El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha restado importancia este lunes a las críticas que ha recibido por parte de la izquierda municipal, de los colectivos LGTBI y de numerosos madrileños por las nuevas banderolas y carteles que anuncian el próximo Orgullo. Los distintivos que cuelgan de las farolas de Madrid dejan fuera las siglas LGTBIQ+, sus reivindicaciones y hasta la bandera multicolor.
En su lugar el ayuntamiento ha colocado una suerte de representación de una fiesta de confeti con fondo azul y dibujos de tacones rojos, flores, copas de cocktail y hasta preservativos. “Las fiestas del Orgullo se tienen que celebrar y no pasa nada por poner en un diseño una copa o unos tacones, por la tradicional carrera”, se ha defendido el regidor madrileño, que, según ha dicho, “la campaña ha sido acordada con los comerciantes de Chueca”.
Almeida ha asegurado luego que “cada año el Orgullo es más potente” y ha atacado a los grupos de la oposicion por criticarle. “Cada vez que llega el Orgullo, tienen que montar el pollo”, ha sentenciado, tras saber que tanto el PSOE como Más Madrid han exigido que retire los carteles. A su juicio, “hay una intención de aprovechamiento de determinados partidos políticos cada vez que llega el Orgullo”, una fiesta que, ha afirmado, se lleva celebrando con él como alcalde “durante 5 años y así va a seguir siendo”.
Pese a que las manifestaciones del Orgullo llevan celebrándose en Madrid desde la época franquista, cuando eran duramente reprimidas, para Almeida la lucha “nace con José María Álvarez del Manzano, crece con Alberto Ruiz Gallardón y el World Pride Gay lo trae Ana Botella”. “Una cosa es tener discrepancias sobre el cartel, pero es LGTBIfobia, eso es banalizar los delitos de odio”, ha lanzado el regidor.
“Una de las señas de Madrid”
“No veo humillación, ni ánimo ni intención de humillar, desde luego esa nunca ha sido la intención del Ayuntamiento”, ha insistido. “Yo no estoy ni con los que quieren mandarlo a la Casa de Campo, ni con los que patrimonializan el Orgullo como algo solo suyo y de tinte ideológico. Estoy con que sea una de las señas de Madrid”, ha zanjado.
“Una cosa es tener discrepancias sobre el cartel, pero es LGTBIfobia, eso es banalizar los delitos de odio”, ha añadido también para insistir en que el orgullo “es una fiesta y una reivindicación” y “por eso el Ayuntamiento ha sacado hoy una campaña también de reivindicación de los mayores de 65 años”.