La actual glorieta de Bilbao, frontera con la salida del barrio hacía Chamberí, por la puerta de Fuencarral, fue durante siglos un espacio lleno de pozos con nieve.
En el siglo XVII, el empresario catalán Pedro Xarquíes fue pionero en traer nieve de la Sierra de Guadarrama para la elaborar bebidas frías, que refrescaban a los madrileños en épocas estivales. Esta práctica se mantuvo hasta que empezó la fabricación del hielo.
“La que peina bochornos, De cuyas manos Xarquíes Llena de nieve sus pozos.” Quevedo