Almeida explica el colapso del transporte en Madrid porque llovió mucho y culpa a la Aemet de no avisar
La primera respuesta a las inundaciones registradas en la capital efectuada por el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha sido la de derivar responsabilidades a la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). “No había previsión meterológica de inclemencia”, ha explicado en rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno para justificar por qué el Ayuntamiento desactivó el Plan de Actuación de Inundaciones este miércoles, pese a que numerosos puntos de la ciudad acabaron con enormes balsas de agua, que se trasladaron al Metro provocando el corte de seis de sus líneas. La Comunidad de Madrid, sin embargo, mantuvo su nivel de preemergencia por inundaciones.
Almeida ha mostrado en la rueda de prensa los mapas de avisos de Aemet, que marcaban en verde la Comunidad de Madrid para la jornada de ayer. Y ha afirmado que lo que sucedido en la capital fue “una cantidad extraordinaria de agua que cayó en un periodo muy corto de tiempo”. Sin embargo, desde la agencia estatal explican que las precipitaciones recogidas no fueron excepcionales y tampoco entraban dentro de los parámetros para decretar ningún tipo de aviso: este miércoles se recogieron 24,9 mm en la estación de medición de Retiro durante todo el día, mientras que Aemet emite alertas cuando se superan los 40 mm en 12 horas.
Los problemas se concentraron entre las 15.00 y las 19.00, con el final de la tarde experimentando lluvias considerables, de hasta 5,3 mm acumulados en diez minutos. Darío Cano, jefe de meteorología del Aeropuerto Madrid-Barajas, explica a Somos Madrid que este dato “no es una cifra nada excepcional” porque no llegó a alargarse lo suficiente como para justificar un contexto tan adverso: “Si se hubiera mantenido así durante una hora sí se habrían rebasado los 30 litros acumulados por metro cuadrado”, añade.
Almeida, sin embargo, destacó que la cantidad de agua caída este miércoles es “casi la mitad” de la que recoge Madrid de media en los meses de diciembre, que estimó en 170 litros por metro cuadrado (170 mm). El dato no es cierto, ya que según los registros de Aemet, en todo el miércoles se recogieron el 14% del total de esta cifra, muy lejos de la mitad afirmada por el alcalde.
El primer edil también recordó que los problemas se extendieron fuera de la capital (citó balsas en la M-40 y la M-42) y anunció, no obstante, que su equipo revisará los puntos donde se produjeron inundaciones: “Probablemente haya que incrementar el número de imbornales” -los desagües de las calzadas- para evitar “que estas trombas de agua produzcan las escenas con las balsas de agua que vimos ayer”. “Hubo una serie de puntos que sí sufrieron, en los cuales vamos a hacer un estudio para determinar las causas por las que en los últimos años, cuando se producen lluvias fuertes en Madrid, se produce un problema”, añadió.
Según los datos municipales, los bomberos del Ayuntamiento practicaron 140 intervenciones desde las 9.00 del miércoles y no se produjo ninguna incidencia significativa. Las balsas de agua se extendieron en numerosos puntos colapsando la circulación, como la calle de Alcalá junto a Cibeles, la glorieta de Carlos V o la avenida de los Poblados en Aluche, donde el agua cubría toda la calzada y llegaba hasta el intercambiador.
La acumulación de agua en las calles fue lo que provocó la mayoría de cortes en la red de Metro, que durante unas dos horas (de 19.00 a 21.00 horas aproximadamente) tuvo la mitad de sus líneas cortadas por inundación en más de una decena de estaciones afectadas.
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