Las obras con las que se alargará la línea 11 de Metro se llevarán por delante al menos 855 árboles. Son los que el gobierno de Isabel Díaz Ayuso tiene previsto talar según el proyecto de construcción, que también prevé transplantar otros 302 en las zonas afectadas por la construcción de las dos nuevas estaciones del suburbano en Comillas y Madrid Río.
La cifra ha sido hecha pública este lunes por Ecologistas en Acción, que en un comunicado alerta de que solo 61 de los 1.218 árboles afectados por las obras serán preservados, el 5% del total. La mayoría de los árboles que se prevé talar son ejemplares de gran porte, de hasta 35 especies distintas, entre las que destacan el pino piñoreo, el plátano de sombra, almeces y moreras. La organización denunciante asegura que “la inmensa mayoría de los árboles se encuentran perfectamente sanos, catalogados por el propio inventario como en buen estado, y unos pocos regular sin enfermedades”, explican después de consultar una a una las fichas que analiza cada ejemplar antes de la tala.
La desaparición de los árboles afectará a cuatro parques de Madrid, pero es el de Comillas (Carabanchel) el que resultará más afectado, con solo 11 ejemplares supervivientes debido a que la entrada de maquinaria está prevista en este punto. “La razón detrás de este hecho podría encontrarse en una rampa de acceso de camiones y la ocupación de los terrenos por las instalaciones de la tuneladora, que accederá al subsuelo desde este punto”, aseguran los ecologistas.
Por esta razón, Ecologistas en Acción reclama a la Consejería de Transportes, responsable de los trabajos, el estudio de alternativas para que la localización de estas instalaciones que no impliquen “la destrucción de un patrimonio natural de alto valor ambiental que restringe el uso de una dotación pública fundamental para el barrio durante el largo periodo de ejecución de las obras”.
El Parque de Comillas fue el punto elegido por el consejero, David Pérez, para hacer oficial el inicio de las obras el pasado 13 de noviembre. Las fotos que distribuyó luego el Gobierno regional muestra a sus miembros observando el cartel con el proyecto, rodeados de pinos que muy probabemente serán talados durante los trabajos.
Otro de los espacios que más deforestación sufrirá será el Parque de Arganzuela, donde también se construirá otra estación. Al igual que en el Parque de Comillas, las talas van más allá del entorno cercano a las obras de la estación, denuncian desde Ecologistas. También resultarán afectados muchos árboles situados en vía pública, debido a los puntos de conexión para salidas de emergencia, además de lugares como el Parque de Darwin en el distrito de Moratalaz, los Jardines Jimena Quirós en el distrito de Retiro o la plaza situada junto al Paseo de Santa María de la Cabeza entre las calles Baleares e Inmaculada Concepción.
La ampliación de la línea 11 de Metro es la principal obra de transporte público emprendida por el Gobierno de Ayuso. Costará algo más de 500 millones de euros y los trabajos se extenderán durante tres aos y medio. El objetivo del nuevo trazado es convertirse en una diagonal que sirva para conectar casi todas las líneas del metropolitano, aunque empezará por un primer tramo que irá desde Plaza Elíptica hasta Conde de Casal, pasando por Palos de la Frontera, Atocha y creando las dos estaciones señaladas anteriormente.
Desde Ecologistas en Acción echan en cara al gobierno regional que la tala de estos ejemplares “contradice el propio documento donde se afirma que únicamente se ha considerado la realización de la tala y apeo en aquellos casos en que el árbol presentaba algún tipo de herida o malformación”. Y recuerdan que la legislación regional prohíbe la tala de árboles, salvo que “se vea necesariamente afectado por la construcción de infraestructuras”, en cuyo caso “se procederá a su trasplante”. “La tala solo debería ser considerada una opción cuando sea absolutamente necesario”.
Esta tala llega después de la polémica en el Parque de la Cornisa, donde el Ayuntamiento de Madrid preveía cortar hasta 99 árboles, que dejó en 28 coincidiendo con una notable movilización vecinal por los apeos. En la plaza del Carmen, donde se está renovando su aparcamiento, las obras también se han llevado por delante otros 28 ejemplares.
“Este atentado medioambiental se suma a una ola reciente de disparates relacionados con la gestión de las obras públicas de Madrid que están atacando el arbolado y el verde urbano y a las que nos tiene acostumbrado la administración pública”, critican desde Ecologistas en Acción, una de las organizaciones convocantes de una protesta este jueves bajo el lema Por un Madrid verde y habitable: fuera la especulación de nuestros barrios.