El equipo de Gobierno de la capital aprobó este jueves la licitación para la gestión de otros tres aparcamientos municipales por empresas privadas. En esta ocasión se trata de los situados en la calle Velázquez, a la altura de los cruces con las calles Ayala, Jorge Juan y Juan Bravo, cuya explotación enajenará durante los próximos 25 años, con una facturación estimada superior a los 130 millones.
La privatización es la de mayor valor aprobada por el equipo de Almeida para los parkings municipales y también la que afecta a más plazas de aparcamiento: hasta 1.894 estacionamientos, de los que 1.272 son de rotación -97 de ellas para motos- y 622 destinados a residentes. Se reservan 128 plazas para recargas eléctricas.
Según las cifras del estudio económico-financiero de los aparcamientos, a las que ha tenido acceso Somos Madrid, los tres aparcamientos suman actualmente una facturación anual de 4,1 millones de euros (dato del año 2022). El nuevo contrato reduce ligeramente el número de plazas totales disponibles, pero calcula que durante los 25 años de explotación la empresa adjudicataria podrá facturar 131,1 millones de euros, aunque si se aplican dos años de prórroga adicionales podría ascender hasta los 144,4 millones.
A cambio, la concesionaria que se haga con el servicio deberá gastar en obras de modernización unos 17,2 millones de euros y una reinversión de 323.000 euros cada diez años. Servirán para renovar unos equipamientos construidos hace más de medio siglo y habilitar una plataforma de movilidad sostenible subterránea en la zona de Jorge Juan.
El consistorio justifica la licitación en un solo contrato de estos tres aparcamientos porque es “la opción económica más ventajosa para las arcas públicas, pero también porque es la única que garantiza que los 622 residentes que tienen plaza puedan disponer de otra adicional para aparcar mientras se ejecutan las obras”. En total, la nueva empresa concesionaria tendrá 14 meses para ejecutar los trabajos en Ayala y Jorge Juan, y 12 meses en Juan Bravo.
En este sentido, según se vayan remodelando los aparcamientos, los residentes cuyas infraestructuras estén siendo rehabilitadas se reubicarán en uno de los otros dos. Además, este contrato les respeta los derechos de uso adquiridos hasta el 1 de junio de 2048.
Canon en metálico al inicio de la concesión
El área de Movilidad, responsable de esta licitación, cambia en este modelo el canon que abonará la concesionaria por la explotación de este aparcamiento público: en lugar de exigir solo una cifra fija al año como en los casos de Cortes o El Carmen, ahora pide un adelanto en el momento de la concesión de 11,5 millones de euros, que pasarán a engrosar el presupuesto municipal de modo inmediato. Además, la concesionaria pagará 482.000 euros al año durante el próximo cuarto de siglo.
La rentabilidad de la operación antes de impuestos será del 8%, según cálculos municipales. La vicealcaldesa y portavoz municipal, Inmaculada Sanz defendió este modelo de concesión por el que apuesta el Ayuntamiento, en respuesta a Somos Madrid durante su rueda de prensa semanal tras la Junta de Gobierno. Por servir para convertirlos “en zonas de movilidad sostenible” y que responden a una “demanda de la zona”. “Creemos que es adecuado, que está funcionando y que genera grandes beneficios para los ciudadanos de Madrid”, aseguró Sanz.