La Cornisa es uno de los pocos pulmones del distrito Centro, un oasis dentro de una parte de Madrid con mucho asfalto y granito, pero pocas zonas verdes. Desde hace varias semanas este parque está vallado, porque el Ayuntamiento decidió reformarlo con unas obras de las que apenas había ofrecido detalles, pero sobre las que muchos vecinos recelaban.
Las alarmas saltaron a mediados de septiembre, cuando el sonido de la motosierra sobresaltó a los habitantes de la zona. Nadie les había avisado de que se talarían árboles y entonces la Junta de Centro, responsable de los trabajos, despachó el incidente indicando que los 12 ejemplares que había troceado fueron afectados por el temporal Filomena.
Pero la tala prevista inicialmente iba mucho más allá de una actuación quirúrgica: el informe encargado por el equipo de Almeida propuso talar entre 72 y 99 árboles de los 203 que crecían en La Cornisa antes de iniciarse las obras, según las fichas de los técnicos municipales que evalúan cada ejemplar, a las que ha tenido acceso Somos Madrid y cuyo plano de afecciones reproducimos sobre estas líneas. La mayoría se proponían cortar por razones que no tienen que ver con Filomena, según las explicaciones redactadas por los técnicos municipales.
El informe proponía cortar magnolios, cerezos, cipreses, muchos plátanos de sombra, acacias... la mayoría de gran porte, con entre 7 y 10 metros de altura, porque “no cumplen las funciones ecológicas que son recomendables”, indicaba el exhaustivo trabajo del Ayuntamiento de Madrid, que identificaba cada uno de los árboles y explica las razones por las que recomendaba su tala, acompañadas de una o varias fotos de los ejemplares condenados.
La mayoría de los árboles que el estudio pedía talar, 72, tenían un aspecto normal la pasada primavera, cuando se efectuó su evaluación y época de la que datan las imágenes de cada uno de los ejemplares, que publicamos a continuación:
Las causas con las que se justifican las talas en el informe son diversas. La mayoría de plátanos de sombra que se pide retirar están en una zona con “excesiva densidad de plantación”, donde la cercanía de unos árboles con otros “hace que algunos de los ejemplares no tengan el desarrollo propio de esta especie”, explicaba el informe municipal. Otras especies, como algunos magnolios situados al oeste del parque, se encuentran casi secos ,“con el tronco completamente dañado” por el excesivo sol que reciben.
Algunos árboles sufren las consecuencias de un mal mantenimiento por parte del Ayuntamiento. El informe propone talar varias falsas acacias que cuentan con pocas ramas debido a las “podas intensas” que han sufrido por parte de los servicios municipales, “provocando una baja vitalidad”. En el caso de la acacias de Constantinopla que propone retirar, la causa de su apeo es el mal drenaje de varias zonas del parque y los charcos que se forman.
Además de las 72 talas señaladas, el informe dejaba en suspenso el estado de otros 27 árboles una vez que llegaran las obras y decidir entonces si se cortaban o no. Por ello el número de ejemplares afectados por las talas podría haberse elevado hasta 99, casi la mitad de los existentes en el parque.
La Junta de Centro asegura que solo talará 28 árboles
El Ayuntamiento de Madrid califica el informe de “estudio inicial” elaborado por los técnicos del distrito para el proyecto de reforma del parque de La Cornisa. Sin embargo, asegura que el proyecto de obra solo contempla la tala de 28 ejemplares “que se vieron afectados por Filomena” y, en declaraciones a este medio una vez publicado el contenido del informe, afirma tajantemente que no desaparecerán más árboles, pese a la opinión de los técnicos municipales. Una portavoz municipal explica que se van a plantar en su sustitución otras especies “adaptadas al clima mediterráneo de Madrid”, a la vez que también se incrementará “la superficie verde”.
La Junta de Centro asegura que los detalles de la reforma se comunicaron en dos reuniones con entidades vecinales celebradas el 25 de mayo el 9 de septiembre, a las que asistieron organizaciones como Amigos de las Vistillas,FRAMV y MCyP. Las talas comenzaron el día 15 de ese último mes. Fuentes vecinales consultadas por este periódico indican que no fueron informados por el Ayuntamiento hasta una reunión el pasado 26 de octubre, en la que asistieron usuarios de La Cornisa, Ampas del barrio y representantes de la asociación Las Cavas. El Ayuntamiento de Madrid solo accedió a mostrar a estos vecinos hace unos días -previa instancia- un dibujo del resultado final de la reforma en el parque y un plano con los árboles que se plantarían, cuando habían comenzado las protestas vecinales.
El grupo de vecinos que se ha mostrado contrario a la reforma organizaron desayunos junto al parque los fines de semana para frenar lo que consideran un “arboricidio”. Lamentan las talas que se han ejecutado hasta ahora y también denuncian que está prevista la creación de una especie de escenario y de un “graderío” en una parte del parque, que temen pueda convertirse en un espacio para eventos.
Desde el Ayuntamiento se matizó hace unos días el contenido de su mensaje a los vecinos sobre la desaparición de árboles: “Lo que se comunicó a los vecinos es que no íbamos a talar por talar para remodelar el parque. Lo que se ha hecho es actuar sobre los árboles afectados por Filomena o que no estaban en buen estado. Se van a replantar con especies que se aclimatan mejor al clima de Madrid y los espacios verdes van a aumentar, aunque sobre plano uno no se haga idea”, explicaba una portavoz en conversación con este periódico. Del informe sobre los 99 árboles que pueden desaparecer solo indican que el proyecto definitivo de ejecución de obra solo se recogió la tala de los 28 árboles citados y su sutitución posterior, avalada por los informes de la comisión de Patrimonio.
La pasada semana estuvo en La Cornisa la portavoz de Más Madrid, Rita Maestre, comprobando las talas que ya se habían efectuado y hablando con los vecinos opositores. Al conocer el contenido del informe, la edil lamenta que “lejos de parar en su cruzada contra los árboles, el alcalde va más allá y ha decidido arrasar un tercio de los ejemplares del parque de La Cornisa. Esto es un arboricidio”, asegura.
“¿Qué es lo que no entiende del cambio climático y de que los árboles y las zonas verdes son imprescindibles para la salud y para el medio ambiente?”, se pregunta Maestre. “Le exijo al alcalde que pare ya de una vez, que deje de liquidar árboles. Las consecuencias son inasumibles, no solo para este pequeño pulmón verde de la ciudad, también para la salud de todos nosotros”, concluye.
En su visita de hace unos días, la portavoz de Más Madrid estuvo acompañada del concejal José Luis Nieto Bueno, quien denuncia que el Ayuntamiento de Madrid también ha cortado árboles en el paseo de la Castellana para acometer la construcción del carril bici, en el parque de Aluche, con la tala varios castaños de indias. Y esta misma semana, en el Parque Lineal del Manzanares.
Está previsto que la primera fase de la reforma del parque de La Cornisa, en la que el Ayuntamiento ha invertido 825.000 euros, acabe antes de finalizar el año. La segunda se iniciará en el segundo semestre, con la idea de que pueda estar acabada cerca de las elecciones del próximo mes de mayo.