El plan para colocar una enorme losa verde encima de la M-30, cerca del puente de Ventas, llegará precedido de una nueva tala. El Ayuntamiento de Madrid prevé retirar más de medio centenar de árboles de la zona para poder ejecutar el cubrimiento de la vía de circunvalación, una de las promesas electorales con las que Almeida ganó las últimas elecciones.
El anteproyecto de esta actuación, al que ha tenido acceso este periódico, contempla 54 talas en total. La mayoría de los árboles que desaparecerán se encuentran ubicados al Este de la M-30, pero casi una decena de los afectados serán talados dentro del propio parque de la Quinta Fuente del Berro, un jardín histórico del siglo XVII. “Los ejemplares afectados son en su mayoría ejemplares de gran tamaño y pertenecen a especies como las arizónicas, cedros, pinos, olmos y un ailanto”, explica el texto municipal consultado por Somos Madrid.
En concreto, los trabajos para esta cubrición se llevarán por delante tres cedros del Atlas de 18 metros de altura situados en el parque histórico con hasta 70 años de edad. También un olmo siberiano del mismo porte, varios cipreses de Arizona de 15 metros o un ailanto con una copa que llega a los 12 metros y que crece desde hace cuatro décadas en uno de los parques históricos de la capital. Todos ellos se encuentran en buen estado, según el informe del área de Medio Ambiente previo a las talas.
El presupuesto del anteproyecto contempla que la empresa encargada de las obras acabe gastándose 131.511,21 euros en entregar 1.761 pequeños ejemplares como compensación por las talas a los viveros municipales, algo obligatorio actualmente pero que podrá ser sustituido por un pago en metálico, cuando entren en vigor los cambios en la Ley del Árbol aprobados recientemente por el Gobierno de la Comunidad de Madrid.
Las talas señaladas por el anteproyecto no son aún definitivas. Deberán ser confirmadas por la empresa que resulte adjudicataria del contrato para cubrir la M-30, que el área de Obras y Equipamientos sacó a concurso a principios del mes de julio y en el que la capital se gastará casi 87,8 millones de euros. Está previsto que los trabajos comiencen en la primavera de 2025 y se extiendan hasta la primavera de 2027, justo antes de las próximas elecciones municipales.
Fuentes de este área explican a Somos Madrid que todavía “es muy difícil establecer el número de árboles que se pueden ver afectados en un proyecto tan complejo” y que habrá que esperar al proyecto de ejecución que presente la adjudicataria para saber cuántas talas se ejecutan finalmente. “Estamos ante una estimación”, añaden las mismas fuentes antes de aclarar que “se va a trabajar, como siempre, para que las afecciones sean mínimas”.
El área de Obras saca pecho en cualquier caso de los más de 200 nuevos árboles que serán plantados en el entorno y sobre la losa de 17.000 metros cuadrados y 189 metros de longitud que se colocará encima de la M-30. “Las plantaciones arbustivas y arbóreas se resolverán mediante el empleo de especies adecuadas al clima madrileño y al espesor de tierra disponible sobre la losa de cubrición”, explica el anteproyecto sobre los tipos de árboles que llegarán al entorno.
Las condiciones para que crezcan estos nuevos árboles serán difíciles: 1,25 metros de espesor medio en las tierras que albergarán sus raíces, según las condiciones técnicas de un proyecto que se ha quedado más pequeño de lo que inicialmente prometió el alcalde en 2023, durante la campaña para su reelección. Entonces, la zona verde iba a quedar conectada desde el Puente de Ventas y se iba a extender durante varios cientos de metros hasta la Quinta de la Fuente del Berro.
En la presentación del anteproyecto, la delegada de Obras, Paloma García Romero, indicó que habían puesto 300 metros de separación con la imagen original que presentó el alcalde hace más de un año para evitar destruir las dos rampas de subida hacia la calle Alcalá desde la M-30. “Supondría un mayor coste económico y más molestias para los vecinos”, justificó. Además, la existencia de las cocheras de Metro y de un depósito de Canal de Isabel II en su lado Oeste hace inviable la conexión por ese lado.
El anteproyecto, sin embargo, sustituye el diseño de malla presentado inicialmente por el de unas pasarelas que enlacen tanto el parque como la zona deportiva paralela a la calle Antonio Pirala, en la parte de Ciudad Lineal. En total habrá ocho caminos que se conecten con la superficie de la losa de cubrición, permitiendo una percepción “a vista de pájaro” -dice el Ayuntamiento- entre las copas de los futuros árboles.
A los 200 nuevos árboles previstos se le unirán también otros 5.000 m2 de parterres y 900 m2 de praderas, según el anteproyecto inicial. Habrá zona para juegos infantiles, un parque de calistenia y un graderío al aire libre. También está prevista la instalación de dos quioscos.
El Ayuntamiento de Madrid adjudicará el proyecto a finales de octubre de este año o principios de noviembre entre las propuestas de las empresas a concurso. A partir del resultado final se establecerá el número definitivo de talas y los ejemplares que finalmente resultarán afectados.