El PP de Madrid no está para celebraciones. La doble dimisión de Cristina Cifuentes ha dejado al partido desnortado, sumido en el “shock” justo cuando la máquina de la precampaña debería haber empezado a engrasarse. Y en esta travesía en el desierto se ha cruzado el Dos de Mayo. El día en el que el poderoso Partido Popular de Madrid, el de las mayorías absolutas con capacidad de influencia en toda España, se daba un baño de multitudes y mostraba su músculo. Este año ese mismo PP llega huérfano a la cita, con el sillón de la presidencia vacío por primera vez en la historia de la fiesta regional.
“Lo vamos a intentar celebrar con la mayor normalidad”, dijo el presidente de la Comunidad de Madrid en funciones, Ángel Garrido, la semana pasada. Él será el encargado de defender el discurso que tenía que haber leído Cifuentes. Lleva días preparándolo a conciencia, según su entorno, consciente de la repercusión que tendrá lo que diga, y también lo que no diga. Tal vez de ello también dependa su continuidad en el sillón. La herida está aún muy abierta. En las invitaciones –enviadas antes de su renuncia– permanece serigrafiado “la presidenta”, que ya ha informado de que no acudirá a los actos.
Fuentes cercanas al partido hablan del “papelón” que tendrá que asumir Garrido en una celebración donde al menos ya se sabe que habrá un desplante. El filósofo Emilio Lledó ha rechazado recibir la Medalla de Oro de la Comunidad de Madrid, el máximo galardón de los que el Gobierno regional entrega el Dos de Mayo. El premio Príncipe de Asturias y miembro de la Real Academia Española dice que “dadas las circunstancias, no podía aceptarla”, en referencia al escándalo del máster que ha atravesado la vida pública en el último mes. Sí la recogerá el polémico periodista Alfonso Ussía, también reconocido con la misma distinción; la actriz Gemma Cuervo, la ONCE y la Policía Municipal de Madrid.
A los actos acudirán los portavoces y figuras de todos los partidos. Podemos, representado por Iñigo Errejón y Lorena Ruiz-Huerta, regresa a la fiesta institucional tras eludir la cita en 2017. También estarán los socialistas Pedro Sánchez y Ángel Gabilondo y, por Ciudadanos, Ignacio Aguado y Begoña Villacís. Albert Rivera se ausenta porque está fuera de España. Además podrá verse a la alcaldesa madrileña Manuela Carmena y a los rectores de las universidades madrileñas, incluido Javier Ramos, de la URJC, confirma Cadena SER.
Nadie quiere faltar a la caída libre del PP de Madrid. Su principal activo, Cristina Cifuentes, ha pasado en apenas 35 días de ser la vacuna contra el ascenso de Ciudadanos y “la mejor candidata” para reeditar la victoria en la Comunidad de Madrid a un cadáver político.
A la caída en desgracia del referente se suman otros episodios que no ayudan al PP a sacar la cabeza, como la imputación del expresidente Alberto Ruiz Gallardón en el caso Lezo. El exministro de Justicia, como el resto de antiguos presidentes, está invitado. También Esperanza Aguirre, cuya dimisión aguó los actos del año pasado tras el encarcelamiento de Ignacio González. El expresidente, el único excluido de la lista de invitados, fue enviado a prisión el 21 de abril de 2017. Apenas once días antes del gran día de la Comunidad de Madrid en el que Cifuentes proclamó que “el tiempo de los corruptos había terminado en Madrid”.
La expresidenta hizo de ese día su escaparate de “tolerancia cero” frente a la corrupción. Aprovechó todos esos focos para distanciarse de lo que hicieron sus antecesores. Pero un año después su figura ha caído como las que la precedieron, manchada y empujada por un quórum social que condena mayoritariamente el escándalo del máster. Cifuentes tenía previsto resistir y celebrar sobre el escenario su último Dos de Mayo, pero los acontecimientos se precipitaron con la orden de Rajoy.
Cospedal confirma a última hora
Este miércoles será ese el telón de fondo. Y el centro, probablemente, los interrogantes aún por resolver: quién sucederá a Cifuentes en los dos tronos, el de Sol y el del partido. A la recepción siempre suele acudir una representación del Gobierno y también de la dirección nacional del PP.
