Madrid encara ya su temporada alta de fiestas populares en sus barrios, que comienzan a sucederse en la capital desde mayo y hasta bien entrado el mes de octubre. Pero en algunos puntos, lo que debería ser motivo de jolgorio y celebración ha dado paso a una creciente tensión. Varias Juntas Municipales de Distrito, las entidades dependientes del Ayuntamiento de Madrid que gestionan la política de mayor proximidad, se enfrentan ahora al enfado de asociaciones vecinales que se sienten “desplazadas” por el trato recibido en la organización de los festejos.
La primera gran controversia vino de Hortaleza. En marzo el concejal presidente, David Pérez, solo consideró festejos populares seis de las 25 propuestas trasladadas por las asociaciones del distrito. En 2023 su predecesor, Alberto Serrano (Ciudadanos), no puso objeciones a ninguno de los 34 festejos populares presentados por las entidades de la zona. Sin esta condición, las actividades no pueden tener lugar en un recinto ferial, así que la venta de alcohol en la calle queda prohibida y tampoco se permite su consumo, con multas que pueden alcanzar los 600 euros. Las organizaciones vecinales afectadas no han dudado en bautizar este cambio de criterio como una “Ley seca encubierta” y un “boicot absurdo”.
El Ayuntamiento se escuda en que la financiación no se ve afectada: “La Junta ha ampliado la duración a diez días para ofrecer una programación más completa, inclusiva y diversa, manteniendo la inversión del año pasado e incluyendo propuestas en los centros culturales y en el recinto ferial, actuaciones musicales y actividades infantiles. Más de 14 asociaciones y Ampas participarán en las fiestas y la junta del distrito asumirá los gastos técnicos de las actividades propuestas por las asociaciones”. Pero las organizaciones excluidas apuntan a este periódico que “siguen igual” y ya están llevando a cabo por su cuenta las actividades que desde este año no cuentan con respaldo municipal, no exentas de críticas a la nueva situación.
En Retiro y Monclo-Aravaca la situación es algo distinta. Las Juntas de Distrito no tienen intención de retirar su apoyo a las fiestas, pero sí de “minimizar el papel del tejido vecinal”, según deslizaba la Federación Regional de Vecinos de Madrid (Fravm) en un comunicado emitido la pasada semana.
“Después de meses de solicitar que se formalizara un diálogo en torno a las fiestas de 2024, la Junta Municipal de Retiro ha decidido apropiarse de las Fiestas de San Juan del barrio de Adelfas y efectuarlas por primera vez sin la participación vecinal”, informaba la Asociación Vecinal Los Pinos-Retiro Sur en unas declaraciones críticas con la edil responsable del distrito, Andrea Levy.
Celebraciones comunitarias de origen popular
José Luis, miembro de Los Pinos-Retiro Sur, detalla en conversación con Somos Madrid los motivos de sus quejas: “Estas fiestas llevan organizándose 40 años por parte de los vecinos, 20 de ellos sin ningún apoyo institucional. Las últimas dos décadas el Ayuntamiento ha aportado financiación, pero ahora nos encontramos con que quieren gestionarlas por su cuenta sin tenernos en cuenta a la hora de elaborar el programa o montar el recinto ferial. Para cubrirse las espaldas dicen que nos consultarán una vez cierren la programación, pero ser partícipes desde el principio y que sea un proceso participativo, como siempre”.
Este vecino de Adelfas explica que tradicionalmente estas fiestas (previstas para el cuarto fin de semana de junio) van más allá de conciertos, y constituyen todo un muestrario del trabajo llevado a cabo por el tejido asociativo a lo largo del año: “Hacemos actividades culturales e infantiles como teatro, coros o capoeira. Lo que podemos dentro de nuestras posibilidades, pero todo muy comunitario”.
La comisión de fiestas de San Juan ha lanzado asimismo una petición en change.org pidiendo a Andrea Levy “respetar el proceso de participación vecinal sin condicionar su proceso de organización y su programación”, donde destaca además que “la cultura debe tener como prioridad el fomento del protagonismo de las comunidades locales y no reducirse a un espectáculo que se consume pasivamente”.
La Junta de Retiro salió al paso después de que el comunicado de la Fravm se hiciera público, y en unas declaraciones recogidas por Europa Press el pasado viernes proclaman su intención de “involucrar a todas las asociaciones para consolidar las fiestas del distrito como un referente de las fiestas patronales que se celebran en Madrid”. “Se convocará próximamente a las distintas asociaciones vecinales, de comerciantes y hosteleros del distrito, además de a los representantes de la Mesa de Cultura del Consejo de Proximidad a una reunión para plantear la colaboración en las próximas fiestas de San Juan”, añaden fuentes municipales a este diario. José Luis apunta, sin embargo, que no han contactado con Los Pinos-Retiro Sur ni antes ni después de estas palabras.
Nos reunimos con Andrea Levy y sus asesores en octubre, preguntamos por un presupuesto en noviembre y no nos enteramos de que iban a dejar de contar con nosotros hasta marzo, cuando llevamos una pregunta al pleno de Retiro porque seguían sin respondernos
De hecho, otra de sus quejas tiene que ver con “la nula comunicación” por parte de la Junta Municipal dirigida por Levy: “Nos reunimos con ella y sus asesores en octubre, preguntamos por un presupuesto en noviembre y no nos enteramos de que iban a dejar de contar con nosotros hasta marzo, cuando llevamos una pregunta al pleno de Retiro porque seguían sin respondernos. Si hubieran querido hacer algo conjunto no habrían esperado a abril. Además sin concretar todavía nada y con la sensación de apropiación que nos transmite todo”. Desde el consistorio ofrecen una versión divergente: “El Departamento de Cultura del distrito lleva meses trabajando para disponer de los mejores medios y recursos para estas fiestas y para favorecer la colaboración de las asociaciones existentes en los seis barrios del distrito”.
