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¿Cuándo aparece el primer bar de Malasaña y los primeros de Madrid?

Los bares son la casa de los que no tienen casa o la segunda casa de los que la tienen: lugares para beber, comer, compartir, discutir, hablar de toros, de política; ver el partido de fútbol, conocer gente, enamorarse y espacios donde se teje la vida social del barrio. El actual proceso de gentrificación se está llevando por delante a unos cuantos de estos locales tradicionales y emblemáticos, algunos con carácter incluso de míticos -como el Palentino- y, últimamente, están ocupando su lugar modernos 'gastrobares'. Un barrio no puede entenderse sin sus bares y Malasaña, tampoco. Sin embargo, aunque parezca mentira, no siempre han estado ahí. Hubo un comienzo y, en el barrio, para concretar, si queremos encontrarnos con esos orígenes deberemos remontarnos al año 1917.

“Un bar es una tienda en que se venden bebidas que suelen tomarse de pie, ante el mostrador. Por extensión también se da este nombre a ciertas cervecerías”, apuntaba el Diccionario Manual e Ilustrado de la Lengua Española de Espasa Calpe en 1927.

El término procede de la voz inglesa barrier barrier y la palabra bar hace alusión a barra, mostrador. Fue un vocablo ya utilizado en Alemania en el siglo XIX, pero en Madrid los bares hacen su aparición durante la segunda década del siglo XX como una evolución de las tradicionales botillerías porque, aunque en la actualidad no tengamos muy claro la diferencia entre botillería, cafetería, taberna, casa de comidas, pub y bar, por poner solo unos ejemplos, lo cierto es que existen matices entre todas ellas y no son lo mismo.

En 1926, la 'Memoria Asociación de Cafés-Bares de Madrid.Tipología' abundaba en la descripción de lo que era un bar: “La actividad de la vida moderna ha obligado a su creación, distinguiéndose de los antiguos cafés, lugares de esparcimiento y tertulias, por la breve permanencia que en estos bares se hace, reducida generalmente a los momentos que se emplean en hacer de pie una consumición en el mostrador. (...) Para servir estas, está detrás del mostrador uno o más encargados que según la importancia de la industria y los auxiliares necesarios, que no son dependientes, escueta aceptación del vocablo castellano, dedicados a los trabajos manuales consistentes en el servicio de consumación pedida, fregado de mostrador y vasos y limpieza de cafeteras serpentines y demás enseres, al igual que otros dependientes (los camareros), lo hacen en las mesas, donde existan estas. Su trabajo es periódico, pero no continuo; su indumentaria, la de servidores domésticos y diaria la remuneración.

Los primeros bares de Madrid y de Malasaña

Los primeros bares de Madrid y de Malasaña

Después de la apertura del considerado primer bar de Madrid, bar El Sol (Puerta del Sol esquina con Carretas), en marzo de 1916, apareció el bar Grignolino, en el número 4 de la céntrica calle del Príncipe y aún abierto. Era este último un establecimiento con artículos de primera calidad, a precios reducidos, con extraordinario lujo y sujeto a los modernos procedimientos de higiene y confort. Su director-propietario fue Enrique Mercader, de las acreditadas bodegas Hispano-italianas y fabricante del conocido vermouth 'Grignolino'. Inmediatamente después, en 1917, entrarían en funcionamiento nuevas sucursales del Grignolino, que a la postre serían los primeros bares que se abrieron en Malasaña: en la calle Espíritu Santo 18, calle Colón 2 (esquina con Fuencarral) y calle Fuencarral 65. Estos establecimientos eran ideales para tomar de pie un bocadillo, un 'bock' de cerveza o una taza de café.

PARA SABER MÁS:

PARA SABER MÁS:

-Memoria Asociación de Cafés-Bares de Madrid 1926.Tipología. López. Madrid.1927

-CASTRO LES, VICENTE.Noticiero Guía de Madrid. Madrid.1917

-VVAA El Bar. Historias y misterios de los bares míticos de Madrid.Lunwerg.Barcelona.2017