Cinco medallas como campeón de España, tres oros europeos, dos récords del mundo y un subcampeonato en atletismo máster. Pese a su generoso palmarés, a Roberto Sotomayor (Madrid, diciembre de 1977) le queda ahora un reto más, pero esta vez fuera de las pistas de atletismo: lograr que Podemos e IU vuelvan al Ayuntamiento de Madrid e intentar que sus concejales sean decisivos para que la izquierda gobierne de nuevo en la ciudad. El candidato ya ha asegurado que va a sudar la camiseta para conseguirlo. “Quiero recuperar los cuatro años perdidos con el señor Almeida”, sentenció en su puesta de largo como candidato la semana pasada, durante un desayuno informativo celebrado en el Hotel Ritz.
Sotomayor llegaba al acto esa fría mañana de febrero escoltado por varias ministras y altos cargos de Podemos: la titular de Derechos Sociales, Ione Belarra –que le presentó–; la de Igualdad, Irene Montero; la secretaria de Estado de Agenda 2030, Lilith Verstrynge; y la portavoz de Podemos en la Asamblea de Madrid, Alejandra Jacinto. Ante una sala abarrotada de público, el candidato de Podemos, tras contar lo contento que estaba por haber dado ese salto a la política, se centró en desgranar su programa para las elecciones de mayo. Cuando llevaba más de diez minutos sin parar de hablar, el moderador del desayuno le tuvo que frenar para pedirle que dejara algo para contestar las preguntas que le habían hecho llegar los periodistas y los asistentes al desayuno. Entre risas, Sotomayor se disculpó y se sometió al formato del acto.
En realidad, al candidato la política no le resulta ajena. Nacido en Madrid, Sotomayor es el hijo único de una familia de clase media y de izquierdas. Su padre, de Jerez de la Frontera (Cádiz) y empleado de banca, fue miembro del Partido Comunista y estuvo afiliado a Comisiones Obreras. Su madre, de origen manchego, trabajó como auxiliar de geriatría y militó en el PSOE.
El exatleta trabajó durante casi 25 años en El Corte Inglés en la sección de sastrería de caballeros, comprometiéndose con las reivindicaciones de la plantilla y defendiendo sus intereses. Pero el deporte fue su gran pasión. Lo empezó a practicar desde niño, alentado por su padre. Fue alumno de la desaparecida Escuela de Atletismo Municipal del barrio de la Concepción en el que se crió. Y empezó a entrenar en el Centro de Alto Rendimiento en el año 2000, hasta que concluyó su carrera, en 2018. Sotomayor cumplirá en diciembre 45 años. Hace cinco tuvo que colgar las botas después de pasar por varias operaciones del tendón de Aquiles. Y en 2021, Belarra le presentó como parte de las listas al Consejo Ciudadano Estatal de Podemos, convirtiéndose así en miembro de la formación.
Trabajador esencial durante la pandemia
Como él mismo ha contado, durante la pandemia fue movilizado por El Corte Inglés como trabajador esencial en uno de sus supermercados, una etapa que no pasó por alto en aquel desayuno en el Ritz. “Mientras yo trabajaba en un supermercado en los momentos más duros de la pandemia, otros se estaban forrando”, afirmó, en clara alusión a los escandalosos negocios con el material sanitario que se destaparon en la Comunidad de Madrid y en el Ayuntamiento, gobernados ambos por el PP. Y ahí se detuvo para lanzar un misil contra Más Madrid, el partido de Rita Maestre, y sus antiguos compañeros de Podemos que se presentaron en 2015 en la plataforma Ahora Madrid de Manuela Carmena, con los que ahora no han fructificado las conversaciones para concurrir en una sola candidatura.
“Ellos tendrán que explicar por qué quieren ir en solitario”, contestó, al ser preguntado al respecto. “Podemos habría presentado una moción de censura por el escándalo de las mascarillas y jamás habríamos firmado los Pactos de la Villa”, remachó, acusando después a los grupos de izquierda de “blanquear” al alcalde. “Cómo va a hacer un partido una oposición creíble si en cuanto tiene oportunidad pacta con el peor alcalde que tenemos y le blanquea la figura”, lamentó.
