Miles de pruebas PCR esperan en el tapón de uno de los principales hospitales de Madrid: “No recibimos resultados desde el 17 de agosto”
Los retrasos en los resultados de las pruebas PCR se acumulan en Madrid. El problema está localizado en uno de los hospitales de referencia de la capital, el Clínico San Carlos, que atiende a una población de 374.814 personas. La falta de reactivos –necesarios para determinar la positividad o negatividad de la prueba– ha generado un tapón que ya es posible cuantificar. Médicas de dos centros de salud cuyas muestras se envían al laboratorio del Clínico explican a elDiario.es que no reciben ningún resultado desde hace al menos seis días. “Yo llegué de vacaciones el día 17 de agosto y desde entonces no ha entrado nada”, dice Dora Bejarano, pediatra del centro de salud General Fanjul (Latina) y delegada de Amyts. Otra sanitaria del centro de salud de General Ricardos (Carabanchel) sitúa esta fecha en el día 21 de agosto. “El 17 empezamos a notar que llegaban menos y así progresivamente hasta el 21, que se cortaron”, afirma.
El hospital, de referencia en la capital, tiene adscritos a su laboratorio 14 centros de salud que viven situaciones similares. Están diseminados por diferentes zonas de Madrid, tan dispares como Chamberí y Aluche, y algunas especialmente afectadas como el distrito de Carabanchel, el cuarto con más incidencia del virus durante los últimos 14 días. En los ambulatorios se hacen una media de entre 50 y 150 PCR diarias, según los profesionales. Todas ellas caen desde hace al menos una semana en la cola del laboratorio. “Este lunes los compañeros me contaron que había una estimación de 3.000 pruebas a la espera”, apunta Bejarano.
“Los pacientes se desesperan y nosotras también. No es fácil alargar los aislamientos sin saber nada de la prueba. Les insistimos mucho en que se confinen. Les llamamos pero no podemos estar en la puerta de su casa y, cuantos más días pasen, más posibilidad hay de que hagan actividades no permitidas y diseminen, si son positivos, el virus”, razona la médica de General Ricardos para explicar que este cuello de botella puede tener consecuencias epidemiológicas. “Estamos haciendo mal nuestro trabajo porque no han sido diligentes en la resolución”, zanja Bejarano, que argumenta que con este retraso inicial también se demora todo el proceso que sigue a una detección de un positivo.
El viceconsejero de Salud Pública, Antonio Zapatero, confirmaba este jueves “un pequeño problema” de falta de reactivos en el Clínico San Carlos y “normalidad” en el resto de centros en cuanto al suministro. “El compromiso [proseguía] es comunicar a las 24 o 48 horas el resultado positivo o negativo”.
El atasco en el caso del Clínico se ha producido por “la falta de tiras reactivas”, como han comunicado a varios pacientes con los que habló este medio a principios de semana. El hospital admite que “los stocks a veces se quedan cortos” y explica que, ante la acumulación de pruebas, se “está priorizando a los pacientes que necesitan atención más rápida”. Estos suelen ser los que llegan a las puertas del centro con síntomas más agudos de la enfermedad. No el perfil leve o moderado que se ve en los centros de Atención Primaria. El problema se debe a la “alta demanda nacional e internacional”, según la Consejería. Ya pasó algo parecido pero a una escala mucho mayor en la primera ola epidémica.
Los sindicatos aseguraban a inicios de semana que habían fallado tres proveedores de reactivos. Uno de los suministradores, Roche (con las máquinas más automáticas y rápidas), confirmó a este medio que su demanda superaba ya su capacidad de oferta por el aumento de la capacidad diagnóstica en todas las comunidades y en Europa, aunque no refirió problemas en Madrid, sino en Aragón y Castilla y León.
“Algunos lo solucionan por su cuenta en una clínica privada”
El personal sanitario de Atención Primaria alerta de que la situación, además del “enfado lógico” de los pacientes, les sobrecarga todavía más. “Hacemos llamadas para nada, para decirles que aún no están sus resultados. Solo hay dos opciones: o los abandonamos a su suerte sin darles noticias, con los riesgos que eso conlleva, o multiplicamos el trabajo con esas llamadas extra con el estrés añadido que conlleva”, resume Bejarano. “Es impotencia, es enfado, es imposibilidad de dar respuesta a nuestros pacientes. Lo padecemos nosotros, pero sobre todo ellos”, continúa.
