Roberto Sotomayor (Madrid, diciembre de 1977) acaba de lanzar su lema de campaña y los carteles electorales para estas reñidas elecciones municipales del 28M. El candidato de Podemos-IU-Alianza Verde no ha dudado en explotar su pasado como atleta y en ellos se le ve en la pista, preparado para competir. Pero esta vez tiene por delante un reto bien diferente y complicado, el de entrar en Cibeles para que la izquierda vuelva a gobernar en Madrid. “Salgo a ganar y transformar la ciudad”, advierte. De ahí su lema: “Hay que arreglar Madrid corriendo” y “poner los barrios en el centro”.
Sotomayor asegura que afronta la campaña con “voluntad y valentía” sin amilanarse ante sus rivales. Y hasta se atreve a hacer algunos reproches a sus compañeros de izquierda, especialmente a aquellos con los que compartió vivencias en Podemos. Cree que no han sido suficientemente “contundentes” a la hora de hacer oposición a Almeida. “A nosotros, los lobbies y los poderosos no nos llaman porque saben que no nos vamos a arrodillar ante ellos”, sentencia. No obstante, sabe que si logra representación deberán sentarse y entenderse con Más Madrid y el PSOE para recuperar el gobierno. Y en eso va a poner todo su empeño.
¿Cuáles son las armas de Roberto Sotomayor para competir por el Ayuntamiento de Madrid en esta dura batalla de 28M frente a los principales candidatos?
La primera es que soy un tipo de barrio que ha trabajado toda su vida frente a una clase política que ha dejado de pisar los barrios hace muchísimo tiempo. Conozco la realidad de lo que está pasando en Madrid, que no es solamente el vídeo que ha publicado el señor Martínez-Almeida, muy cuqui, de lo que es Madrid Central. En Madrid hay una realidad diferente. La valentía y la voluntad es lo que traigo del deporte. Quiero, además, acabar con ese derrotismo de parte de la izquierda porque Madrid no es de derechas. Hay una gran y amplia mayoría de progresistas dispuestos a acometer las reformas que necesita la ciudad y no nos tiene que temblar la mano para transformarla.
¿Qué es lo más urgente ahora mismo que necesita Madrid después de cuatro años de gestión del gobierno del PP y Ciudadanos?
Más que de cuatro años, creo que hay una herencia de mucho más atrás, de dos décadas, que se traduce en un abandono de los barrios. Hay barrios de Madrid que llevan 20 años absolutamente abandonados, con falta de dotaciones, con una juventud que está desencantada, precarizada. Esa es la realidad que hay que afrontar y cambiar. Creo que estas elecciones, lo que está en juego realmente son dos opciones: o Almeida o los barrios.
¿Le desmoraliza ver las encuestas que dan casi por seguro que Almeida rozará la mayoría absoluta y que vaticinan que la candidatura que usted encabeza no logrará entrar en Cibeles?
No, en absoluto. Yo vengo del mundo del deporte y he escuchado muchas veces aquello de que no se puede hacer tal cosa o la otra. Hace poco menos de un mes y medio el CIS nos daba casi un 7%. Otros sondeos nos dan menos y otros más. No hago mucho caso a las encuestas. Yo vengo a ganar la ciudad de Madrid y esa premisa perdedora no la comparto, no es mi premisa. Quiero devolverle el Ayuntamiento a los ciudadanos de las ruinas, romper con los esquemas de que lo privado se puede gestionar mejor cuando tenemos recursos suficientes para que los servicios públicos sean de calidad.
El candidato del PSOE a la Comunidad de Madrid, Juan Lobato, ironizó el otro día con que le dicen que no le conoce nadie. ¿A usted le preocupa el bajo conocimiento que tienen los madrileños de su figura?
A mí lo que me preocupa es que el señor Lobato diga que no se puede intervenir el precio de la vivienda porque para decir cosas de derechas ya está el Partido Popular y ya está Ayuso. No estoy preocupado por si me conocen o no me conocen. Yo por lo que estoy preocupado es por hacer llegar a los ciudadanos un programa, un proyecto que tenemos para Madrid, que es muy ambicioso y coherente, que es un programa sensato y que está destinado única y exclusivamente a mejorar la vida de la gente. Para eso estoy yo en política.