Las puyas no pararon ahí porque después se refirió a la Operación Chamartín sentenciando que, al contrario que Más Madrid, grupo al que cree que le ha faltado “valentía contra los poderosos”, Podemos “no le va a poner una alfombra roja a Florentino Pérez”. “Para que se cumplan los programas hacen falta voluntad y valentía”, añadió, para sentenciar a continuación: “Yo, Roberto Sotomayor, les prometo aquí que nadie me va a torcer la voluntad”.
Pese a ello, el candidato de Podemos e IU sabe que el verdadero enemigo a batir es el PP de José Luis Martínez-Almeida y la extrema derecha de Vox, y aunque es consciente de que el reto de entrar en mayo en el Ayuntamiento de la capital es complicado, va a poner todo su empeño en conseguirlo. En una reciente encuesta encargada por el PP del Ayuntamiento de Madrid a GAD3, se da por hecho que Sotomayor logrará entre cuatro y cinco concejales, lo que puede ser determinante para que la izquierda pueda recuperar la alcaldía si Más Madrid saca buenos resultados y el PSOE sube. El sondeo, no obstante, deja a los populares al borde de la mayoría absoluta; en concreto, a tan solo un escaño, mientras deja sin representación a Ciudadanos, los actuales socios de Gobierno, y otorga a Vox los mismos concejales que tiene ahora, cuatro.
El aspirante a alcalde de Podemos denuncia que las políticas del PP “son un peligro para la cohesión social a largo plazo” porque “su acción de gobierno está socavando los barrios y Madrid se está rompiendo”. Aunque su blanco es Almeida, tampoco ha dejado de criticar a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a la que en el mismo desayuno llamó “terrorista sanitaria” por tener abandonada la atención primaria y la salud mental de los madrileños. Él se ha comprometido a contratar a 1.200 psicólogos.
Apuesta por la igualdad y la lucha contra el juego
Uno de sus compromisos es recuperar la concejalía de Igualdad, que el PP ningunea, y acabar con “el Madrid de dos velocidades” y las desigualdades entre los distintos barrios. También cree que hay que luchar por la justicia social e impulsar campañas de concienciación contra la LGTBIfobia. Además, Sotomayor ha prometido mejorar las infraestructuras deportivas de Madrid, el cierre definitivo de la incineradora de Valdemingómez y remunicipalizar, si puede, los servicios de limpieza.
Otra de sus obsesiones ha sido y sigue siendo luchar contra la industria del juego que provoca adicciones entre los jóvenes. De hecho, poco después de llegar al partido de Belarra emprendió una campaña contra las casas de apuestas, 'Que No Jueguen Contigo', con la que quiso denunciar los abusos y problemas de salud que el juego genera.
En sus últimos actos no ha dejado de lado la obsesión de Almeida por acabar con los árboles de Madrid Río o de otras zonas de la ciudad. De ahí que el otro día le apodara el “alcalde leñador”, recomendándole después que se compre una maleta para cuando tenga que abandonar el Palacio de Cibeles tras las elecciones del 28 de mayo.
Sotomayor insiste en que no se rinde. Sabe lo que es ganar, pero también perder. Pero él se va a dejar la piel de nuevo en ganar el próximo 28 de mayo, como cuando corría en las pistas de atletismo. “Permítanme que les diga que soy bastante optimista. Vengo del mundo del deporte y siempre he pensado que no hay reto imposible, que todo se puede conseguir y me gusta salir a ganar. Existe la posibilidad de un Madrid mucho mejor, mucho más justo y que ponga a los barrios y a la gente en el centro”, sentenció el pasado mes de enero en una rueda de prensa que ofreció en la sede de Podemos para dar a conocer las líneas básicas del que será su programa electoral, que ya tiene prácticamente perfilado.