El atasco ya está derivando a la privada a pacientes que no pueden o quieren esperar 10 días a tener el resultado. “Algunos lo están solucionando por su cuenta repitiéndose la PCR en una clínica privada y nos informan ya directamente del positivo. Entonces nosotros empezamos el circuito”, cuentan desde Carabanchel.
La Asociación AP Se Mueve, que agrupa a sanitarios de centros de salud, ha detectado en los últimos días un aumento –por el momento leve– de la ventana temporal para dar resultados en otras zonas de Madrid. En este caso no por falta de reactivos sino a causa de los tests masivos que se están realizando en los barrios de Madrid con más contagios. Chema Molero trabaja en un centro de salud San Andrés, de Villaverde Alto, un distrito donde esta semana se han hecho cribados aleatorios a la población. El médico relata que hasta este jueves los resultados se daban en 24 horas. “Éramos unos privilegiados, pero ya se están retrasando más. En el laboratorio del hospital Doce de Octubre –donde mandan sus PCR– nos han reconocido que tienen exceso de muestras y que el cribado les está llevando el tiempo”, señala en conversación con este medio. Los retrasos en este centro de salud no son, en cualquier caso, comparables con los que se están registrando en el área de influencia del Clínico y habrá que esperar unos días para medir su impacto real.
“Es poco comprensible que estén buscando entre los sanos cuando no podemos confirmar a los enfermos”
Los facultativos de Atención Primaria en Madrid se quejan, tras la implantación de los test a gran escala para detectar asintomáticos, de que el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso “no ha planificado correctamente” el impacto que este volumen nuevo de personas testadas puede tener en los centros de salud. “No sabemos si la relación es completamente directa. Pero parece algo poco comprensible que estén buscando casos entre los sanos cuando no podemos confirmar a los enfermos”, apunta la sanitaria de Carabanchel, una zona azotada por un elevado número de positivos. “Es incomprensible que hagan pruebas masivas y se queden sin reactivos en un hospital como el Clínico. Piensas: ¿quién está gestionando esto? ¿qué cabeza?”, señala Bejarano.
AP Se Mueve ha pedido a la Comunidad de Madrid que aclare “si estas pruebas tienen prioridad sobre las del resto de circuitos” porque “sería asumir un elevadísimo riesgo el hecho de que retrasasen los resultados de las solicitadas en el estudio de pacientes sintomáticos o de rastreo de contactos”. La organización también solicita a la Consejería que les aclare quién “informa” de los resultados positivos de los pacientes del cribado. Los médicos consultados por elDiario.es aseguran que los resultados de sus cupos (los pacientes que atiende en su agenda cada médico) se vuelcan en sus ordenadores y que llaman directamente a los positivos sin esperar a Salud Pública. “En ocasiones, Salud Pública –los rastreadores– tienen una demora de 3 o 4 días en hacer las llamadas en los casos positivos, ¿es así también en estas pruebas?”, se preguntan.
Los sanitarios de los centros de salud llevan semanas denunciando que asumen una parte de las tareas que corresponderían a los rastreadores, contratados a cuentagotas por la Comunidad de Madrid. “Hemos estado supliendo la falta de rastreadores y con el tapón en el laboratorio se convierte todo en una empresa casi imposible”, defiende Bejarano. “Desde Atención Primaria queremos poder hacer nuestro trabajo (reiteramos que no todo es COVID), pero la Comunidad de Madrid lo impide al sobrecargarnos de tareas que no nos competen dentro de la estrategia de diagnóstico precoz, como son los rastreos, o los seguimientos de los contactos”, concluye la nota de prensa de AP Se Mueve, que reduce su petición a una sola cosa: más profesionales y medios.
Corrección: la primera versión de este artículo contenía una referencia errónea a la compañía Roche.
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