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Cuando el Ayuntamiento de Madrid cierra piscinas sin avisar por falta de personal

Una de las piscinas municipales de Casa de Campo, en una imagen de archivo.

Guillermo Hormigo

Madrid —

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“Fui a las piscinas cuatro días la semana pasada. En todos ellos había alguna cerrada”. Así denuncia Lucía la situación en la zona pública de baño del Centro Deportivo Municipal Casa de Campo, gestionado por el Ayuntamiento que lidera José Luis Martínez-Almeida. En tres de esas ocasiones encontró clausurada la pileta infantil, mientras que en la otra se encontraba sin actividad la de tamaño intermedio.

El polideportivo, cercano a la estación de Metro de Lago, cuenta con dos salas polivalentes, dos piscinas climatizadas y otras tres de verano: la infantil, una de 33x16 y una última de 36x25 metros. Fue remodelado recientemente, en 2021, por los que los cierres no se deben a cuestiones operativas. Los motivos tienen que ver con la falta de personal, como la propia Lucía pudo comprobar al conversar con socorristas y otros trabajadores del centro.

“Me dijeron que falta gente en el equipo porque ha habido bajas. Cierran porque no hay personal suficiente para atender a todo el mundo con seguridad”, asegura Lucía a Somos Madrid. Esta usuaria critica que la situación acabe diezmando “un espacio público” y “afectando a personas sin recursos, vulnerables, que son las que no tienen una piscina privada en su casa o su urbanización”.

Su relato asegura que el Gobierno municipal no informa de estas condiciones al comprar una entrada, ni reduce aforos. “Solo ponen un cartel en la puerta”, subraya. Estas circunstancias desembocan en que “todo el mundo se apegotona porque hay la misma cantidad de gente en menos espacio”.

No es el único caso. Al menos los cierres de parte de las instalaciones se han dado también en el Centro Deportivo Municipal de Moratalaz, donde las quejas se dirigen igualmente a la falta de comunicación. Un usuario se pregunta en redes sociales si la imposibilidad de disfrutar al completo de las dotaciones no debería implicar que desde el Consistorio informen de las deficiencias a quienes han pagado por por un servicio con mayores prestaciones de las que finalmente tendrá.

Fuentes del Ejecutivo de Almeida consultadas por este diario admiten que “algunas bajas no se pueden prever, por lo que la capacidad de respuesta no es la misma que en aquellas comunicadas con anterioridad”. Lucía opina en cambio que “las bajas son una contingencia que debe ser prevista, como ocurre en cualquier sector”.

“La contratación de personal que presta servicio en instalaciones deportivas es una prioridad en la política de Recursos Humanos del Ayuntamiento de Madrid. ⁠En estos primeros seis meses y medio se han llevado a cabo casi 1.600 incorporaciones, entre llamamientos de fijos discontinuos y contrataciones de sustituciones y nuevo personal. En la campaña de verano ya se han tramitado 772 llamamientos de fijos discontinuos, 79 nuevos contratos y 53 sustituciones”, defienden desde el Gobierno de Cibeles.

Las bajas se unen al conflicto laboral y a las piscinas ya cerradas

La situación llega en medio de un conflicto laboral abierto entre el equipo de Almeida y las plantillas de los polideportivos municipales, que vuelven a la huelga el viernes y el sábado. Un llamamiento acordado en su última asamblea de trabajadores que sigue a las convocatorias ya ejecutadas el pasado 29 de junio y el 4 de julio.

En un duro comunicado, el comité de huelga justificó los anteriores paros por la amenaza de cientos de despidos: “El Ayuntamiento de Madrid tiene planeado ejecutar un ERE encubierto que afectará a más de 400 trabajadores y trabajadoras de las instalaciones deportivas municipales de las jornadas de verano y fines de semana, personal laboral que lleva desempeñando sus funciones durante años ya que son interinos de larga duración contratados en fraude de ley”. En esta nueva convocatoria ponen el acento en “el nulo interés del Gobierno municipal de Madrid por solucionar el conflicto laboral”, según trasladan en su último escrito.

Las bajas son una contingencia que debe ser prevista, como ocurre en cualquier sector

Y en paralelo, este verano hasta ocho las 26 piscinas públicas recreativas de Madrid han estado clausuradas por obras. Cinco de ellas continúan hoy cerradas. La del Paseo de la Dirección, en Tetuán, se encuentra en proceso de puesta en funcionamiento y no abrirá hasta agosto. Otras cuatro no retomarán su actividad este año. Son las de los centros deportivos municipales de Peñuelas (Arganzuela), la más demandada de todo Madrid; Vicente del Bosque (Fuencarral-El Pardo); Luis Aragonés (Hortaleza) y Vallecas (Puente de Vallecas).

Una situación que, aunque reduce el número de espacios por los que debe distribuirse el personal, empeora la saturación de las piscinas. Con objeto de paliarlo, el Consistorio acondicionó ocho piscinas deportivas cubiertas mediante la instalación en ellas de una zona de solárium para su reconversión temporal. La Federación Regional de Asociaciones Vecinales recalca que, debido a sus características pensadas para un uso deportivo y no de ocio, estos recintos “tienen una capacidad muy limitada, por lo que la oferta real de plazas será poco significativa”. La organización considera “evidente” que no logra suplir la función de las piscinas de verano cerradas o mermadas.

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