Tarde de polvo sahariano en Madrid. El organismo municipal de Madrid Salud ha recomendado no hacer ejercicio al aire libre en la ciudad, debido a la previsible acumulación de partículas en suspensión de gran tamaño (las conocidas como PM10), después de la entrada en la atmósfera madrileña de una nube procedente del continente agrica.
El Ayuntamiento de Madrid incide en que deben protegerse especialmente las personas más vulnerables: mayores de 65 años, menores de 6 y aquellas que sufran problemas cardiovasculares o respiratorios.
Se estiman que las concentraciones de PM10 en los rangos 10-500 μg/m3 para el centro y norte de la península, según un comunicado del Ministerio para la Transición Ecológica, que cita varios modelos matemáticos para la expansión de la nube. Los datos municipales indican de momento concentraciones superiores a 100 μg/m3 en estaciones de la zona Este.
La exposición a estas partículas pueden causar irritación en las vías respiratorias y de los pulmones (riesgo de bronquitis o infecciones respiratorias), inflamación en el sistema circulatorio (riesgo de arritmias, infarto agudo de miocardio o íctus isquémicos). Además, estar en situación crónica ante material particulado ha demostrado el aumento de la incidencia de cáncer. También están asociadas con bajo peso al nacer y partos prematuros. “De forma global, estos contaminantes pueden incidir en la reducción de la esperanza de vida”, explica Madrid Salud.
Aunque el consistorio recomienda tomar precauciones, este episodio de polvo sahariano es de menor entidad del que sufrió la ciudad en marzo de este año, cuando una nube naranja cubrió la ciudad, dejando estampas antes nunca vistas y una calidad del aire pésima.