¿Aparte del alcalde, su rival en esta campaña es también Rita Maestre, su antigua compañera de partido?
A Rita Maestre le deseo mucha suerte en este ciclo electoral y no me cabe la menor duda de que si nos dan los números tendremos que ponernos a trabajar conjuntamente para que haya un gobierno progresista. Eso sí, que haya un gobierno progresista que esté liderado por Podemos, que es quien ha demostrado durante los últimos años que no nos tiemblan las manos ni las piernas, ni nos ponemos nerviosos cuando tenemos que ponernos frente a los poderosos. Y que acometemos las transformaciones sociales, como ya lo hemos demostrado desde el Gobierno de España. Por ejemplo, con el tope del precio del gas que decían que no se podía tocar. Pues estamos poniendo encima de la mesa ese tope del precio y también el de la cesta básica de alimentos.
Usted lamentó en un desayuno informativo que intentaron cerrar una una candidatura conjunta con Más Madrid y Maestre no quiso. ¿Se pueden conocer los motivos que le dio?
Ellos querían ir en solitario, yo lo respeto, pero no lo comparto. Yo me he esforzado por aglutinar a todas las formaciones políticas en la ciudad de Madrid. Lo hemos hecho con Izquierda Unida y también con Alianza Verde. Yo creo que la gente lo que nos está pidiendo en la calle es que haya unidad. Yo sigo tendiendo la mano para que esa unidad genere la máxima ilusión posible. Ese fue el éxito que hubo en 2015 en Madrid, entonces se consiguió el gobierno gracias a generar esa ilusión y esa esperanza y yo sigo trabajando en ello.
En aquel desayuno fue muy duro con Maestre y los demás grupos de la izquierda: dijo que les faltaba “contundencia”, les reprochó no haber presentado una moción de censura después del escándalo de las mascarillas y afirmó que Podemos jamás habría firmado los Pactos de la Villa.
No lo digo yo. Es lo que nos dicen cuando vamos a las asociaciones vecinales, que les ha faltado contundencia en el Ayuntamiento. Antes de entrar en política, lo que yo he visto ha sido una oposición que no ha sido lo suficientemente firme. Después de todo lo que hemos pasado durante la pandemia, y a mí me tocó trabajar durante esos meses en servicios de primera necesidad, yo lo que he visto es que ha habido unos señores que se han llevado seis millones de euros de dinero público y aquí no ha pasado nada y nadie ha asumido la responsabilidad, la mitad han pasado de rositas. No me ha quedado claro qué es lo que ha hecho la oposición. Hablas de los Pactos de la Villa. Claro, es que yo hablo de la operación Chamartín, por ejemplo, que hemos dejado perder una oportunidad única para crear 20.000 viviendas públicas. Eso lo firmaron todos los partidos, por eso digo que les ha faltado contundencia. Yo creo que ha habido ganas de quedarse en la oposición. Con Podemos en el Ayuntamiento de Madrid esto no hubiera ocurrido.
¿Por qué cree que la izquierda siempre va tan dividida a las elecciones?
Nosotros nos presentamos a estas elecciones con la intención de ganar el Ayuntamiento y yo creo que antes que hablar de la división de la izquierda, de lo que hay que hablar aquí es de un bloque progresista. Yo creo que esa es ahora mismo la alternativa de gobierno, que den los números en las fuerzas progresistas. Nosotros hemos puesto sobre la mesa la idea de que vayamos juntos. Insisto, ha habido una formación política que es Más Madrid, que ha declinado, no ha querido ni siquiera sentarse a la mesa. Yo lo que he aprendido del deporte es que hay dos formas de querer ganar. Creerse que uno va a ganar de verdad o querer ganar pero que en el fondo sabe que va a perder. Y esto es, en mi opinión, lo que le está pasando a Más Madrid. Si uno de verdad quiere salir a ganar, siéntate conmigo, hablemos, generemos esa ilusión y ganemos el Ayuntamiento de Madrid. Si no queremos sacar a Almeida y no queremos sacar a la señora Ayuso es porque hay una parte de la izquierda que no quiere salir a ganar.