José Luis avanza que tienen previsto organizar unas pequeñas Fiestas de San Juan frente a la Junta Municipal el próximo 25 de mayo, “para que conozcan de primera mano las actividades que llevamos a cabo”. Será “una pequeña muestra de lo que solemos hacer, hasta contaremos con la radio comunitaria del barrio”. Respecto a su participación en los festejos de junio, dice que “si la cosa sigue por estos derroteros no participaremos”, con independencia de que puedan idear actividades o protestas paralelas.
De comisión de fiestas a buzón de sugerencias
El último pleno de Moncloa-Aravaca, celebrado el jueves 11 de abril, deparó una sorpresa desagradable para las asociaciones vecinales del distrito. Borja Fanjul, concejal presidente, contestó de forma taxativa a la pregunta del grupo municipal Más Madrid acerca de cuándo se celebrarían las reuniones preparatorias de las fiestas con los distintos colectivo del distrito: “Ya no se van a convocar estas comisiones”.
“La Junta de Moncloa se va a poner en contacto a lo largo de esta semana con las distintas entidades del distrito para que remitan sus propuestas de cara a la participación en la organización y desarrollo de las fiestas del distrito. Este equipo de Gobierno nunca ha convocado una comisión de fiestas en Moncloa-Aravaca”, apuntan desde el Ejecutivo municipal. No aclaran si con “este equipo de Gobierno” se refieren a la actual corporación (son sus primeras fiestas) o a la etapa de José Luis Martínez de Almeida como alcalde (en cuyo caso la propia frase de Fanjul sugiere, en cambio, que esas comisiones sí se han convocado previamente).
Si todo sigue según lo previsto, este año las fiestas de San Antonio de la Florida, las de la Dehesa de la Villa (ambas en junio) y las de Nuestra Señora del Buen Camino de Aravaca (septiembre) no contarán con el concurso del tejido vecinal como se venía haciendo en años anteriores. A cambio, se escribirá un correo electrónico a las asociaciones para que contesten si tienen algo que aportar, según explico Fanjul en el pleno.
Mario Lozano, de la Asociación Vecinal Osa Mayor de Aravaca cuenta que “hace décadas habían existido ya comisiones de fiestas, pero se reactivaron con el gobierno de Ahora Madrid. La experiencia fue muy buena. Intentábamos cuadrar una programación del gusto de jóvenes, mayores familias… que fueran equilibradas económicamente, con partidas realistas para las actuaciones que luego eran contratadas por la empresa adjudicataria. Salían programas muy buenos con mucho trabajo detrás”.
Las últimas fiestas de Aravaca programadas por la comisión durante la legislatura del gobierno de izquierdas fueron desarrolladas por el nuevo gobierno del PP en 2019. Ya entonces, se vetó la propuesta del cantautor Luis Pastor, lo que levantó bastante polémica y provocó la organización de un concierto alternativo. Éste fue el primer choque con el tejido vecinal del consistorio popular.
“Malinterpretaron a partir de entonces que éramos oposición y nos mantuvieron a distancia, desactivando la comisión. No podían hacerlo de manera pública porque funcionaba muy bien así que lo convirtieron en un espacio sin capacidad de decisión, una comisión de sugerencias, como hacer la carta a los reyes magos en solo dos reuniones”, explica Mario.
Hasta el año pasado había funcionado así. Se comenzaban las reuniones en enero y se hacían dos por cada fiesta. “La asociaciones empezamos a reunirnos primero para ir con una propuesta, los dos primeros años llevamos un programa íntegro, pero no nos hicieron caso. Lo que han hecho finalmente es quitarse la careta”, explica el vecino de Aravaca.
Alberto Colomo, de la asociación Vecinal Manzanares-Casa de Campo, denomina “buzón de sugerencias” el nuevo formato. Añade que, tal y cómo venían funcionando, no eran “la panacea”, pues la Junta podía desechar las aportaciones vecinales, pero, al menos “permitía cierta organización colectiva de las distintas asociaciones de los barrios”. Colomo explica que las asociaciones están en contacto entre sí y probablemente darán un paso conjunto para luchar por la participación en sus fiestas.
Más Madrid, que también ha participado en las comisiones de fiestas de los últimos años –ponen caseta en las tres fiestas del distrito– considera que se trata de reuniones importantes y que con su eliminación se está perdiendo la esencia de las fiestas populares. “Además, hay asociaciones que llevan organizando actividades durante las fiestas desde hace muchísimos años y forman parte del arraigo de las fiestas de los barrios” , añade Victoria Hernández, del grupo municipal en el distrito.
Un arraigo construido a lo largo de décadas por el trabajo altruista y colectivo de decenas de asociaciones, muchas de las cuales se organizan ahora no para celebrar, sino para defender un legado que a su juicio no merece ni perderse ni convertirse en un evento más dentro de un programa desprovisto de aspiración popular.