El 17 de junio de 2004, la líder de Vox en Madrid Rocío Monasterio presentó una autorización en el Ayuntamiento de Madrid para acceder al expediente urbanístico de un proyecto que tramitaba su estudio de arquitectura. Según ha podido comprobar eldiario.es, la dirigente de extrema derecha entregó un documento en el registro municipal con datos que no concuerdan: el nombre y apellidos de la clienta que supuestamente la autorizaba y la firma no pertenecen a la misma persona.
eldiario.es ha destapado este martes que el estudio de arquitectura de Monasterio falsificó la firma de una de sus clientas en varios documentos y planos que registró en el Ayuntamiento de Madrid para solicitar la licencia de un loft en la calle San Marcos, en pleno centro de la ciudad. La novedad es que en el expediente de esta obra que guarda el registro municipal hay tres firmas diferentes que supuestamente pertenecen a Carolina D, la clienta de Monasterio. Pero a diferencia de las anteriores rúbricas falsificadas, esta tercera firma es auténtica: pertenece a la socia de Carolina.
¿Por qué no concuerdan los datos? La dirigente de Vox entregó al Ayuntamiento de Madrid un documento que se elaboró después de ser firmado. Y se confundió al rellenar el resto de datos.
“Rocío Monasterio nos pidió firmar unos folios en blanco para agilizar unos trámites”, explica a este diario una de las afectadas. “Estábamos preocupadas porque ya habían terminado las obras y no nos concedían la licencia. Para tranquilizarnos nos dijo que firmásemos que ella se encargaba, nosotras lo autorizamos para algo pero no sabíamos para qué”, incide Carolina. “Y luego se equivocó al rellenar los datos”.
Desde el equipo de Monasterio recuerdan que estas clientas perdieron el pleito en los tribunales. Estas mismas fuentes añaden que durante el juicio “se realizó un informe pericial que analizó todo el proyecto”, pero desconoce si se revisaron las firmas.
Al no lograr la licencia y detectar algunas irregularidades, Carolina y su socia decidieron judicializar el caso tras gastar miles de euros en un inmueble que nunca podrían utilizar para su negocio. Fue entonces cuando descubrieron que Rocío Monasterio las había engañado y que no era arquitecta como les había hecho creer. En ese momento también se enteraron que era su hermano el que firmaba los planos del proyectos. En estos documentos se falsificó la firma de Carolina.
La hoy portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid admitió durante el juicio en 2008 no disponer de la titulación y haber trabajado sin licencia, en un vídeo publicado por El País. “¿Que si tengo el título de arquitecto? No”, se escucha afirmar a Monasterio en su declaración ante un juez de instrucción de Madrid durante la celebración de un juicio por incumplimiento de contrato que la actual presidenta de Vox en la comunidad terminó ganando.
La falsificación de la firma no es la única irregularidad de este proyecto. Según destapó este periódico el pasado 28 de octubre, Rocío Monasterio firmó el certificado de obra del inmueble como directora facultativa, en un documento que entregó a la clienta, pese a que no tenía la titulación necesaria para hacerlo.
Monasterio constituyó su empresa de arquitectura en el año 2000, pero no se colegió hasta el 21 de diciembre de 2009, fecha en la que se inscribió en el Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM), un requisito necesario para poder ejercer y firmar proyectos.
La Fiscalía de Madrid abrió una investigación, el 26 de febrero, contra la diputada autonómica en la Asamblea de Madrid por “irregularidades” en otro caso, un proyecto que realizó para el presentador Arturo Valls. Monasterio habría falsificado un visado del Colegio de Aparejadores, según informó el propio órgano profesional, que junto a Más Madrid y la arquitecta técnica que supuestamente firma el visado presentaron una denuncia ante el ministerio público. Valls también mantiene un litigio en los tribunales contra la presidenta de Vox en Madrid.