Manuela Carmena se ha fotografiado con Luis Cueto y se ha hecho vídeos con Rita Maestre. Reyes Maroto también busca su apoyo. ¿Espera algún gesto suyo?
A mí me da la sensación de que la gente se está peleando por coger del brazo a una señora y hacerse una foto, y yo lo que hago es sacar un proyecto que genere de verdad proyectos de vida para la gente joven, con vivienda pública, con alquileres por debajo de los 400 euros; que haya tejido productivo en los barrios de la llamada Triple V: Vicálvaro, Villaverde, Vallecas, que tienen un potencial enorme. Yo más que en hacerme fotos con una o con otro me centro en hacer un programa y un proyecto para la gente.
Echando la vista atrás, ¿qué piensa ahora de aquel famoso “pacto de las magdalenas” que hizo Carmena con Errejón en 2019?
Irse de un partido político a un mes de las elecciones y dejar tirada a tu candidatura no estuvo bien. Nosotros tuvimos la responsabilidad, no nos presentamos a esas elecciones, algo que bajo mi punto de vista fue un error. Como militante de Podemos creo que sí nos teníamos que haber presentado. Pero ahora hay que mirar hacia adelante. Es la primera vez que nos presentamos a estas elecciones como marca Podemos y es muy importante que estemos en el Ayuntamiento de Madrid, porque a la vista está, sin Podemos lo que ha habido ha sido una oposición que no ha sido firme. Con Podemos ciertas cosas que han pasado no hubieran ocurrido.
Pero yo creo que en ese gobierno de Manuela hubo dos almas bien diferenciadas. Hubo un alma, digamos, más conservadora, y hubo un alma que quiso llegar más allá, que consiguió reducir la deuda de la ciudad de Madrid en un 52%, que consiguió un superávit y que quiso revertirlo en los barrios abandonados y que finalmente no pudo ser así porque hubo una parte de ese gobierno de Carmena que se plegó a las exigencias del ministro Cristóbal Montoro y de Mariano Rajoy. Pero, bueno, creo que hay que sacar también una lección de ese gobierno. Y esto lo miro un poco desde fuera, porque yo al final, como ciudadano, participé también de esa experiencia y lo que tenemos que sacar de ahí es que hay que tener más valentía para desarrollar las políticas sociales en la ciudad de Madrid.
El Madrid de Almeida se está convirtiendo en un paraíso para las inversiones privadas. ¿Qué va a pasar con todos esos proyectos si no gana la derecha?
Tenemos ahora mismo encima de la mesa el proyecto de la Operación Campamento, por ejemplo, que es una oportunidad de oro para generar de 12 a 14.000 viviendas públicas. Yo siempre pongo el ejemplo de Barcelona, que desde que aprobó el Plan del Derecho a la Vivienda en 2015, en los seis primeros años se destinaron casi 1.800 millones de euros en vivienda pública. Bueno, pues replicamos los modelos de éxito en la ciudad de Madrid porque Almeida y el gobierno del Partido Popular están convirtiendo a Madrid en un chiringuito para los especuladores. Lo estamos viendo en la Ermita del Santo. Los vecinos lo que están reclamando son dotaciones públicas. ¿Pero qué ha hecho el Ayuntamiento de Madrid? Vender suelo público a grandes fondos internacionales buitres para que haya edificios de lujo o directamente cederles espacio público para que hagan colegios privados. Una política totalmente en disonancia con lo que nosotros estamos planteando, que es que los barrios tengan dotaciones públicas, que los vecinos nos están reclamando. Falta escuchar por parte de este Ayuntamiento a los vecinos. Ese es el gran error de la derecha, que no escucha a los vecinos. El Ayuntamiento de Madrid de Martínez-Almeida es un Ayuntamiento hostil para la gente de Madrid.
