Madrid es el paradigma de todas las bondades, según el retrato que ha hecho este lunes el alcalde, Jose Luis Martínez-Almeida, en el acto que ha protagonizado con todos los concejales del PP y su equipo de Gobierno en los jardines de Cecilio Rodríguez, en el corazón del parque del Retiro, y en el que ha hecho balance de su primer año de legislatura al frente del Ayuntamiento de Madrid, por primera vez con mayoría absoluta. Según ha presumido, en estos pocos meses de las 300 medidas que prometió en su programa ya se han cumplido “el 90%”. “Tenemos el mejor Madrid con la mayor proyección de futuro que nunca ha habido en esta ciudad que hemos consolidado como la mejor ciudad”, ha afirmado.
Entre maullidos de los pavos reales que campaban a sus anchas por el lugar elegido para desgranar su balance, con la prensa a pleno sol y Almeida y sus concejales a la sombra, el regidor ha afirmado que “Madrid va a seguir jugando el papel que le corresponde como motor económico de España, como capital de la nación como valladar frente al fango y la infamia”, una crispación achaca al PSOE y a Más Madrid.
En su afán por destacar todo lo bueno que ha hecho por la capital, incluso ha tenido un lapsus y al referirse a la ley de capitalidad, que está ya en marcha, se ha liado y ha dicho que “espera que la ley de amnistía se tramite pronto en el Congreso”. Luego se ha reído al darse cuenta del error y ha rectificado: “Quería decir que espero que la ley de capitalidad se tramite con tanta celeridad como la ley de amnistía”.
Aunque en su discurso durante la toma de posesión del bastón de mando tras ganar las elecciones el 28 de mayo de 2023 aseguró que iba a contar con los grupos de la oposición y habría mucho “diálogo” para “abordar los desafíos que tiene Madrid”, la realidad es que no ha tardado mucho en aplicar su rodillo y marginar a los demás partidos que ahora se sientan en el Pleno de Cibeles. El resultado ha sido un año en el que ya no depende de Vox, lleno de tensiones y crispación que el alcalde ha insistido en atribuir al “sanchismo” y al Gobierno “que ha abandonado Madrid”, a sus socios y a la izquierda.
El regidor ha vuelto a presumir de que Madrid goza de los mejores datos históricos en calidad de aire, al no superarse por primera vez los límites de dióxido de nitrógeno (NO2) en ninguna de las 24 estaciones de medición gracias a las medidas anticontaminación adoptadas por su Gobierno. Además, ha afirmado que “Madrid es la primera ciudad de España y de Europa en la construcción de viviendas asequibles” y ha destacado la moratoria en las viviendas de uso turístico y el incremento de multas que acaba de anunciar ante la avalancha de pisos ilegales detectados para este fin. También ha destacado el crecimiento del turismo que ha calificado “de calidad” y “sostenible”. A todo esto ha añadido algunas de sus promesas ya en marcha como la Operación Campamento que se están llevando a cabo con el Gobierno de España y que supondrá la construcción de 16.000 viviendas, el soterramiento de la A5 o la remodelación del puente de Ventas.
En su alegato ha insistido en que el PP y sus gobiernos son “el mejor reflejo de lo que ha sucedido en España dentro de la Constitución a lo largo de los últimos 45 años. Somos esa España que no se resigna ni al 'sanchismo', ni a la mentira, ni al odio, ni a la crispación como forma de entender la política y el progreso. Esa es la clave del éxito de Madrid ahí está la razón por la que Sánchez persigue, hostiga y señala a Madrid, porque Madrid es la antítesis de la forma de entender la política del 'sanchismo' y es la antítesis de aquellos que entienden que hay que derrotar a la España constitucional para conseguir sus objetivos políticos”. ha manifestado.
“Nosotros nunca estaremos en la derrota de la España constitucional sino en la cohesión de los españoles –ha proseguido–. Nunca estaremos en el mensaje de que el régimen del 78 tiene que acabar sino que el régimen del 78, la Transición y nuestra Constitución es la solución a los problemas que tenemos”, ha zanjado.
En su balance Almeida ha obviado temas espinososos, como el piso de Ayuso y de su pareja que le está dando dolores de cabeza por las obras ilegales que Alberto González Amador acometió en él, o la decisión firme de los tribunales de declarar ilegal el Grupo Mixto que el PP y Ciudadanos autorizaron crear en la legislatura anterior. Y tampoco se ha referido a que los tribunales le han tumbado la Ordenanza de Terrazas aprobada entonces con Ciudadanos.
Entre los agravios que mantiene con los grupos de la oposición hay que recordar que los expulsó mediante un decreto de la Comisión para la Protección del Patrimonio Histórico-Artístico y Natural del Ayuntamiento de la ciudad, donde se abordan importantes asuntos como la modificación de los planes generales urbanísticos y cambios de uso, la protección a los edificios de valor arquitectónico y cultural o los planes especiales de Jardines Históricos Protegidos. También rompió la tradición e impidió que los demás grupos tomaran la palabra en el acto convocado por el Ayuntamiento de Madrid con motivo del Día Internacional contra la Violencia de Género celebrado el pasado 25 de noviembre en el Auditorio de la Caja de Música CentroCentro.
El alcalde ha ido acumulando otros conflictos, como el cantón de limpieza que el Ayuntamiento quiere instalar en Montecarmelo o la venta masiva a grupos privados de suelo público, así como la impasibilidad del Consistorios ante los fondos buitres que compran edificios enteros en Madrid y que en muchas ocasiones ha supuesto la expulsión de los inmuebles de los vecinos que las habitaban. En esa lista hay que poner el macroparking junto al Santiago Bernabéu, que ha sido recurrido por los vecinos obligando al Consistorio a acudir al Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
No obstante, los grupos de la oposición tendrán la oportunidad de contestar a todo ese balance triunfalista hecho hoy por Almeida el próximo día 25 de junio durante el Debate del Estado de la Ciudad de Madrid, en el pleno extraordinario que se juntará con otro ordinario que ya hay convocado para esa fecha.