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El Ayuntamiento de Madrid reprueba a Ortega Smith por su agresión a Rubiño con los votos de la izquierda y del PP

Diego Casado

Madrid —
4 de enero de 2024 14:11 h

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El año 2023 acabó con bronca política en el Ayuntamiento de Madrid y el 2024 se ha iniciado con otro debate de alto voltaje en cuanto a la crispación se refiere. Ha sido en el pleno extraordinario de este jueves 4 de enero, con la votación en Cibeles la reprobación del concejal de Vox Javier Ortega Smith por su agresión del pasado 22 de diciembre.

Más Madrid y PSOE convocaban el pleno y el PP ya había anunciado que respaldaría la petición, que también incluía exigir al edil de ultraderecha que abandonara sus cargos de concejal del Ayuntamiento de Madrid y de diputado nacional en el Congreso de los Diputados. Una vez sabido de antemano el resultado de la votación, solo quedaban ver los argumentos de cada uno y si Ortega Smith guardaba alguna reacción furibunda.

El guion no deparó sorpresas y fue primero Maestre quien pidió la reprobación por unos hechos que “no están en discusión y constituyen una agresión en toda regla”, a la vez que aseguraba que “Vox defiende las acciones del señor Ortega Smith, es lo que ha venido a hacer la extrema derecha a las instituciones”. “La agresión no es una anomalía, es parte del método de Vox”, dijo recordando -sin citarlos expresamente- ataques de miembros de Vox al presidente del Gobierno o a exministras como Irene Montero.

“Las instituciones democráticas son más fuertes que cualquier matón de tres al cuarto, que necesita hacer ruido de vez en cuando para seguir contando con la atención del público”, añadió a la vez que pedía que no hubiera matices “con quien quiere intimidar a un concejal”

Maroto recordaba a continuación que la primera reprobación al concejal de Vox la pidió el PSOE en noviembre por alentar las protestas frente a la sede de Ferraz. Entonces no salió adelante por el rechazo del PP de Almeida, que este jueves sí que decidió respaldar la reprobación a Ortega Smith. Y añadió que el alcalde “se deja humillar por los concejales de Vox” debido a que “debe su carrera política” al partido de ultraderecha, que le invistió en 2019 al frente de Cibeles para superar los votos de Manuela Carmena.

“Hoy está en debate la calidad democrática de esta institución”, advirtió la portavoz socialista. “Vox es un cáncer para nuestra convivencia”, añadía a la vez que preguntaba al alcalde por las medidas que iba a tomar para que se respetara la palabra en el pleno de Cibeles.

Ataques del PP a la izquierda

El equipo de Gobierno utilizó sus turnos de palabra para criticar la actitud de Ortega Smith, pero sobre todo dedicó sus dos intervenciones a lanzar críticas contra la izquierda. Primero lo hizo la vicealcaldesa, Inmaculada Sanz, acusando a la izquierda de “hipocresía” al haber iniciado la época de la crispación en la política con el Pacto del Tinell con las fuerzas nacionalistas. “Fue con ustedes con quienes entró la violencia a la política y a las instituciones”, aseguró citando escraches a Gallardón, Villacís o Cifuentes o aludiendo a lemas como El miedo ha cambiado de bando. “Para ustedes, la violencia es una vía más hacia el poder”, añadió. Luego se dirigió personalmente a Rita Maestre: “Sigue siendo la misma extremista que cuando comenzó su carrera política asaltando capillas”, le espetó.

Al concejal de Vox sobre el que se debatía la reprobación “Usted sabe que se equivocó (...) ha pasado el tiempo de las disculpas y ha llegado el momento de las responsabilidades: ha de entregar su acta”.

“Tiene un problema, no asume la realidad de las urnas. Ha fracasado en su intento de ser relevante en la gobernabilidad de esta ciudad.

Después de su turno llegó el de Ortega Smith, que calificó el pleno de la “reprobación de la hipocresía, del oportunismo con la que intentan tapar de lo ocurrido en Pamplona” dijo aludiendo al cambio de gobierno en la capital navarra. Parte de sus cinco minutos de intervención los usó para acusar a Eduardo Rubiño, el concejal de Más Madrid violentado en diciembre, de ser el agresor. “La única agresión fue la que hizo usted a las víctimas humillándolas por el pacto infame”, recordando de nuevo la nueva alcaldía en Pamplona.

También hubo ataques al alcalde de Madrid, a quien Ortega acusó de “no estar capacitado para ser alcalde” por no haber derogado Madrid Central, por haber creado el Grupo Mixto durante la pasada legislatura o por no haber cumplido sus promesas de construcción de vivienda pública. Y también puyas contra Feijóo, por el reciente acuerdo con “el golpista Sánchez” para la reforma de la Constitución.

Dicho esto, Ortega y el resto de concejales de su grupo anunció que se marcharía sin esperar al resultado de la votación, que concluyó con la reprobación del concejal de Vox con los votos a favor de PP, Más Madrid y PSOE.

Después de las palabras del agresor, llegaban las del agredido. Eduardo Fernández Rubiño, portavoz adjunto de Más Madrid en el Ayuntamiento, calificó a Ortega de “adolescente malcriado” y le acusó de haberse convertido en una “versión renovada del muera la inteligencia” de Millán Astray. “Los violentos usan la fuerza porque les faltan las ideas”, le reprochó aunque ya no estaba escuchándole.

“No somos un país grotesco, en España hay una mayoría que no quiere que sus representantes arrastren por el suelo la dignidad de las instituciones democráticas y que lo que espera de ellos es que no se comporten de una forma con tal falta de autocontrol. Rubiño defendió que Más Madrid ”representa exactamente lo contrario que quiere Vox, exactamente todo aquello que a Vox le sobra en este país“. ”Pero es que ese país del que se llenan la boca, que no conocen y que no respetan y que odian, no le llegan ni a la suela de los zapatos de la España real“, añadió. ”Ubíquense, son una exigua minoría“.

Aunque no se esperaba su intervención, el alcalde Almeida cerró el debate aprovechando el último turno de palabra para el PP, en el que se desquitó de Ortega asegurando que había mostrado una actitud “cobarde”, a la vez que pedía a todos los concejales “dar un plus de ejemplaridad a los madrileños” para que episodios “lamentables y bochornosos” no volvieran a repetirse.

Después de esta llamada a la concordia, comenzó a acusar a la izquierda de no querer “que Ortega Smith deje el acta de concejal”, porque “les viene fenomenal la existencia de Vox” para “tapar sus pactos de la vergüenza”, aseguró a la vez que se declaraba como el objetivo de todos los ataques de la izquierda y del partido de la ultraderecha. “Usted no condena la violencia y la intimidación”, acusó también a la portavoz socialista, Reyes Maroto.

Mientras todo este debate tenía lugar, decenas de personas se manifestaban a las puertas de Cibeles, bajo el grito de “Javier, amigo, España está contigo”. Una concentración que Más Madrid enmarcaba en la política “del acoso e intimidación a las instituciones” en un vídeo colgado por uno de sus miembros:

Almeida cerró su turno de intervención recordando otro momento de crispación, que tuvo lugar en la Nochevieja de Ferraz, donde además del pelele representando a Pedro Sánchez, también hubo descalificaciones hacia el alcalde de Madrid: “Se me llamó hijo de puta e hijo de perra”, aseguró dolido.