Dos semanas del hospital Zendal: empiezan los traslados forzosos de sanitarios al nuevo centro que tampoco guardará la vacuna

Fátima Caballero

26 de diciembre de 2020 21:43 h

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Ernesto es uno de los 139 profesionales sanitarios que el pasado lunes 21 de diciembre fue trasladado de forma forzosa para trabajar en el hospital Enfermera Isabel Zendal: “Me lo han comunicado con menos de 24h de antelación, quitándome completamente mi planilla (después de una semana trabajando por fin libraba) y obligándome a dejar mi servicio, compañeros y hospital”, se lamentaba en la red social Twitter un día antes. Duró en su nuevo destino exactamente una jornada laboral. Ese mismo lunes, este enfermero recién graduado renunciaba y prefería irse al paro. “Se vulnera la seguridad del paciente sistemáticamente”, denunciaba unas horas después en una entrevista en Cuatro.

Han pasado dos semanas desde que la primera paciente –una mujer de 63 años– llegase al hospital de pandemias y la polémica no cesa en relación al nuevo centro que la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, construyó para “sorprender al mundo”. A día de hoy, según las cifras facilitadas por la Consejería de Sanidad a elDiario.es, ya hay más de 70 pacientes ingresados en la nueva infraestructura, de los cuales dos están en la UCI de este nuevo hospital y otros dos en las unidades de cuidados intermedios. El centro dispone de 16 unidades de críticos pero la falta de personal hace que solo puedan abrirse de momento entre tres y cuatro.

Para atender a estos pacientes, no son suficientes los 106 profesionales que de forma voluntaria se apuntaron a ser trasladados al Zendal, en el proceso abierto que inició la Consejería de Sanidad. Como ya había avisado el Gobierno regional, son los sanitarios del resto de hospitales de la red madrileña los que son ahora trasladados de forma forzosa para atender a los pacientes que son derivados desde las urgencias. De momento, este lunes llegaron 139, que salen de los sanitarios que fueron contratados como refuerzo para atender la crisis de la Covid-19 el pasado marzo y cuyos contratos se han prorrogado hasta junio de 2021 (aunque podrían ser despedidos antes si la emergencia remitiera).

Desde la Consejería que dirige Enrique Ruiz Escudero aseguran que la próxima semana ya estarán trabajando en el Zendal 340 profesionales. Para abrir las 240 camas que en un principio el Gobierno regional informó que habilitaría –aunque se anunció que tendría capacidad para 1.000– son necesarios 668 profesionales sanitarios que seguirán saliendo del resto de la red de hospitales ya que el Gobierno regional no se plantea nuevas contrataciones.

La renuncia de uno de los enfermeros trasladados de forma forzosa vino acompañada de una denuncia pública por las condiciones de trabajo y de atención de los pacientes. Ernesto, enfermero al que destinaron a atender a los escasos pacientes que hay en UCI defiende que en el nuevo centro se “vulnera la seguridad del paciente sistemáticamente”. Y enumeraba varias razones: “No hay ni laboratorios ni radiólogos”, por lo que los resultados de las analíticas llegan tarde y ese retraso puede perjudicar al estado del paciente; tampoco hay quirófanos –algo que se supo el día de la inauguración gracias a una pregunta de Pablo Casado– y que la mayoría de sanitarios que están sacando del resto de hospitales son “muy jóvenes” y la experiencia profesional puede no ser “suficiente” si el paciente se “complica”.

Las quejas por estos traslados forzosos también vinieron en otra dirección. Una internista del hospital Ramón y Cajal denunciaba este lunes que un compañero de su misma especialidad había sido llevado al Zendal. “Hoy sus pacientes los he visto yo, más los míos”, lamentaba. Y añadía: “No pasa nada, los médicos somos de goma, podemos ver X pacientes al día, o el doble. Esto es desmantelar la sanidad pública”.

Y es que los hospitales empiezan de nuevo a ver incrementados los ingresos de pacientes con coronavirus, tras acumular semanas de caídas. El el puente de la Constitución ha supuesto el punto de inflexión y los sanitarios ya observan con preocupación lo que pueda venir estos días y semanas. La incidencia acumulada en muchos lugares de la región ya está por encima de los 400 casos por cada 100.000 habitantes a 14 días y cuando este indicador sube, se acaba notando también en los hospitales, alertan.

Tampoco servirá para almacenar la vacuna

Desde la Comunidad de Madrid miran de reojo la llegada de la vacuna, aunque son conscientes de que no frenará la curva ascendente registrada las últimos días. De momento, el Zendal tampoco servirá para almacenar las dosis que lleguen a España, pese a que Ayuso la ofreció al Gobierno para ser centro de distribución, este miércoles se supo que tampoco guardará las que lleguen para Madrid. El Ejecutivo regional ha contratado a una empresa privada para almacenarlas, a través de un contrato de emergencia –sin concurso ni publicidad–.

Como adelantaba este miércoles Infolibre, la empresa que encargada de almacenar y distribuir la vacuna en Madrid durante los próximos cuatro meses será Logista Pharma, por un contrato de 156.204,47 euros, un presupuesto con el que comprará los ultracongeladores y realizará el servicio logístico. Esta última partida incluye tanto el almacenamiento como la distribución de las dosis.

También se ha externalizado el mantenimiento. Un contrato que se ha adjudicado a Ferrovial por 1,12 millones euros durante seis meses, tramitado por la vía de emergencia por lo que tampoco ha habido en esta ocasión concurso público. Ferrovial participó en la construcción del nuevo hospital de pandemias, junto a empresas como San José, Dragados, Sacyr, Viales y Obras, la UTE JOCA-Urvios, y Factesa Obras, entre otras.

El Hospital Enfermera Isabel Zendal abría sus puertas al público el pasado 1 de diciembre con un mes de retraso –se anunció para el 31 de octubre– y con las instalaciones inacabadas. Estos retrasos no tendrán penalizaciones para estas constructoras que se han embolsado finalmente el doble del presupuesto previsto. El Gobierno de Ayuso insiste en que su centro asombrará al mundo. De momento, causa perplejidad e indignación entre su personal sanitario.