Precisamente le iba a preguntar por las propuestas medioambientales, que creo que tienen bastante peso en su programa de la mano de Alianza Verde, de Juantxo Uralde. ¿De verdad creen posible blindar los árboles como seres vivos frente a las talas del alcalde?
Sí. Es una iniciativa que ya hemos hecho en el Congreso de los Diputados. Me parece muy sensata, muy coherente frente a un alcalde que se ha convertido en el leñador de la ciudad de Madrid, que se ha cargado casi todos los árboles. Ahora se están haciendo fotos plantando árboles en esa propaganda que están haciendo de cara a las elecciones. Pero la realidad es que hemos perdido 100.000 árboles en los últimos tres años. Y que hicieron una campaña y se gastaron un montón de dinero público en plantar árboles en la periferia, que se han perdido todos porque no se han mantenido.
Junto a esto, también denunciamos que Madrid tiene problemas de polución y de contaminación. Somos una de las capitales europeas con más muertes por contaminación, y ese es un dato muy preocupante. La campaña que sacó el Ayuntamiento diciendo que en Madrid por fin se respira aire limpio es falaz. Se respira aire menos sucio, pero el aire está contaminado. Hace ocho años, cuando hablábamos de Madrid Central todo el mundo se tiraba las manos a la cabeza y hoy tenemos muy asumido que fue un acierto. Bueno, pues ampliemos Madrid Central. Yo vivo en el barrio de la Concepción, en el distrito de Ciudad Lineal, y lo que ha hecho el Ayuntamiento ha sido poner en el Parque Calero una capa de cemento. Creo que es tremendo porque están justo yendo en la dirección contraria de lo que hacen las principales capitales europeas. Pero en Madrid tenemos un Ayuntamiento, una administración que es enemiga de lo verde.
Otra de sus preocupaciones es controlar las casas de juego de los municipios para prevenir la ludopatía entre los jóvenes. Algo tendrá que decir aquí el ministro Garzón, que es de Izquierda Unida...
Garzón como ministro de Consumo tiene las competencias a nivel publicidad de juego online. Y las competencias del juego presencial de los locales de apuestas es una competencia autonómica. Madrid necesita una ley del juego como la que acabamos de aprobar en Aragón, que es una ley de juego que pone en el centro la prevención, el tratamiento y la inspección. Madrid necesita una ley que vaya encaminada a proteger a la gente joven de los locales de apuestas, con todo el daño que están haciendo. Desde el Ayuntamiento, lo que nosotros proponemos son una serie de medidas municipales como pueden ser la inspección, la prohibición de la publicidad de los lugares de apuestas y acabar con las nuevas licencias, que los locales de apuestas no estén cerca de los colegios y los institutos. Es una auténtica vergüenza que en frente de un colegio o de un instituto haya un local de apuestas. Carabanchel, por ejemplo, es el distrito con más locales de apuestas de todo Madrid. Puente de Vallecas es el segundo y tenemos la indecencia de tener la calle Bravo Murillo, que es la calle con más locales de apuestas por habitante de toda Europa. Esto es una connivencia clara del sector del juego con la clase política, en este caso del Partido Popular. Frente a esto hay que fomentar el deporte y la cultura como herramientas de transformación social y acabar con esta tragedia cerrando los locales de apuestas.
¿Y qué opina de lo de BiciMad, ver el caos que hay con docenas de bicicletas tiradas por el suelo?
Es verdad que se están dejando las bicicletas tiradas en la calle porque hay un sistema que no funciona y que es indecente. Esto ocurrió en Donosti y supieron poner solución al problema y también en Valladolid y en Barcelona. Lo que se demuestra con esto, es que hay un Ayuntamiento, un Partido Popular que se está cargando un servicio público otra vez más, porque son incapaces de mantener lo público. El desastre de BiciMAD lo vamos a pagar durante tiempo. Por tanto, insisto, hay que acabar con la premisa de que desde lo privado se gestiona mejor. Se gestiona mucho mejor desde lo público si crees en ello.