Este domingo 11 de septiembre, la Real Sociedad de Alpinismo Peñalara anunciaba en redes sociales el fallecimiento el día anterior de Miguel Tébar mientras escalaba en El Galayar (Gredos). Sus restos fueron velados por la tarde en el madrileño tanatorio de San Isidro.
Tébar era una figura importante dentro de la edición y la venta de libros sobre historia de Madrid desde que contribuyera a fundar La Librería, primero tienda especializada en la historia de la capital y, tres años después, también editorial sobre la misma temática. Tébar ha sido gerente de La Librería durante más de tres décadas.
La Librería se inauguró en diciembre de 1986. Tres socios y amigos se embarcaron en la aventura de reunir en un mismo local todo lo que se publicara sobre la ciudad de Madrid. Empezaron en el local de la Fundación Villa y Corte, en la calle Señor de Luzón. Luego, pasaron por la calle de Santiago hasta acabar en su actual librería de la calle Mayor 80. Como se ve, La Libería es producto del viejo Madrid.
En 1989 empezaron a editar, bajo la dirección de Tébar, sus propios libros. El primero fue El Madrid musulmán, un folleto con grapa que daría paso a un cuidado fondo editorial de varios centenares de volúmenes. Hoy, si uno se acerca a las baldas de la sección Madrid de cualquier biblioteca pública, encontrará libros sobre la historia de Madrid con el sello de La Librería… y algunos otros volúmenes de otras editoriales.
A lo largo de los años, La Librería ha sido, y sigue siendo, uno de los principales elementos dinamizadores del debate histórico sobre la ciudad. En la casa han encontrado acomodo tanto especialistas contrastados en la materia como voces que surgieron en la esfera pública sobre la historia de Madrid que es internet. Esta participación es reseñable en los reconocibles libritos de su sello Temporae, pequeños volúmenes cuadrados repletos de material gráfico que han ayudado a ampliar la divulgación de la historia de los barrios y distritos de Madrid fuera de su centro histórico.
Cuando ellos empezaron, sobre Madrid había un puñado de publicaciones académicas, otras oficiales y los ejemplares de El Avapiés. Un páramo fuera del fondo de las librerías de viejo. Treinta y seis años después, no hay librería madrileña que no tenga, por pequeña que sea, su sección sobre la historia de la ciudad. Tampoco quiosco que no tenga la revista Madrid Histórico, nacida en 2005 y de la que el propio Tébar fue promotor.
Este amante de la montaña –como muestra, el sello de La Librería El Senderista–, de los libros y de Madrid, se ha ido mucho antes de lo que le correspondía, dejando un hueco importante en la edición madrileñista.