Fumata blanca en el Ayuntamiento de Madrid tras unas horas de confusión. 39 días han pasado desde que el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, anunció que se sentaría con la oposición a ponerse de acuerdo en un gran pacto para reconstruir Madrid tras el coronavirus. El resultado de un mes de negociaciones contrarreloj son 352 medidas que conforman un acuerdo inédito en la ciudad. Y que ya se pueden consultar sobre el papel. Los cinco partidos han acordado blindar la vivienda pública para evitar que vuelva a ser vendida, crear una red de grandes bulevares y zonas de prioridad peatonal –como pudo ser la revertida calle Galileo– o aprovisionar en una reserva estratégica material sanitario y de protección.
El documento con todas las medidas se ha publicado en el Portal de Transparencia tras una tarde de confusión. Porque, mientras el Gobierno anunciaba a bombo y platillo los 'Pactos de la Villa' –un nombre que descarta la nomenclatura propuesta por Más Madrid, Pactos de Cibeles– , el PSOE no daba el acuerdo por cerrado y ha puesto en duda el éxito de la propuesta con la que el Ayuntamiento de Madrid prevé convertirse en un ejemplo. “Marcar sendero para los partidos en el Congreso de los Diputados”, ha dicho Villacís.
El PSOE ha informado a última hora de la tarde de que la concejala de Hacienda ha presentado en la reunión de este jueves un documento que sujetaba las medidas a que el Gobierno de España permita gastar 420 millones de superávit al Ayuntamiento de Madrid y dejaba abierta la puesta en marcha a futuro de algunas medidas, incluso en futuros mandatos. El grupo socialista ha enmendado este texto. Durante el día se ha trabajado en una versión que fuera apoyada por todos los grupos.
“Nosotros no estamos de acuerdo con dejar en manos del Gobierno decidir cuándo se empiezan a ejecutar todas las medidas, sean estas urgentes o no, tal como se señala en muchos puntos, y hemos pedido el compromiso de empezar a aplicar todas en el presente mandato”, aclaran fuentes socialistas.“No entendemos el proceder del Partido Socialista”, ha respondido Villacís, que asegura que el documento en disputa no era de firma obligatoria y acusa al PSOE de “querer aprovechar el momento de última hora”. “Cuestión cerrada”, ha resuelto el alcalde en una entrevista en Cadena Ser.
El nudo gordiano de la discusión ha sido lo económico y sus limitaciones. Es decir, cómo se financiarán las medidas. El documento pone por escrito el acuerdo de todos los grupos de solicitar al Gobierno de Pedro Sánchez que flexibilice la ley para gastar el superávit, algo que era más problemático para el grupo socialista, y que articule fondos específicos para las entidades locales. Almeida ha advertido que van a ser complicados de ejecutar sin este margen presupuestario. También ha sido polémico el calendario: hay medidas más a corto plazo y otras estructurales que Hacienda ha advertido que pueden llevar más tiempo ante el esceptiscismo del PSOE.
Como todas las medidas deben ser adoptadas por unanimidad, Vox ha logrado vetar del documento referencias al origen de la violencia contra las mujeres, como el término violencia de género o violencia machista; que se ha sustituido por “violencia en el ámbito de la pareja o expareja”.
El pacto recoge, como adelantó este medio, la creación de una “tarjeta social municipal” que será un medio de pago válido en establecimientos de alimentación o de bienes de primera necesidad. También reformas profundas en los Servicios Sociales, un fondo para la gestión del Ingreso Mínimo Vital y desarrollar una estrategia municipal de conciliación y corresponsabilidad. Reforzar los programas de atención para las víctimas de la violencia de género, especialmente las mayores de 65 años y aumentar las plazas de centros de acogida. Los concejales han acordado asimismo “desarollar un nuevo modelo para los centros de mayores municipales” más avanzado en “prevención” y dotar de más y mejores medios a la ayuda a domicilio.
Ayudas para bicis
Entre las medidas de movilidad, destacan unas ayudas plurianuales a la adquisición de bicicletas, la creación de carriles temporales –como ya anunció el delegado de Medio Ambiente– y convertir en permanentes “en todos los casos que sea posible” los 45 nuevos kilómetros de carriles bus provisionales, además de peatonalizaciones permanentes en todos los distritos.
El acuerdo propone notables cambios en la distribución del espacio público de la ciudad apostando por la creación de una red de bulevares y la recuperación de otros históricos; la reactivación del Proyecto Madrid Centro de 2011 para crear un “piloto de célula urbana” –supermanzana– que se pueda extender “progresivamente” a toda la ciudad con, primero urbanismo táctico y reversible. El pacto recoge también actuaciones similares a las que el equipo de Manuela Carmena acometió en la calle Galileo para convertir la calle en una área de prioridad peatonal. La medida se revirtió por el actual equipo nada más llegar al Palacio de Cibeles como el primer símbolo de que las políticas habían cambiado. La pandemia ha cambiado severamente algunos planes. Los ediles de todos los partidos aprueban también “crear corredores, elementos verdes y parques de proximidad que unan zonas verdes de manera coherente, continua y completa”.
Los consensos en materia de Vivienda también son importantes: se prohíben los desahucios de inmuebles de la Empresa Municipal de la Vivienda y el Suelo hasta final de año –a excepción de situaciones de convivencia complejas– ; y el fomento por parte de la administración para convertir viviendas turísticas en alquileres de larga duración ante el problema habitacional y de gentrificación en la ciudad. El espíritu que impregna las medidas es crear un parque publico “tendente a llegar al 20%” del total, como otras ciudades europeas.
Referencias vagas en calidad del aire
Como denunciaron Más Madrid y PSOE, los 'Pactos de la Villa' pasan solo de puntillas por las políticas de calidad del aire y dejan fuera todo lo relativo al futuro de Madrid Central o a impulsar nuevas restricciones para el coche. El acuerdo incluye una somera referencia, muy vaga, a elaborar “una nueva Ordenanza sobre la protección contra la contaminación atmosférica y calidad del aire” e incluye la aprobación de un “Plan Municipal específico de lucha contra el Cambio Climático para afrontar la emergencia climática, conforme a lo aprobado por el Pleno del Ayuntamiento de Madrid el 25 de septiembre de 2019”.
El consenso municipal también blinda Mercamadrid e iniciará los trámites para declarar Servicios Esenciales a Madrid Salud –donde se creará un punto para el diagnóstico del coronavirus– y los Servicios Sociales. Además, entre las medidas dirigidas a los empleados públicos, está la regulación del teletrabajo como “fórmula estable, negociada con agentes sociales y proporcionando los medios que sean necesarios”.
En cultura, los concejales han acordado ceder espacios de titularidad municipal a agentes culturales, un plan de choque para evitar el cierre de tablaos flamencos y restaurantes históricos o la retirada del canon por usar el Retiro a la Feria del Libro de Madrid. Entre los acuerdos en materia de deporte, se impulsa la creación de un comité de “atracción y promoción de grandes eventos deportivos”.