“Ayuso, escucha, la pública está en lucha”: la gran manifestación de la huelga de Educación tiñe Madrid de verde

Guillermo Hormigo

Madrid —
8 de mayo de 2024 19:06 h

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“Protestamos por nosotros, pero también por los chavales”. Es el pensamiento generalizado durante la gran manifestación de la huelga en la Educación madrileña, en la que miles de personas han recorrido este miércoles el centro de la capital para exigir mejoras en “la comunidad autónoma que menos terreno ha recuperado desde los recortes de Rajoy”.

Así lo expone Agustín, profesor de lengua en el IES Calderón de la Barca de Carabanchel. Entre todas las reivindicaciones del personal docente, desde la reducción de ratios por aula al refuerzo de las plantillas, Agustín pone en el foco en el aumento de la inversión y los esfuerzos en la orientación y la atención al alumnado con diversidad funcional.

La concentración ha partido de puntos como Atocha o la fuente de Neptuno para atravesar el Paseo del Prado y la Gran Vía hasta culminar en la Puerta del Sol. En la marcha han participado en torno a 7.000 personas de acuerdo la Delegación del Gobierno en Madrid y alrededor de 4.000 según recoge Europa Press a partir de fuentes policiales.

Una movilización repleta de todo tipo de proclamas reivindicativas, aunque una de las más repetidas y significativas iba directamente dirigida a la presidenta autonómica: “Ayuso, escucha, la pública está en lucha”, que ha resonado frente a la Real Casa de Correos de Sol (sede del Ejecutivo autonómico) al final del recorrido.

En dicho punto, organizaciones convocantes han leído varios comunicado donde denuncian el “nulo reconocimiento” recibido por parte del Gobierno que lidera Isabel Díaz Ayuso, que con su “desprecio” ha empujado el conflicto hacia la huelga.

Otros cánticos han hecho referencia a peticiones concretas, de nuevo tirando de rimas: “Con estas ratios no cabemos en el patio” ha sido uno de los gritos más coreados de la tarde, presente asimismo en decenas de pancartas salpicadas por toda la marcha.

La excepción madrileña

Cristina, profesora en el IES Menéndez Pelayo de Getafe y miembro de la Asamblea de Docentes en dicho centro, recuerda que “el Real Decreto que nos obligaba a más horas lectivas se derogó en 2019, pero en Madrid no se ha vuelto a la situación anterior”. Se trata de la única región que sufre esta anomalía junto con Galicia. Lamenta “el efecto que eso tiene en la calidad de la enseñanza y el tiempo que podemos dedicar a cada alumno”, ya que a mayor cantidad de horas de docencia, menos quedan reservadas a las correcciones, las respuestas a dudas y en general la asistencia personalizada.

Aunque la marcha ha sido el punto culminante de esta jornada de huelga y movilizaciones (habrá otra el próximo 21 de mayo), los colegios de la Comunidad de Madrid ya han amanecido repletos de pancartas en defensa de la educación pública. Desde 2011, con los recortes impuestos por el Partido Popular desde el Ministerio que dirigía José Ignacio Wert y una Marea Verde que acaparó las calles, la región no había presenciado una huelga de esta trascendencia y con un respaldo sindical unánime.

El estallido de unas reivindicaciones enquistadas

Las raíces de esta huelga en el contexto educativo de 2011 se explican también por decisiones tomadas entonces en forma de unos recortes más de una década después no se han revertido en su totalidad en la Comunidad de Madrid. Entre las exigencias principales del profesorado está volver a las horas lectivas de docencia directa que tenían entonces (18 en Secundaria y 23 en Primaria frente a las 20 y 25 actuales), así como un aumento salarial para alcanzar la media nacional (en la comunidad autónoma con el coste de vida más alto) y una reducción de la burocracia.

Este paro inédito en la última década ha sido orquestado, desde sus diferencias, por siete de los principales sindicatos de la Comunidad: CCOO, UGT, Anpe y CSIF por un lado; CGT, CNT, STEM y la asamblea de docentes Menos Lectivas por otro. CCOO ha cifrado el seguimiento de los paros en un 64,5%, mientras el Gobierno de la Comunidad de Madrid rebaja la cifra al 24,5%. Una nueva jornada de paros y protestas se repetirá el martes 21 de mayo.

En rueda de prensa posterior el Consejo de Gobierno, el portavoz del Ejecutivo regional, Miguel Ángel García Martín, ha valorado las concentraciones apelando a la negociación abierta: “Seguimos con la mano tendida a las organizaciones sindicales representantes de los profesores. Hemos trasladado nuestro compromiso de seguir con las medidas que hemos puesto en marcha estos años, como la subida a profesores y maestros. La bajada de alumnos por aula que estamos implementando de forma progresiva. Lo tenemos que hacer compatible con la reivindicación de bajar las horas lectivas, comenzando con una hora menos. Les ha parecido insuficiente”.

Desde Menos Lectivas apuntan otras reclamaciones del personal que están sobre la mesa: el fin de la segregación educativa, el aumento de recursos para la atención a la diversidad, y la construcción de nuevos centros públicos allí donde hay demanda son algunas de las principales. Exigen igualmente mejorías en las condiciones laborales de los docentes (más allá de los salarios) que redundarán, aseguran, en la calidad de la enseñanza. Y ante el argumento de los ventajosos periodos de descanso en el sector, una pancarta responde tajante: “No me aburras con las vacaciones, que esto lo hago por tus hijos”.

Piquetes y protestas ante la Consejería de Educación

Los piquetes orquestados en los centros educativos madrileños han arrancado temprano. Desde las 8.00 de la mañana, concentraciones repletas de pancartas y camisetas verdes clamaban a vecinos y curiosos de los diferentes distritos que “hay que luchar por la pública” y les animaban a acudir la manifestación de la tarde.

Ya en la mañana, los manifestantes que han acudido a la sede de la Consejería de Educación, más de 3.000 según Menos Lectivas, han desbordado la calle Alcalá. Cientos de docentes han ocupado la calzada con gritos por una reducción del horario lectivo: “Profesores, profesoras, pocos medios, muchas horas”, retumbaba en el interior del edificio acompañado con pitos y clamores por la educación pública.

“La profe, luchando, también está enseñando”, ha sido otro de los lemas que ocupaban las pancartas de los docentes. “Queremos reducir las ratios, es una barbaridad que en educación primaria y secundaria tengamos casi 50 alumnos por clase, y recuperar las condiciones laborales, somos la única comunidad que mantiene las horas lectivas previas a 2008”, señalan desde el piquete del IES Las Encinas de Villanueva de la Cañada.

Un propósito por el cual la educación madrileña ha teñido de verde Madrid, un verde esperanza como la que representa el alumnado al que afectan directamente las mejores demandadas por sus docentes. Que esa esperanza inunde las aulas, además de las calles, es el propósito de las miles de voces que hoy se han alzado en la ciudad.