Desde el domingo 1 de enero los coches sin etiqueta de la DGT que no estén empadronados en Madrid tienen prohibida la circulación por la M-30. Pero los dispositivos de vigilancia no llegarán hasta dentro de varios meses, cuando se enciendan las 44 cámaras previstas por el Ayuntamiento. Y las multas tardarán aún más en llegar, a partir del mes de junio, según cálculos municipales.
La noticia de que las cámaras no estarían listas para principios de 2023 la adelantó Somos Madrid la pasada semana y ha sido confirmada este lunes por el delegado de Movilidad y Medio Ambiente, Borja Carabante. El responsable del tráfico en la capital aseguró que los dispositivos de vigilancia estarán instalados previsiblemente en abril pero que debido a los dos meses de preaviso que aplicará las sanciones se empezarán a imponer en junio.
La fecha en la que comenzarán las sanciones llegará por lo tanto después de las elecciones municipales y regionales de Madrid, cuya fecha de celebración está prevista para el último domingo del mes de mayo.
No obstante, Carabante recordó que aunque los controles automáticos no estén funcionando, la sanción por entrar en la M-30 supone una multa de 200 euros. “Sigue estando prohibido aunque no estén las cámaras”, ha remarcado en declaraciones recogidas por Somos Madrid. También aseguró que habrá “controles aleatorios” de agentes de movilidad para sustituirlas, sin especificar cuántos ni en qué lugares. Actualmente este colectivo se niega a efectuar horas extra en protesta para conseguir un nuevo convenio.
El motivo de la tardanza en la llegada de las cámaras es la fecha de firma de la adjudicación para su suministro, que se produjo el pasado 23 de diciembre, a nueve días de la entrada en vigor de las restricciones. No es la primera vez que al área de Movilidad le pilla el toro con el despliegue de dispositivos de vigilancia: ocurrió algo parecido a inicios de este año, cuando los retrasos en el concurso de adjudicación hicieron que la primera ZBE en la almendra central fuera solo controlada por 15 cámaras ya instaladas en los semáforos para cazar a conductores que se saltaban el disco rojo, lo que fue calificado de “coladero” por la oposición. Para la llegada de los 110 dispositivos pensados para estos controles en el interior de Madrid ha habido que esperar muchos meses más.
Qué coches tienen prohibido el acceso
La nueva restricción es parte del plan de la capital para rebajar sus niveles de contaminación, dentro de unas líneas generales trazadas en 2018 para ir restringiendo el acceso de los coches más contaminantes a Madrid. En este caso afecta a los vehículos sin distinción medioambiental de la DGT (vehículos A) con uso familiar, todoterreno o sin especificar de no residentes en la ciudad de Madrid. Se trata de los de gasolina matriculados antes del 2000 y los de diésel anteriores a 2006. La principal novedad es que ahora tendrán prohibida la circulación no solo en la almendra central, sino también por la propia M-30.
Por tanto, los transportes que no estén domiciliados en la capital, en el Registro de Vehículos y en el padrón del Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) del Ayuntamiento, no podrán utilizar esta vía para circular por Madrid o atravesarla.
Puedes consultar todas las restricciones a la circulación en la M-30, los puntos de control y el calendario previsto en el siguiente enlace.