El 71% de los inquilinos en Madrid ve imposible o duda de que pueda llegar a comprar una vivienda algún día
Dos de cada tres personas que viven actualmente de alquiler en Madrid ven muy difícil (33%) o directamente imposible (38%) convertirse en propietarios en algún momento de sus vidas. El dato proviene de una encuesta reciente del Institut de Recerca Urbana de Barcelona (IDRA) elaborada en Madrid durante los últimos meses de 2023 y que se dan a conocer en un informe publicado hoy.
De propietarios a inquilinos. Informe sobre la creciente desigualdad en el acceso a la propiedad es el título del trabajo que muestra cómo se está desarrollando en la capital de España una “generación inquilina” que nunca dejará de serlo, ni por la vía de la compra ni tampoco por la de la herencia.
“Los datos del informe revelan que, lejos de ser una etapa transitoria propia de la entrada en la edad adulta, vivir de alquiler es una condición duradera con alta probabilidad de prolongarse hasta la vejez”, explican desde el IDRA al detallar los resultados de sus encuestas, en las que los inquilinos que tienen pocas o nulas expectativas de compras son mayoría (71%) frente a los que sí que creen que terminarán siendo propietarios (25%) o están incluso en el proceso de serlo (4%).
Las previsiones de compra varían bastante en función de la edad: los jóvenes son menos pesimistas que los mayores y el 60% ve difícil o imposible llegar a adquirir una casa. En el tramo de mayores de 65 años las perspectivas son aún más complicadas, porque el 80% de los que viven de alquiler creen que será imposible acceder a un piso en propiedad durante su jubilación.
La encuesta también pregunta sobre la posibilidad de heredar una casa, la otra vía para conseguir la propiedad de una vivienda. En este caso el 66,8% de los inquilinos de Madrid no esperan heredar ninguna casa a lo largo de su vida. “La evidencia derriba el mito de que la mayoría heredará antes o después una vivienda y dejará de vivir de alquiler”, asegura el estudio ante la contundencia de estos datos.
De entre los que sí confían en heredar, el 25,3% obtendrá una propiedad inmobiliaria, mientras que el 6,1% de los inquilinos confía en que le lleguen dos y un 1,8% tendrá tres o más. Al igual que en el caso de las expectativas de compra, la posibilidad de herencia disminuye con la edad. También en el caso de las personas migrantes. La población con mayor expectativa de herencia son los españoles de 16 a 34 años (54,1% en Madrid), y la que menos, después de las personas mayores de 65 años, los extranjeros entre 35 y 64 años (17,1% en Madrid).
El estudio concluye con duras críticas hacia mecanismos como el Bono Joven de Alquiler o los avales para la compra de hipotecas, que califica de “ineficaces para abordar el problema de raíz” y asegura que “terminan transfiriendo recursos públicos a caseros y bancos”. Y también añade una serie de recomendaciones del IDRA, dirigidas a las administraciones públicas. La primera de ellas es la de incrementar la oferta de alquiler residencial de larga duración y a precio regulado, incorporando viviendas vacías, recuperando las utilizadas ahora por el alquiler turístico, transfiriendo pisos del Sareb, comprando y construyendo vivienda pública.
La segunda recomendación pasa por introducir medidas fiscales para reducir la desigualdad y garantizar el acceso a la vivienda, aumentando los impuestos de propiedad (patrimonio, sucesiones e IBI) o elevando la fiscalidad por rentas de alquiler. Y, por último, pide impedir la acumulación de viviendas en pocas manos, a través de mecanismos que prohíban compras no destinadas a residir en ellas (citan los ejemplos de Canadá o Países Bajos) o fiscales, con impuestos para desalentar la acumulación de propiedades como el IBI.
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