceballos.
La médica admite que se ha emocionado durante la concentración. “Nos gusta muchísimo la primaria, pero creo que, a escondidas, intentan privatizarla. No invierten nada en nosotros y dejan que todo se deteriore” denuncia. “Sin el sistema de salud se cae el sistema sanitario y la salud pública es el mayor tesoro que tenemos en España”, dice.
Porque como explican los asistentes con los que ha hablado elDiario.es, una atención primaria sin recursos repercute en todos los pacientes pero, principalmente, en aquellos con enfermedades crónicas, que pueden derivar en otros problemas de salud, y sobrecarga los hospitales. Además, las condiciones laborales ahuyentan a los profesionales jóvenes. “Se van a otros países donde les tratan mejor o a otras comunidades”, indica Ceballos.
Entre las pancartas contra el “maltrato médico” o por la atención primaria de calidad se han visto otras con el lema “Ayuso Abuso”. En varios momentos, los asistentes han coreado gritos de “Ayuso dimisión”.
Desde el pequeño escenario por el que han pasado varios profesionales a relatar sus experiencias, la pediatra Dora Bejarano ha advertido que “los niños madrileños no van a tener pediatras”. “Cada vez hay menos, porque no se cubren las plazas y hay una gran carga asistencial”, zanja.