Además de en las iglesias del barrio, lo terrenal y el más allá se juntaban -de otro modo- en la sede de la Asociación del Centro Espiritista, ubicada en la calle Ballesta, 4.
Esta entidad formaba parte de la Federación Espiritista Española “La luz del Porvenir” y en sus instalaciones se organizaban charlas, debates y sesiones espiritistas entre finales del siglo XIX y los inicios del XX.
Durante ese periodo finisecular el Espiritismo y la Teosofía estaban presentes en reducidos círculos sociales y culturales de Madrid. Estos movimientos filosóficos, religiosos y esotéricos llegaron, también, a Malasaña.