Se trata de Don Rodrigo Calderón (1576-1621), Conde de Oliva y Marqués de las Siete Iglesias, favorito del Duque de Lerma.
Vecino de la calle san Bernardo, murió degollado, por delante, el 21 de octubre de 1621, acusado de todo tipo de delitos: corrupción, hechicería, asesinatos, etc...
El pueblo de Madrid recordó su altivez, en el momento de su ejecución, con la siguiente frase: “Tiene más orgullo que Don Rodrigo en la Horca”.