Mercamadrid maneja cada año más de dos millones de toneladas de alimentos. Entre esos kilos de carnes, pescados o verduras empiezan a ganar terreno los alimentos producidos sin uso de productos químicos y sin alteraciones genéticas. Aumenta la demanda entre los consumidores de productos ecológicos, y así se refleja en el mayor mercado mayorista de España. Mientras tanto, el debate sobre si son o no más sanos que el resto sigue sin tener una respuesta clara.
El dato del aumento de su consumo no es una percepción, sino un hecho constatado por el Ministerio de Agricultura, que se encarga de promocionar los productos ecológicos y de medir su consumo. Cada vez son más quienes apuestan por este tipo de producción, cuya base es el respeto por el medio ambiente, a pesar de que sus costes son mayores, y eso repercute en su precio de venta.
Pero, ¿qué son los productos ecológicos?. La agricultura y la ganadería ecológica son un compendio de técnicas agrarias que excluye el uso de productos químicos -fertilizantes, plaguicidas o antibióticos-, evitando las alteraciones transgénicas y con el objetivo de preservar el medio ambiente, mantener o aumentar la fertilidad del suelo y proporcionar alimentos con todas sus propiedades naturales. Así es como consta en la web del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
Las frutas y verduras de origen ecológico son las variedades más demandadas, aunque las carnes empiezan a hacerse un hueco. En Mercamadrid, Cárnicas Chapa se ha encargado de introducir los productos de ganadería ecológica. En su caso, se diferencian del resto porque utilizan cargas ganaderas bajas, es decir, menos animales por hectárea de terreno.
“Podríamos decir que con este método de explotación el binomio agricultura-ganadería cobra más sentido que nunca, en una relación de simbiosis perfecta, en la que el terreno aporta el alimento necesario para el animal y el animal la enmienda orgánica que precisa el suelo para mantenerse”, explica Luis Miguel Raso, veterinario de la empresa.
En sus instalaciones, los animales tienen libertad para moverse y el pienso que consumen no contiene pesticidas ni productos químicos. Los tratamientos hormonales para controlar la reproducción están prohibidos. En caso de enfermedad “sólo se trata a los animales con fitoterápicos y productos homeopáticos”, añade Raso.
El Grupo Cultivar ha apostado por las frutas y verduras ecológicas, y las distribuye a multitud de minoristas desde Mercamadrid. Sandra Sitjar aclara que su género “está libre de residuos de pesticidas, fertilizantes químicos, plaguicidas”. Esta empresa trata de buscar un elemento diferencial en el sector más competitivo. Casi la mitad de los alimentos que se distribuyen a través de Mercamadrid son frutas y hortalizas.
Su consumo aumenta
“Apostamos por los productos ecológicos porque estamos convencidos de que serán el futuro. Es un mercado en crecimiento con una demanda en España cada días más importante”, afirma Sitjar. El Ministerio de Agricultura también lo cree, ya que lleva años detectando un aumento en su consumo.
El propio Ministerio se ha encargado en los últimos años de promocionar los productos ecológicos y de hacer estudios sobre impacto en la sociedad. En el último que está disponible en su web, del año 2014, señalaban que uno de cada cuatro españoles consume prácticamente todos los días productos ecológicos, y se constata un incrementos respecto a años anteriores.
En ese estudio se traza un perfil del consumidor habitual de productos ecológicos. Según los datos del Ministerio, el consumidor de este tipo de productos ronda los 44 años y son más las mujeres que apuestan por esos alimentos, aunque en este aspecto los porcentajes se están igualando.
También se están equilibrando las zonas de la península donde se consumen. Si en 2011 prevalecía el noreste de España, ahora el consumo es similar en todas las zonas. Lo que no varía es que se consume más en las poblaciones pequeñas que en las grandes ciudades.
Según Raso, cada vez existe una mayor concienciación “por la preservación del medio ambiente y la vuelta a unos sistemas de explotación tradicionales, más respetuosos con los animales”. Sitjar es de la misma opinión, y ambos creen que esta es la razón que está detrás del aumento del consumo de productos ecológicos.
A esos consumidores parece que no les frena el precio, superior al del resto de productos. En el caso de las frutas y verduras, el rendimiento de la producción es menor si no se utilizan pesticidas y fertilizantes. En el caso de la carne, los animales crecen más lentamente y sus alimentación es más cara.
Sin embargo, Raso cree que para los consumidores de productos ecológicos, el precio no es disuasorio, si no que son otras las variables que les hacen decantarse por esos productos, como “alta calidad, producción de proximidad, apoyo al medio rural, sostenibilidad, biodiversidad, etc”.
Los productos ecológicos que llegan a Mercamadrid para ser distribuidos entre los minoristas de la capitales deben estar certificados. Llevan una etiqueta en la que pone Eurohoja, y existen distintos organismos que certifican su origen, tanto públicos como privados. Su labor consiste en comprobar que la producción es respetuosa con el medio ambiente mediante inspecciones y auditorías. Además, los productores están obligados a inscribirse en un registro público.
¿Son más sanos?
Es la pregunta del millón. Los productos ecológicos siempre han llevado asociados la etiqueta de que son más sanos que el resto, pero lo cierto es que no hay una respuesta clara a la pregunta. Hay estudios para todos los gustos, y las conclusiones de unos y otros son siempre cuestionadas, sin que puede extraerse una conclusión clara.
En el caso de los transgénicos -modificados con ingeniería genética-, el debate ha sido mucho más encendido. Los cultivos ecológicos prescinden, en teoría, de estas técnicas. Sin embargo, no se ha demostrado que los alimentos transgénicos sean perjudiciales para la salud, y muchas de esas semillas se diseñan para crecer consumiendo menos recursos y ser más respetuosas con la biodiversidad.
“Existe mucho debate al respecto y no parece que haya una evidencia científica que acabe de demostrar que los productos ecológicos son más sanos”, apunta Sandra Sitjar. De nuevo, cree que no es lo que inclina a un consumidor a apostar por ellos, sino que influye su forma de producirlos, respetuosa con el medio ambiente.
Raso no es de su misma opinión. Asegura que la carne ecológica es, al menos, más nutritiva. “La carne ecológica tiene niveles más elevados de ácidos grasos deseables (del tipo Omega-3) y niveles más bajos de grasas saturadas. También posee una mayor concentración de ciertos minerales y vitaminas que la carne convencional”.
Según los datos del Ministerio de Agricultura, los consumidores sí que tienden a asociar los productos ecológicos con la salud, y son una minoría quienes, preguntados con qué valores los relacionan, mencionan el respeto al medio ambiente. Antes aluden a su origen natural y a que son más caros que el resto.