El comienzo del estudio previo para la gran restauración de la Puerta de Alcalá en 2023, motivada en gran parte por los efectos del tráfico (además de los posibles daños derivados de Filomena), vuelve a poner sobre la mesa la discusión sobre un espacio público menos atado al coche y más amable para el peatón. Así sucede en entornos como la Puerta de Brandeburgo en Berlín y en ese sentido apuntan reformas como la de los Campos Elíseos en París.
A falta de medidas concretas, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, no ha descartado ninguna acción específica al respecto. Unas declaraciones realizadas en la presentación de las visitas a la Puerta de Alcalá, abierta al público durante el periodo en el que el monumento permanecerá en estudio y reforma.
“Las reflexiones que se deban hacer en torno a la Puerta de Alcalá se tienen que hacer en el marco general de reflexión del Paisaje de la Luz”, ha dicho el alcalde en respuesta a preguntas de Somos Madrid, sin entrar en mayores detalles. Almeida ha incidido en lo que desde el consistorio consideran prioritario: “El diagnóstico de su estado y posteriormente la restauración”.
Mírala mírala mírala mírala (como nunca la habías mirado)
A partir del miércoles 27 de julio a las 10.00, el portal del Ayuntamiento habilita las reservas de las visitas guiadas para subir a la Puerta de Alcalá durante su restauración. Comenzarán este mismo 30 de julio, y continuarán todos los sábados y domingos de agosto. El objetivo es aumentar el número de sesiones en septiembre, aunque de momento el cupo máximo de visitantes que podrán ver estas actuaciones de cerca se ha establecido en 5200.
Una oportunidad única y gratuita de contemplar durante 50 minutos las mejoras aplicadas a un icono urbano de Madrid que por fin se acicala de nuevo. Ahora falta por comprobar si el consistorio madrileño seguirá velando por ella una vez termine su puesta a punto, o por el contrario el gobierno de Almeida acabará cerrando la Puerta que hoy ha dejado entreabierta.