Metro de Madrid tendrá 74 maquinistas fijos menos para el próximo año. En una circular a la que ha tenido acceso eldiario.es, la empresa pública ha dado a conocer la petición de servicio de conductores para 2020 en la que se ahonda en la reducción de estos equipos. Supone la desaparición de 150 conductores con una asignación fija de horarios y líneas en solo dos años. Una tendencia que ha valido las críticas de los sindicatos, que ven en esto una forma de “ahondar en la precariedad” de los trabajadores y el servicio, ya “no se asegura que se cumplan los mínimos”. Mientras, en Metro se escudan en la “flexibilidad” para ofrecer un “mejor servicios”.
En el sistema de trabajo de los maquinistas están, por un lado, los trabajadores fijos que realizan sus labores en una determinada línea y horario durante todo el año: tienen asignado un puesto por el que tienen que ‘sacar’ los trenes a la hora estipulada. Estos puestos se complementan con los suplentes, que realizan tareas en las mismas estaciones pero cubriendo los turnos libres de los fijos (por ejemplo, en caso de vacaciones o descanso). Es decir, los correturnos se alternan entre equipos que tienen horarios contiguos en las mismas estaciones. La proporción es, aproximadamente, de un suplente por cada dos fijos.
“No tener equipo significa que te pueden llamar para trabajar cada día en cualquier sitio, con el turno que pidas o no”, explica Manuel Fernández, portavoz del sindicato Solidaridad Obrera. “Han vendido todo el patrimonio del Metro, no queda nada. Se ha adelgazado hasta cero, y ahora ocurre lo mismo con la plantilla”, denuncia este maquinista.
Fernández advierte de que esas tablas para el próximo años son “una forma de anunciar desde ya que no van a cubrir los trenes previstos: si no, los nombrarían fijos para asegurar que todos los días va a haber un trabajador en la cabecera a la hora determinada para sacar los trenes. Así, puede que los designe, pero también puede que no”. Es más, sostienen que al menos sería necesario volver a “los mismos equipos de 2018 para asegurar el servicio”.
Por su parte, desde Metro recalcan que “son cuadros provisionales” que, en cualquier caso, “hacen referencia a los maquinistas asignados a una línea en particular”. Fuentes de la empresa definen este proceso como una “una reorganización interna para que haya más flexibilidad en una línea concreta: así se pueden ir moviendo por las líneas en función de las necesidades para dar un mejor servicio al usuario”.
En concreto, la Línea 4 es la que sufriría una reducción más drástica de maquinistas fijos, con 20 menos en dos años, y le seguirían de cerca las líneas 1 -con 19 conductores menos- y 10 -donde la reducción es de 15-.
Fernández responde que “todo es más flexible, pero para aprovecharse de la gente” y agrega que estos cambios “solo buscan la privatización y el saqueo de lo público”, en un contexto en el que las frecuencias de los trenes ya son “exageradas”, provocando “enormes aglomeraciones”: “Hasta este año era inimaginable, ahora es habitual y ya está todo diseñado para que siga siendo así”. “Se están dando situaciones que no deberían ocurrir nunca en un servicio público: no se pueden dar frecuencias de 12 minutos en un transporte con dos millones de usuarios diarios”, lamenta. El sindicato ya ha mostrado su disposición a organizar distintas movilizaciones para la Semana Europea de Movilidad, que se celebra a mediados de mes.
La red de Metro está formada por algo más de 1.600 maquinistas pero, según las estimaciones del sindicato, tendrían que ser unos trescientos más -hay personal suficiente en las bolsas de empleo- para poder ofrecer el servicio en plenas condiciones. Era la cifra que alcanzaban hace tres años. También afean que Metro publicite ahora anuncios en los que se dice que hay ‘460 conductores nuevos’.
En realidad, el grueso de esa cifra -360 trabajadores- entró en 2016 y apenas queda la mitad: el puesto de maquinista es una categoría de ingreso en la empresa pública, desde la cual se promociona a otros puestos de trabajo. A esto se suman las jubilaciones -118 en lo que va de año- y la paralización de las contrataciones hasta ahora, cuando se han contado por un centenar (se están incorporando al servicio entre agosto y octubre).