El Observatorio contra la LGTBfobia registró casi 30 incidentes de odio al mes en Madrid en 2018
345 incidentes de odio solo en 2018. Es el balance de ataques, tanto físicos como verbales, registrados por el Observatorio contra la LGTBIfobia solo en la Comunidad de Madrid el año pasado. Son algo más de 28 al mes y 24 más que un año antes, según el informe anual que presenta este martes el organismo, coordinado por Arcópoli. Como cada año, el Observatorio recopila un conjunto de incidentes de casuística muy variada: desde pintadas homófobas, bífobas o tránsfobas a insultos, palizas en la calle o comentarios discriminatorios en redes sociales.
De estos 345 incidentes registrados han sido víctimas 317 personas, ya que alguna de ellas ha sufrido más de uno y “cuando ya conoces el servicio, es más probable denunciar un caso”, apunta la entidad en su estudio. De ellos, solo aproximadamente un 30% ha sido denunciado ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, siguiendo la tendencia de infradenuncia presente en años anteriores y debido al tipo de delito, caracterizado por el bajo número de denuncias.
El tipo más habitual de incidente es el de agresiones verbales, hostigamiento, reproducción de discurso de odio en medios de comunicación o redes sociales y agresiones físicas. Entre los casos registrados, se encuentran palizas por la calle o en discotecas, amenazas de muerte y frases de trato degradante. “Es para darte un par de hostias por bollera” o “todos los maricones deberíais estar muerto”, cita el Observatorio. En el apartado de agresiones verbales, las más habituales han sido “maricón”, “mariconazo”, “marimacho”, “julandrón” o “escorias”.
El organismo señala que, además, ha habido denegaciones de servicios en centros de ocio, rechazo y violencia dentro de algunas familias y centros de trabajo y acoso LGTBIfóbico en colegios. Además, durante este 2018 han tenido contacto con tres casos de terapias de aversión, también llamadas terapias para 'curar' la homosexualidad, como las que oferta el Obispado de Alcalá de Henares de la mano de su obispo Reig Plà, según una investigación de eldiario.es.
En cuanto al lugar en el que se han localizado la mayor parte de incidentes, destaca la calle, en un 42,9% de los casos, el lugar “donde la visibilidad tiene más fuerza”, apunta el colectivo. Le siguen las redes sociales y la vivienda habitual.
En cuanto al municipio, la línea sigue siendo la misma que años anteriores: la ciudad de Madrid sigue erigiéndose como la localidad en la que más incidentes de odio se registran (el 76,5% del total), habiendo recopilado en total ataques en 37 municipios, un 20,6% del total de la Comunidad de Madrid. Estos representan a la mayor cantidad de población, puesto que los más poblados están en la lista, entre ellos, Alcalá de Henares, Getafe, Móstoles o Leganés. Dentro de Madrid ciudad, el distrito centro sigue siendo el más representado (21,2%).
El 29% de los incidentes recogidos en 2018 por el Observatorio, al que las víctimas acuden a través de redes sociales, el correo electrónico, Whatsapp o llamadas de teléfono o la Oficina Técnica, ocurrió por la noche, seguido de la tarde y, por último, de la mañana. El 34,2%, por su parte, fueron incidentes continuados.
El perfil de la víctima: hombre gay y cis
El informe también analiza el perfil de víctima, invariable desde que se empezaran a recoger este tipo de datos: la persona que más denuncia incidentes de odio es un hombre gay cisexual (que no es trans). Dentro de las orientaciones sexuales, destaca con mucha diferencia la de hombre gays (82,8%) con muy pocas denuncias de mujeres lesbianas ni de personas bisexuales. Los hombres cis están representados con un 62,3% de incidentes, las mujeres cis con un 8,1%, las mujeres trans, un 4,9% y los hombres trans, un 4,3%. En cuanto a la edad, destaca la franja de los 20 a los 29 años y de los 30 a los 39. Por último, cabe destacar que el 63,2% de las víctimas no tenía relación ni conocía a su agresor.
El Observatorio destaca que el 70% de los incidentes nunca se denunció a la Policía, una cifra que se mantiene prácticamente invariable con respecto al año anterior. En este sentido, el informe apunta a tomar los datos “con prudencia”, puesto que “en absoluto representan el número completo de incidentes acaecidos en nuestro territorio en 2018. Así, pone de manifiesto que las cifras representan la punta del iceberg de los incidentes LGTBIfóbicos.
Al margen de las cifras, el Observatorio denuncia la discriminación a la que sigue enfrentándose el colectivo el LGTBI y pone sobre la mesa el riesgo que implican “las voces que cuestionan la no discriminación”, en clara referencia a Vox, y que han “reabierto de nuevo los debates que nos habían costado cerrar, apuntando directamente a nuestra dignidad”. Ante ello, califica la visibilidad de las personas LGTBI como “la baza más contundente” e “imprescindible”.
“Esperamos que llegue el día donde nuestra reivindicación de visibilidad no sea necesaria pero, por ahora, se torna imprescindible. Allá donde hay visibilidad en un gran número de ocasiones, se producen incidentes lo que muestra que sigue habiendo una gran intolerancia a que sigamos construyendo una sociedad diversa e inclusiva”, apunta el estudio.