El alcalde de Madrid parece dispuesto a intentar sacudirse la fama de “arboricida” labrada a raíz de talas polémicas y otras actuaciones relacionadas con la masa forestal de la ciudad. Por ello este domingo se fue al mirador de la Cuña Verde de O'Donnell, en Moratalaz, para prometer que plantará medio millón de árboles en la próximas legislatura, si repite como alcalde.
José Luis Martínez-Almeida habló en el acto de su “política municipal y medioambiental en mayúsculas”, de la que destacó que en su mandato ha plantado ya 215.000 árboles jóvenes y retoños en la ciudad. El alcalde se aferra a esta cifra para contrarrestar la que habla de la desaparición de 78.616 árboles adultos en las calles de Madrid durante su mandato, obviando que los expertos advierten que plantar pequeños ejemplares no sustituye a los adultos talados.
Aunque no detalló en qué lugares se plantarían los nuevos árboles, es muy probable que la mayoría vayan al proyecto del Bosque Metropolitano, que todavía está en sus inicios y donde se han colocado 25.500. La oposición denunció hace poco que el pasado verano miles de ejemplares colocados por el Ayuntamiento de Madrid se habían secado por falta de riego.
Almeida también destacó que su equipo ha colocado árboles en 13.800 alcorques que permanecían vacíos para “garantizar que la mitad de las calles madrileñas sigan siendo arboladas”. Sin embargo, el pasado año se clausuraron a la vez 2.188 huecos para especies verdes en la capital, y en 2023 está previsto que otros 2.044 se conviertan en aceras.
Por otro lado, el mandatario anunció que si resulta reelegido rehabilitará los parques singulares, históricos y forestales, es decir: la Casa de Campo, la Finca de Torre Arias, al Parque del Oeste, la Dehesa de la Villa, la Quinta de la Fuente del Berro, la Quinta de los Molinos, el Parque del Capricho, el Parque Tierno Galván, el Parque lineal del Manzanares o el Forestal Valdebebas-Felipe VI.
Árboles nuevos que vienen de talas autorizadas
Parte de los árboles jóvenes que está plantando el Ayuntamiento de Madrid llegan a causa de que otros adultos hayan pasado por la motosierra. Según la Ley del Árbol regional, tanto la Administración como los particulares que talen árboles tienen que compensar al consistorio con tantos ejemplares jóvenes como años se hayan llevado por delante con los apeos.
Por ejemplo, en Villaverde el área de Medio Ambiente estudia autorizar la tala de un millar de árboles, la mayoría pinos. En el caso de que vaya adelante, solo por esta actuación recibiría 48.477 ejemplares de pequeño tamaño (entre 19 y 50 centímetros de altura, salvo en el caso de los pinos que irían de 60 a 80), valorados en algo más de 55.000 euros. En las obras del Bernabéu, la tala de otros 73 ejemplares obligará a la reposición de 1.949 árboles.
El equipo de Almeida se ha ganado fama de arboricida a raíz de numerosas obras que se han llevado por delante cientos de troncos en distintos puntos de la ciudad, desde la plaza del Carmen hasta los del parque de la Cornisa. O la de Madrid Río para la nueva parada de la línea 11 de Metro, que ha de autorizar el consistorio. Las propias estadísticas municipales revelan que en lo que va de legislatura la capital ha perdido 78.616 árboles maduros en sus calles y parques.