Almeida aumenta las 'zonas gastro' de los mercados municipales y apuesta por que se conviertan en “foco de atracción turística”

Somos Madrid

27 de junio de 2024 13:01 h

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Revolución en los mercados municipales de Madrid. El Ayuntamiento va a cambiar la ordenanza que regula su actividad desde el año 2010, introduciendo importantes cambios en lo que se refiere a zonas de degustación, que podrán ocupar más espacio, y también sobre los eventos complementarios autorizados en estos lugares.

La reforma de la Ordenanza de Mercados Municipales ha sido aprobada inicialmente este jueves en la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid y con ella se inicia el periodo por el que cambiarán algunas normativas para los 46 espacios de la capital dedicados a esta función, que funcionan a través de concesiones públicas. Su entrada en vigor se prevé para finales de este año.

El cambio más llamativo es el aumento de los espacios para la gastronomía. La ordenanza permitirá aumentar la superficie máxima destinada a degustación o consumo de alimentos tanto en los locales (hasta el 25% de la superficie de la sala de ventas o 30 m2) como en las zonas comunes (50% de la superficie total de las zonas comunes, con un máximo de 25 m2 por cada local de hostelería o comercio con degustación en el mercado).

También se detallan las nuevas actividades que se pueden montar en los espacios comunes: podrá haber actuaciones musicales, presentaciones y desfiles y otras actividades lúdicas y educativas, además de promoción de productos y de consumo responsable, degustaciones, máquinas expendedoras y cajeros. Además, en estas mismas zonas se podrán colocar de mesas y sillas para el consumo de alimentos vendidos por los puestos.

La nueva ordenanza incluirá una mayor flexibilidad horaria de los locales en función de la actividad, “ajustada siempre al interés general del mercado y a la normativa vigente”, asegura el consistorio. Y permitirá los contratos de cesión del derecho de uso de los locales, con un año de duración como máximo, además de facilitar la entrada en las nuevas concesiones a los comerciantes que venían desarrollando su actividad en el mercado. También se prohíbe la cesión del ejercicio de la actividad sin cesión de la titularidad del local.

Por último, la ordenanza facilitará la instalación de infraestructuras para la recarga eléctrica de vehículos en el área del aparcamiento y la inclusión de dos nuevas tipologías de zonas destinadas al depósito de bicicletas y vehículos de movilidad urbana cero emisiones y al aprovechamiento de la energía solar.

Fomentar el turismo

Con estos cambios, el equipo de Almeida asegura que quiere convertir los mercados en “símbolos de la identidad de la ciudad, vehículos de cohesión social de los barrios, focos de atracción turística y motores de crecimiento económico”.

Según el consistorio, el nuevo documento “persigue mejorar los estándares de calidad del servicio, adecuar los mercados municipales a los nuevos hábitos de consumo y otorgar mayor flexibilidad y autonomía a los concesionarios en la gestión de los establecimientos”, explica en nota de prensa.

La modificación es fruto de la demanda y el consenso del sector, representado a través de los concesionarios de los mercados y de la Federación de Comercio Agrupado y Mercados de la Comunidad de Madrid (COCAM).

La normativa será también actualizada con estrategias dirigidas a promover la circularidad en toda la cadena de actividad, desde la logística de compra de productos a su venta, pasando por el almacenaje de los bienes que se ofertan en los mercados municipales, incidiendo en la disminución de los residuos generados y en la optimización de su gestión.

La nueva ordenanza de mercados incorpora mejoras de técnica normativa, actualiza algunas referencias que se habían quedado obsoletas e incorpora nuevos contenidos en materia de sanciones y multas coercitivas como consecuencia de las modificaciones introducidas.

Entre las principales sanciones se hallan las derivadas de la cesión del ejercicio de la actividad comercial sin traspaso de la titularidad del derecho de uso del local, el consentimiento de los concesionarios de la cesión del ejercicio de la actividad comercial sin traspaso de la titularidad o la alteración de la configuración de las fachadas de los locales y de los espacios comunes del mercado que linden con pasillos comerciales sin la preceptiva autorización, así como la obstaculización de las prácticas que faciliten la evolución hacia una economía circular.