Ortega Cano, el último fichaje mediático de Ayuso tras los fiascos de Hermano Mayor y la taekwondista Coral Bistuer
El torero José Ortega Cano ha pasado a engrosar la lista de fichajes mediáticos promovidos por Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad: se incorpora como vocal del centro de Asuntos Taurinos, un organismo dependiente del Gobierno regional que vela por la explotación de la plaza de Las Ventas y promueve la tauromaquia en la región, y que está a su vez dirigido por otro famoso, el torero Miguel Abellán, al que Ayuso buscó hueco en su Ejecutivo tras quedarse sin escaño en el Congreso de los Diputados en abril de 2019 cuando el PP de Pablo Casado obtuvo el peor resultado de su historia con 66 diputados.
Ortega Cano, habitual de los programas del corazón y condenado por homicidio imprudente al volante, una pena que ya ha cumplido, es la última incorporación rutilante de la era Ayuso. Pero no la única ni la primera. Antes, la presidenta de la Comunidad de Madrid ya había intentado aprovechar el tirón de otros personajes con nombres populares y sin gran experiencia en la gestión para puestos de su Gobierno. Llegó a contratar a Pedro García Aguado, conocido como Hermano Mayor -por su participación en un programa de Televisión donde supuestamente ayudaba a algunas familias a educar a hijos conflictivos ante las cámaras de Mediaset- o de la taekwondista Coral Bister. Ambos acabaron saliendo con polémica del Gobierno regional.
El torero se incorpora como vocal del centro de Asuntos Taurinos junto a Raquel Sanz, exconcejal del PP, exprocuradora de las Cortes de Castilla y León y viuda del torero Víctor Barrios, fallecido en 2016. Por este cargo no cobrarán un sueldo público, pero ambos tendrán derecho a entradas al palco de las Ventas y a utilizar el aparcamiento de la plaza de toros.
Además de por su faceta de torero y ser un habitual de la prensa rosa como viudo de Rocío Jurado, Ortega Cano acaparó portadas cuando fue condenado por un delito de homicidio tras una imprudencia grave por conducción temeraria que originó un accidente el 28 de mayo de 2011 en el que falleció Carlos Parra, activista y sindicalista. Ortega Cano triplicó al volante la tasa de alcohol permitida en sangre y conducía a 125 kilómetros por hora en un tramo limitado a 90. Fue condenado a dos años y medio de cárcel.
“El mundo del toro necesita que se le cuide”, aseguraba esta semana Ortega Cano en una entrevista en Antena 3 tras conocerse su fichaje por el Gobierno regional. “Mi agradecimiento a la presidenta por haber tenido la deferencia de nombrarme para este puesto”, se deshacía en elogios por la implicación del PP con el mundo taurino en la región. El diestro aseguró que dedicará todo su tiempo a este nuevo desempeño al encontrarse ya retirado y que los jóvenes serán su objetivo.
Entre otras funciones, el Centro de Asuntos Taurinos desarrolla la explotación de la plaza de Las Ventas, ejerciendo la vigilancia, coordinación y control de los eventuales adjudicatarios del coso taurino. También se encarga del asesoramiento y colaboración, en su caso, con las administraciones públicas que dentro del territorio de la Comunidad organicen espectáculos taurinos. Además, es responsable del fomento de la fiesta de los toros mediante la organización, coordinación, dirección y gestión de la Escuela de Tauromaquia. Esas serán ahora las labores de Ortega Cano. Se trata de un sector al que Ayuso quiere mimar y que no deja de recibir gestos de Vox.
Hermano mayor y Coral Bistuer
El fichaje de Ortega Cano es el último de una lista de incorporaciones mediáticas que acabaron en polémica y saliendo del Gobierno al poco de llegar. Fue por ejemplo el caso de Pedro García Aguado, comúnmente conocido como Hermano mayor por su participación en el programa televisivo con ese nombre. Aguado fue nombrado por Ayuso en agosto de 2019 director general de Juventud. Dimitió de su cargo apenas siete meses después, en marzo de 2020. Durante el tiempo que estuvo al frente del área cobró 93.855 euros anuales (4.365 euros mensuales en catorce pagas).
Aguado dimitió del cargo asegurando que se trataba de una decisión por “propia convicción” para ser “más útil” cerca de las familias. Pero su breve paso por la Consejería de Educación estuvo marcada por la polémica apenas tres meses después de llegar al cargo. Según publicó la Cadena Ser en noviembre de 2019, estaría quebrantando la Ley de Incompatibilidades por su actividad empresarial ya que poseía el 50% de las acciones de la sociedad Centro Tempus Rehab y seguía ofreciendo sus servicios a las familias con adolescentes problemáticos, algo que no está permitido en el reglamento de alto cargo del Gobierno regional. Entonces, su equipo aseguró que no cobraba ninguna contraprestación por este trabajo en la empresa de su propiedad, pero solo cuatro meses después abandonó el Gobierno regional.
Su salida no dejó atrás un gran balance de gestió pero se saldó con elogios del Ejecutivo de Ayuso que agradeció su corta trayectoria de director general de Juventud. No ha corrido con la misma suerte la taekwondista Coral Bistuer que salía de mala manera hace dos semanas de la Consejería de Cultura y Deportes que dirige la exdirigente de Ciudadanos Marta Rivera de la Cruz.
Bistuer, famosa por sus éxitos deportivos y su pasado como concursante de programas de televisión, fue uno de los fichajes estrella de Ayuso tras las últimas elecciones del 4-M, después de que la presidenta madrileña le entregara un premio el Día de la Mujer unos meses antes. Pero en su cese no hubo elogios. Su salida se justificó alegando “desajustes internos que estaban afectando a la gestión”. Como directora general de Deportes no había encajado con el viceconsejero del área, Alberto Torné, y voces internas la calificaban de “verso suelto”. Bistuer fue nombrada directora general de Deportes el 30 de junio de 2021 en el mismo día que se creó la Oficina del Español y se designó a Toni Cantó como director del organismo de nueva creación.
La mañana de su cese, el 17 de marzo, la medallista olímpica publicaba un enigmático tuit que solo unas horas después se entendería con el anuncio de su destitución en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno. “Los madrileños, como los toros bravos, nos crecemos ante el castigo y la adversidad. Yo, soy de Chamberí”, aseguraba en sus redes sociales. Su paso como alto cargo del Gobierno de Ayuso se limitó a nueve meses.
Apenas quince días después de la salida de la deportista, llega Ortega Cano al Centro de Asuntos Taurinos dependiente de la Consejería de Presidencia que dirige Enrique López. Se inicia la cuenta atrás de un cronómetro que dirá cuánto dura en el Gobierno regional el último fichaje estrella de la nueva era Ayuso.
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