Las obras para remodelar el parking de la plaza de Santa Ana, una de las más icónicas del centro de Madrid, arrancaron este miércoles con la tala prevista de cinco árboles. Los apeos forman parte de los trabajos previos para arreglar esta infraestructura, que el Ayuntamiento ha vuelto a entregar a una empresa para su explotación privada.
El proyecto de reforma incluía inicialmente la tala de tres decenas de árboles, como avanzó este periódico en primicia el pasado año. La noticia levantó los ánimos vecinales, que convocaron varias manifestaciones de protesta donde exigieron mantener la riqueza arbórea de la plaza, una petición a la que se sumaron muchos de los hosteleros de la zona. Incluso la fallecida actriz Marisa Paredes, que también era residente en el lugar, apoyó las reivindicaciones.
El Ayuntamiento de Madrid frenó en seco las obras durante meses y finalmente las anunció para la segunda semana de enero. Ayer martes, el día fijado para iniciar los trabajos, los vecinos convocaron una nueva concentración para exigir replantear el proyecto y que se dejaran sin tocar los árboles. Acudieron decenas de personas y hubo un emotivo recuerdo hacia Paredes, en la voz de su hija, María Isasi.
El Ayuntamiento de Madrid ha cambiado el discurso desde que planteó el primer proyecto, movido por la presión vecinal. La previsión inicial era de talar 30 árboles, que se quedaron en 29 porque uno de los existentes fue arrancado por razones desconocidas. Así lo marcaron sobre los troncos los operarios encargados antes de que las protestas frenaran las talas. Ahora el Gobierno de Almeida asegura que se talarán finalmente 5 ejemplares, según confirman fuentes del área de Urbanismo y Medio Ambiente a este periódico, y que habrá un número indeterminado de trasplantes.
Las talas se producirán probablemente esta misma semana, como parte de los trabajos previos a las obras, que también incluyen el desmontaje del mobiliario urbano de la zona afectada. El proyecto iba a afectar, en principio, a 47 árboles de la plaza. Por el momento se desconoce si los otros 41 que no están marcados para la tala serán trasplantados o parte se conservarán in situ.
“Palitos” que tardarán “20 años en dar sombra”
Los vecinos se muestran muy escépticos con la solución de los trasplantes. En su opinión, deberían haber planeado una reforma compatible con el patrimonio verde de la plaza. “Hay muy pocos árboles que pudieran ser trasplantables por la edad, todo lo demás no va a sobrevivir”, aseguran fuentes que estuvieron este martes en la protesta ciudadana.
“Van a poner palitos que tardan como mínimo 20 años en dar sombra” aseguran sobre la promesa del Ayuntamiento de repoblar la plaza una vez acaben las obras.
Los vecinos reclaman que la obra se ejecute de forma que no afecte al arbolado del lugar, pero según pudo conocer este medio, el Ayuntamiento no llegó a considerar ningún estudio de alternativas que optara por una solución con menos daño a la vegetación.