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Año y medio de pandemia colapsa la sanidad de Madrid y dispara hasta un 3.500% la lista de espera para operarse

Intervención quirúrgica en un hospital de Madrid

Fátima Caballero

15 de julio de 2021 21:53 h

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Madrid fue la comunidad autónoma donde más golpeó la pandemia en la primera ola. Estuvo a la cabeza al principio de la segunda y tuvo una de las tasas de contagios más altas durante la tercera. Es también la región con un mayor exceso de mortalidad y ha sido la que ha tenido las restricciones más laxas de todo el país durante el último año. Todo ello provocó el colapso de la sanidad, que en primavera de 2020 fue total y que en el resto de olas se ha mantenido en menor medida con los ingresos en planta y UCI disparados. La unidades de intensivos se encontraban al 100% de su capacidad. Las consecuencias directas de esa tensión en los servicios públicos sanitarios son unas listas de espera cada vez más abultadas, especialmente en las cirugías. La salud de los ciudadanos y su calidad de vida empeora ante estos datos, aseguran los expertos.

La demora para ser operado se ha disparado en Madrid pasando de las 230 personas que esperaban más de 180 días –seis meses– para recibir una operación en febrero de 2020, a las 8.176 de abril de 2021, el último mes del que la Comunidad de Madrid ofrece datos. Es decir, han aumentado un 3.500%; se ha multiplicado por 36. Las personas que esperan más de un año para ser operadas también se han multiplicado por diez en poco más de un año: de los 44 que había en febrero de 2020 –durante marzo, abril y mayo de 2020 no hay datos– a los 413 actuales.

El tiempo en lista de espera media quirúrgica en la Comunidad de Madrid ha pasado de los 93 días en febrero de 2020 a los 159 días en mayo de 2021, según los datos publicados por la Consejería de Sanidad. Estas cifras suponen un incremento del 60%.



Cuando el coronavirus llegó en marzo en marzo de 2020, los hospitales paralizaron de golpe la inmensa mayoría de las operaciones para solo intervenir en lo urgente. Los centros se reconvirtieron por completo para contener la oleada de enfermos que primero colapsaron las urgencias y después las plantas y las UCI. La falta de sanitarios y espacio físico –ya que los quirófanos se transformaron en unidades de intensivos improvisadas– fueron la causa. Las siguientes olas, en las que Madrid no ha acabado de recuperarse del todo de los ingresados por coronavirus, han agravado el problema.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, prometió durante la campaña electoral del 4 de mayo una reducción de las listas de espera a la mitad. Era una promesa que ya aparecía en su programa de los comicios de 2019. Sin embargo, durante el discurso de investidura, Ayuso evitó aludir a la sanidad. La medida ahora está pendiente de ser materializada mientras las listas de espera para pruebas diagnósticas y para intervenciones quirúrgicas no dejan de crecer en la región.

Este jueves, el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, anunciaba en la Asamblea de Madrid “un plan de choque” para poner en marcha esta promesa electoral, en una comparecencia sobre esta cuestión a instancias del PSOE. Según ha señalado Escudero, este plan será presentado a finales de año, teniendo en cuenta la evolución de la situación epidemiológica y que consistirá en el aumento de la actividad quirúrgica vespertina y el impulso de la “cirugía sin ingreso”, según indicó el consejero, además de un mayor apoyo de la tecnología.

90.978 pacientes esperan una operación

El número total de pacientes que esperan una operación en la Comunidad de Madrid asciende a 90.978 personas, mientras que antes de la pandemia eran 78.171. Lo llamativo es que la cifra de ciudadanos que aguardan más de seis meses para una operación quirúrgica se ha disparado en un año. El crecimiento ha sido de un 3.500% desde que se iniciara la crisis sanitaria de la COVID-19 en marzo de 2020.