En esta ocasión será numerosa. Han confirmado asistencia la vicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría, que ya estuvo el año pasado; los vicesecretarios del partido Pablo Casado y Javier Maroto, y el coordinador de Organización, Juan Carlos Vera.
No se contaba en principio con Mariano Rajoy, que ya no acudió el año pasado y está de viaje en Burgos, ni con la secretaria general María Dolores de Cospedal, que a última hora se ha apuntado a los actos.
Cospedal ha sido la gran “aliada” de Cifuentes durante esta crisis, admiten en su entorno. Se personó en Sol, enviada por Rajoy, para que la expresidenta diera un paso al lado y fue la destinataria de la carta de renuncia a la presidencia del PP de Madrid. “No hace falta que haga especial mención, María Dolores, a mi lealtad hacia ti, no solo porque eres la secretaria general del partido sino porque también eres mi amiga, y siempre me lo has demostrado”, decía la misiva.
Los nombres de Santamaría y Casado suenan en los despachos de Génova como posibles candidatos para Madrid y así se lee su presencia. El ministro José Manuel García Margallo señaló directamente a la vicepresidenta, con quien admite “discrepancias”, como un “cartel atractivo” para la Comunidad de Madrid. Y la propia Cifuentes dijo hace unos meses que Casado sería “un buen candidato”. Entonces, la situación era otra. Nadie esperaba este desenlace. Para no perder Madrid se necesitan más que nunca “candidatos de peso”, asumen muchos en el PP.
Todo está aún en el aire. El sustituto inmediato de Cifuentes hasta las elecciones se conocerá pronto, según los planes de Génova, que pretende estirar un poco más la “reestructuración” del PP de Madrid tras la renuncia el viernes de Cifuentes a seguir siendo presidenta del partido en la región.
La escuálida lista de sustitutos
La dirección nacional aún no tiene claro si el paso de Garrido por la presidencia será transitorio o se le concederá la oportunidad de mantener el liderazgo en el Gobierno hasta 2019. En Génova no quieren ni cifuentistas ni aguirristas. Tampoco presidenciables que hayan pasado por cargos públicos y a los que puedan sacarles trapos sucios en su gestión del pasado. Con estas condiciones, los posibles de la lista de 47 diputados -el candidato debe salir de la bancada popular en la Asamblea de Madrid- se reducen a un puñado muy pequeño.
Los líos entre familias ya ha traído algunos disgustos al PP y por eso hay partidarios de abrir una tercera vía. Por ese camino de enmedio, aparecen nombres como el de Juan Antonio Gómez-Angulo, hombre del aparato nacional y ex secretario de Estado para el Deporte con José María Aznar; y Alfonso Serrano, responsable del departamento electoral del partido y de la confianza del número dos de Maillo, Juan Carlos Vera. Su cara no es conocida y se plantea como una solución “a la murciana”. En las quinielas se cuela también el nombre del portavoz parlamentario Enrique Ossorio, aunque su perfil no encaja con las premisas marcadas por Génova. Tuvo cargos en los ejecutivos de Aguirre y González pero agrada a la dirección nacional.
Cifuentes ha sido la guinda de una mala racha para el PP, que se aventura a afrontar las elecciones en Madrid desde una gestora, sin un candidato conocido y con Ciudadanos henchido por las encuestas. Todas las estrategias previstas en Génova 13 para remontar tras la debacle electoral en Catalunya y frenar el ascenso de Ciudadanos o se han torcido o han terminado beneficiando al partido de Albert Rivera.
La toma de distancia con la formación naranja con la prisión permanente revisable no ha funcionado lo suficiente; tampoco la aplicación del 155, capitalizada por Ciudadanos; ni el mensaje de la recuperación económica como mejor muestra de una buena gestión en tiempos de crisis.
Al PP ya no hay quien lo celebre. El Dos de Mayo conmemora el levantamiento del pueblo madrileño en 1808, duramente reprimido por las tropas napoleónicas. La Comunidad de Madrid reconoce con una ofrenda floral cada año esa lucha. Así las cosas, la del PP se espera de fondo hasta 2019.