El PP no cumple lo que promete. No votaremos al PP. Con estos mensajes impresos en carteles tuvo que pasar el delegado de Movilidad y Medio Ambiente, Borja Carabante, su última comisión de área. Los portaban varias vecinas de la zona del Bernabéu, en Chamartín. Su distrito siempre se ha caracterizado por votar masivamente al PP cada vez que se abren las urnas pero eso no ha impedido que en los últimos meses se haya organizado una clara oposición al proyecto municipal para construir dos grandes aparcamientos solicitados por el Real Madrid.
La polémica empezó a finales de 2021, cuando se conoció que el club presidido por Florentino Pérez había pedido al Ayuntamiento de Madrid construir dos aparcamientos con alrededor de 2.000 plazas junto a su estadio. Los merengues, que ejecutan una remodelación del Santiago Bernabéu aprobada durante la etapa de Carmena como alcaldesa, planteaban un nuevo proyecto a Almeida para conseguir sendos parkings destinado a los aficionados de sus partidos y a los asistentes a otros eventos que planea albergar en el renovado coso blanco.
El Ayuntamiento recogió la idea y respondió planificando dos aparcamientos públicos pero construidos por una empresa privada, a cambio de explotar su funcionamiento durante los próximos 40 años. Esta es la clave de la operación: el enorme negocio económico que significará gestionar los parkings durante décadas, cifrado ahora en 561,5 millones de euros de facturación total, sin incluir el IVA. La cifra la calcula el área de Movilidad y corresponderá a los ingresos de la empresa adjudicataria de la obra y gestión, según los detalles a los que ha tenido acceso este periódico. Lo conseguirá después de en el que el Real Madrid parte como favorito por haber hecho la propuesta, que le otorga un 5% más de puntos en la disputa.
El desglose de ingresos deja clara cuál es la parte del pastel más interesante en esta operación: la comercialización de unas plazas de aparcamiento en una zona de oficinas y negocios con restricciones al estacionamiento en superficie (todo el ámbito cuenta con parquímetros). Los cálculos son que tres cuartas partes de la facturación llegarán de los tickets de parking para visitantes temporales, unos 385,2 millones.
La segunda gran partida serán los ingresos recibidos por los abonados del aparcamiento (46,8 millones), mientras que el estacionamiento de autobuses, dispuestos en los laterales de un nuevo túnel que se excavará en Padre Damián aportará 20,9 millones más. Otros ingresos de menor cuantía llegarán por el alquiler de plazas de car sharing, las electrolineras, concesión de derechos de uso o el alquiler del espacio público en el paseo de la Castellana.
La concesionaria podrá alquilar la explanada en la que se convertirá el espacio situado entre el Bernabéu y la Castellana, donde antes había un aparcamiento y se montaban también los chiringuitos de venta de artículos para fans los días de partido. El Ayuntamiento privatizará este espacio público de 19.600 metros cuadrados a la vez que el subsuelo y permitirá que sea alquilado para eventos que, en teoría, deben estar relacionados con la movilidad, aunque la licitación no ofrece demasiados detalles en este punto por lo que la interpretación podría ser muy abierta.
Dos aparcamientos: uno con déficit y otro muy rentable
El área de Movilidad ha planteado la operación de los dos aparcamientos de forma conjunta, en lugar de sacar a concurso ambas infraestructuras de forma separada, como es habitual. Lo hace porque el parking de Padre Damián sería deficitario, ya que es el más pequeño (617 plazas distribuidas en cuatro plantas, que suman 32.976,66 m2) y en el que aparcarán los autobuses. También deberá tener un centro de distribución de mercancías y albergar en su planta -2 un túnel para minimizar las congestiones al tráfico que pueden crear las nuevas dotaciones.
La construcción de este túnel -inicialmente no planificado por el Real Madrid- será uno de los mayores gastos que deba asumir la empresa adjudicataria. Es también la parte más polémica y la que ha enojado a residentes y comerciantes de la zona. Tendrá acceso en el número 26 de la calle Padre Damián por el norte y en el 54 del Paseo de la Habana por el sur.
Hasta 547 plazas de este lugar serán para residentes (menos rentables que las de uso libre) y tendrán un precio de entre 70 y 125 euros sin IVA, según las condiciones del pliego planteadas por el consistorio. Además, la empresa licitadora podrá ofrecer un mínimo de 50.000 euros anuales a las arcas municipales por explotar este lugar y el parking de la Castellana, como único pago al Ayuntamiento dentro de todo esta operación urbanística.
El segundo aparcamiento, junto al Bernabéu, será mucho más rentable. Porque el hueco para albergar coches es mucho más grande (1.299 plazas para turismos, además de otras 123 para otros vehículos) y no contempla espacio para residentes. Ocupará 37.863,35 m2 bajo el subsuelo, distribuidos en 4 plantas. Está previsto que ambas infraestructuras estén construidas en año y medio a partir de la adjudicación.
Al igual que algunos vecinos, los partidos de la oposición tampoco bendicen esta operación. Más Madrid se ha posicionado en contra desde que se conoció y la califica de “pelotazo” que “atenta contra la salud de las personas, la movilidad y el medio ambiente de nuestra ciudad”. Se queja de la “falta de transparencia” en todo el proceso y alerta de que atraerá a más coches al centro de Madrid, provocando “más humos, más ruido y más contaminación”.
El partido de Maestre considera que la zona está “muy bien comunicada por transporte público y con aparcamiento suficiente en AZCA y en el Palacio de Congresos” y que en realidad esta licitación puede convertirse “en el primero de los regalos envenenados de Almeida para la siguiente corporación”.
¿Cuándo se adjudicará este concurso? Por los plazos, el Ayuntamiento podría entregarlo incluso antes de las elecciones o, por lo menos, de forma previa a un hipotético cambio de gobierno en Cibeles. “Si Almeida no lo para, lo va a hacer Rita cuando sea alcaldesa”, apuntan fuentes del partido de la oposición.
Una empresa independiente del Real Madrid
Otra de las dudas es saber si alguna empresa intentará competir con Florentino Pérez por este jugoso y rentable contrato. El consistorio parece haberlo hecho a medida para el Real Madrid, ya que el Ayuntamiento permitirá al adjudicatario “constituir una sociedad de responsabilidad limitada”, dejando así fuera al club blanco de la exposición a pérdidas económicas si los parkings van mal. Esta compañía sería “la responsable de la ejecución de las obras e instalaciones y de la explotación de los aparcamientos y de la zona complementaria”.
Pero si todo falla también hay otra cláusula para salvaguardar los intereses privados: el plazo de duración del contrato podrá ampliarse seis años “para restablecer el equilibrio económico”, explica el texto del concurso público.
Mientras el Ayuntamiento espera la oferta de Florentino Pérez para el concurso, el Real Madrid continúa con sus obras de remodelación del Bernabéu, que acabarán en 2023 pero que engancharían antes con las de los aparcamientos. El alcalde Almeida le agradeció a Florentino Pérez la mejora del estadio y aseguró hace unos días que “va a ser un icono de la ciudad”. También confiaba en llegar a la apertura oficial, prevista para el mes de diciembre, después de ser reelegido: “Espero estar en la inauguración de las obras... como alcalde”, aseguró.