Las listas de espera también han crecido significativamente en los pacientes que esperan de 90 a 180 días –de tres a seis meses– para ser intervenidos. Ha pasado de los 11.585 que había en febrero de 2020 a los 17.925 de mayo. De los 7.275 que esperaban hace un año entre 60 a 90 días se ha pasado a los 10.353. Y de los 15.080 que aguardaban entre un mes y dos meses, ahora hay 16.434.

Para el secretario de sectores públicos de Comisiones Obreras Sanidad de Madrid, Sergio Fernández Ruiz, la única forma de solucionar estas listas de espera es “aumentando la plantilla”, además de habilitando los “turnos de tarde y de día” para afrontar un problema que en última instancia afecta a la salud pública.

“Repercute en la salud de la población y en su calidad de vida, ya que un retraso en una operación empeorará el resultado”, afirma el sanitario y sindicalista. Y añade: “Para ello se necesita más inversión, al igual que ocurre en la Atención Primaria y este gobierno ya ha demostrado dónde no quiere aumentar el gasto”.

Ángela Hernández, vicesecretaria general de Amyts, el sindicato mayoritario de médicos, también incide en que en lo peor de la pandemia “solo hubo pacientes de COVID y, aunque gradualmente se han ido, aún hay mucho retraso”. La sanitaria explica que “se echa de menos voluntad política” en estos casos y apunta, al igual que Fernández Ruiz, que solo se logrará reducir las listas de espera “bien reforzando personal, que parece que o bien con horas extras”. Hernández explica que las patologías más afectadas son las hernias, las prótesis o las cataratas. “La calidad de vida de la gente empeora y también puede hacerlo su recuperación”, lamenta.



Listas de espera pruebas diagnósticas

El secretario general de sanidad de Madrid de CCOO también se refiere a las listas de espera en pruebas diagnósticas. Los pacientes se cuenta aquí también por miles, aunque han disminuido ligeramente respecto a antes de la pandemia. Tanto Fernández Ruiz como Hernández apuntan a que en este caso la demora en una prueba diagnóstica puede suponer la detección tardía de una enfermedad que derivará en un peor pronóstico en la mayoría de los casos.





El número de pacientes que esperan más de tres meses para tener una cita con el especialista y para hacerse una resonancia o una ecografía, pruebas imprescindibles para después acudir al experto, se dispararon en Madrid antes de la pandemia, concretamente los tres años anteriores. Desde febrero de 2020 hasta mayo de 2021 han disminuido, pero sigue siendo un número altísimo de pacientes. La cifra de los pacientes que esperan más de tres meses para tener una primera cita con el especialista asciende a 115.841 personas. Las personas que esperan para una prueba diagnóstica más de 90 días son 49.855 en abril de 2021.

Los recortes de gasto público durante las últimas décadas en Madrid dejan a la Comunidad como la que menor porcentaje de su PIB destina al gasto público. En 2019, últimos datos recogidos por el Ministerio de Sanidad, el Gobierno madrileño destinó únicamente el 3,7% a la sanidad. Únicamente Catalunya se situó relativamente cerca de Madrid, al destinar el 4,9%. Estos datos contrastan con los de otras comunidades como Extremadura (8,6%) o Asturias y Castilla-La Mancha (7,6%). La media española es el 5,6%, dos puntos por encima de Madrid.



La consecuencia directa de esta reducción del gasto sanitario –que ha coincidido con rebajas de impuestos– ha sido un aumento de los seguros privados de salud. Al cierre del año pasado, casi 2,5 millones de madrileños tenían contratado un seguro de asistencia sanitaria y su penetración ha pasado del 32,9% a casi el 37% de la población durante los últimos cinco años.

Los expertos coinciden que la única manera de reducir las listas de espera pasa por aumentar el gasto sanitario contratando a más personal o doblando turnos que deberán pagarse. La calidad de vida de los pacientes y la mejor o peor evolución de las patologías tiene relación directa con su detección e intervención precoz. El próximo jueves, el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, comparecerá en el Pleno –a petición del PSOE– para explicar estas cifras y ahondar en cuál es el plan del Gobierno regional para reducir las listas de espera.

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